Café literario con sorpresas
Con la denominación "Arbol de Diana", inspirada en uno de los poemarios más impactantes de la recordada y extinta poetisa Alejandra Pizzarnik, el viernes por la noche se llevó a cabo un café literario, el primer encuentro de tales características en Punta Alta.
Fue organizado por el Círculo Literario Punta Alta, presidido por el licenciado Sergio Soler, y el taller literario De la Estación, coordinado por la escritora Gladys Acha.
La velada convocó a escritores, lectores, docentