El Papa y Cristina se saludaron con un beso, intercambiaron regalos y hablaron de Malvinas
El Papa Francisco recibió hoy en el Vaticano con un beso a la presidenta Cristina Kirchner e intercambiaron regalos, en medio de un clima distendido que incluyó un diálogo relacionado con las islas Malvinas.
La mandataria le obsequió al Sumo Pontífice argentino un equipo de mate con un termo de acero y recibió a cambio un grabado en mayólica de la plaza San Pedro.
Sin acartonamientos, lejos de las diferencias con Jorge Bergoglio, Cristina abrió cada uno de los regalos y le explicó. En un momento lo tomó con afecto del brazo y se disculpó diciendo: "Perdón, cierto que al Papa no se lo toca, no se le da un beso".
Francisco sonrió y de inmediato le dio un beso.
-Nunca me besó un Papa -reaccionó la presidenta.
Luego le presentó la comitiva oficial, integrada por el canciller Héctor Timerman, el embajador ante la Santa Sede Juan Pablo Cafiero y el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro.Mañana es la inauguración
Mañana se hará la misa de inauguración del pontificado de Francisco, a la que también asistirá Cristina junto con otros 150 jefes de Estado.
Se espera que estén los presidentes de Brasil, México, Chile y Ecuador, entre otros, para saludar al primer Papa latinoamericano de la historia.
También se espera la presencia del heredero de la Corona española, el príncipe Felipe, y la argentina Máxima Zorreguieta, futura reina consorte de Holanda.
En Bahía, la Arquidiócesis organizó la transmisión del acontecimiento en pantalla gigante, desde las 5 de la mañana en la Iglesia Catedral. Además, a las 19, oficiará misa monseñor Guillermo Garlatti.Le pidió "intermediación"
La presidenta le pidió al Papa Francisco su "intermediación" para lograr un "diálogo" con Gran Bretaña sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
"No hay peligro bélico de ninguna naturaleza más allá de la militarización que el Reino Unido está teniendo sobre el Atlántico Sur, no solamente sobre las Malvinas", dijo Cristina.
"Argentina es un país más que pacífico, lo único que queremos es que se cumplan las múltiples resoluciones de Naciones Unidas", agregó, tras su almuerzo con el Papa.
También comentó que invitó a Francisco a visitar la Argentina como Sumo Pontífice, aunque aún no se confirmó cuándo.
Y finalmente dijo que el Papa se refirió a "la Patria Grande" en referencia a Latinoamérica, porque era "el término que utilizaban San Martín y Bolívar".
Según la mandataria, Bergoglio estaba "sereno, seguro, tranquilo y en paz", así como "ocupado y preocupado" por las "cosas que él sabe que hay que cambiar" en la Iglesia católica.Carta Abierta: "Parece un retroceso político trascendente"
El director de la Biblioteca Nacional y referente de Carta Abierta, Horacio González, cuestionó hoy el apoyo de dirigentes kirchneristas al Papa Francisco y aseguró que "parece un retroceso político trascendente, inútil, criticable".
González manifestó su descontento luego de distintos dirigentes del oficialismo, incluida la presidenta Cristina Kirchner, elogiaran al Santo Padre, pese a la mala relación que Jorge Bergoglio mantuvo con el gobierno nacional en la última década.
"No puede ser que compañeros nuestros entren en esa superchería, no puede ser de ninguna manera y hay que criticarla", resaltó el dirigente de Carta Abierta.
"Me parece un retroceso político trascendente, inútil, criticable y riesgosísimo, lleva el mito de la nación católica al límite de la estupidez electoralista y a la incapacidad de reflexionar la profundidad de este tema", enfatizó González.
El titular de la Biblioteca Nacional se refirió así al que catalogó como "invento" de un "Papa peronista". (NA)Eligió un anillo de Pescador de plata
El anillo de Pescador que será deslizado mañana en el dedo del papa Francisco durante su misa de inauguración será de plata dorada, anunció el portavoz del Vaticano Federico Lombardi.
El primer Papa latinoamericano, cuyos primeros días como guía de la Iglesia Católica se han caracterizado por la sencillez, escogió este modelo que ya le fue propuesto a uno de sus antecesores Pablo VI (1973-1978).
El anillo, que le será entregado durante la misa solemne por el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, fue diseñado por el difunto artista italiano Enrico Manfrini, conocido como "el escultor de los Papas".
Representa a San Pedro, el fundador de la Iglesia, con las llaves del reino de Dios.
El anillo de pescador, que lleva grabado el nombre del pontífice, es uno de los grandes símbolos papales, utilizado en la antigüedad para sellar los documentos.Pidió que le traigan agenda y zapatos
En los pocos días que lleva su pontificado, el Papa argentino Francisco no deja de sorprender al mundo con sus pequeños gestos, alejados de las formalidades y el protocolo, con los que ya se ganó el corazón de muchos fieles distanciados de las prácticas del catolicismo y que la prensa italiana refleja hoy comparándolo con el recordado Juan XXIII.
Una agenda vieja y unos zapatos gastados eran las recomendaciones especiales que había trasmitido a sus colaboradores en Buenos Aires para que le trajeran sin falta al Vaticano.
Con la agenda en su poder, donde guarda celosamente números de teléfonos y fechas de cumpleaños, Jorge Bergoglio pudo contactarse anoche -por ejemplo- con su hermana María Elena, en Ituzaingó, quien relató emocionada que el exarzobispo de Buenos Aires le dijo que sentía "mucha alegría" por haberse transformado en Papa.
Pagar con dinero de su bolsillo sus propias cuentas, no usar los automóviles oficiales, romper las reglas del protocolo y acercarse a la gente para saludar e impartir su bendición, e improvisar sus mensajes -para desgracia de la prensa vaticana, acostumbrada a los estrictos embargos de los discursos pontificios- son otras de las cuestiones que desconciertan a todos en la Santa Sede.
También en cuestiones de vestimenta el Papa viene rechazando toda ampulosidad y prefiere los ornamentos más sencillos, como una casulla -que es la vestidura exterior que usa el sacerdote cuando celebra misa- de Juan Pablo II que utilizó ayer, lo que va definiendo lo que aquí ya llaman el "estilo Bergoglio".
El Papa argentino, amante del tango e hincha de San Lorenzo, prefiere los besos, abrazos, palmadas y apretones de manos para saludar a los cardenales, sacerdotes y el resto de los fieles, y conserva en su cuarto de la residencia Santa Marta el mate que le regalo una periodista argentina.
También decidió desprenderse de su anillo cardenalicio, que será donado al museo de la Catedral de Buenos Aires. Diferencias con Benedicto XVI
Desde su primera aparición pública, Francisco y su predecesor, el ahora Papa emérito Benedicto XVI, demostraron dos estilos completamente distintos, no sólo en palabras y en actos sino también en su manera de vestir.
Blanco contra rojo: en su aparición en el balcón de la plaza San Pedro, Jorge Bergoglio exhibió un estilo austero, con el blanco de la sotana, la esclavina (pequeña capa) y el solideo (gorro de seda) como color predominante.
Todo lo contrario del rojo intenso de la vestimenta de Benedicto XVI cuando, en abril de 2005, salió a saludar por primera vez a los feligreses con una estola roja con motivos dorados y una esclavina también roja sobre su sotana blanca, siguiendo la tradición de muchos papas antes que él.
Otra muestra del cambio de estilo, Francisco salió al balcón sin estola para dirigirse a los feligreses y sólo accedió a ponérsela durante la breve bendición Urbi et Orbi. Luego se la quiso sacar él mismo, hasta que un sacerdote vino corriendo a ayudarle.
Cruz de hierro, cruz de oro: en los primeros días de su pontificado otro detalle ha captado la atención en la indumentaria del nuevo Papa, su cruz de hierro. Se trata de la misma que lleva desde que fue proclamado obispo en Buenos Aires. Según sus colaboradores nunca se la cambió durante su etapa como arzobispo y es posible que la mantenga a lo largo de su pontificado.
Benedicto XVI, al contrario, siguiendo de nuevo la tradición, usó desde su primer día cruces de oro, algunas muy ricamente adornadas que lució en las grandes ceremonias católicas.
Zapatos rojos, zapatos negros: la única originalidad que se permitió Benedicto XVI en su indumentaria fueron sus sorprendentes zapatos rojos, de los que incluso se llego a rumorear que eran de una marca de lujo. Pero se trataba de una vieja tradición que Juan Pablo II había abandonado y que el Papa alemán recuperó, donde el rojo del calzado simboliza los mártires de la Iglesia y la sangre de Jesucristo.
Frente al rojo, Francisco ha optado por el momento por unos zapatos negros aunque, atendiendo a la versión de un portavoz del Vaticano, el color no tienen nada de simbólico y responde a una razón mucho más terrenal. Al parecer, antes de viajar a Roma para el cónclave, un amigo suyo le dijo que no podía ir a Roma con los zapatos que llevaba, "en muy mal estado", y le regaló unos nuevos, los mismos que se ha puesto hasta ahora.
Otro detalle sorprendente, los pantalones negros que Francisco ha llevado en varias ocasiones en los primeros días de su pontificado. "¿Cuando se había visto un Papa ataviado de este modo?" se exclamó el periódico italiano La Stampa, resaltando que el negro transparenta a través de la sotana blanca. (LNP, Reuters, Télam, EFE, DyN y AFP-NA)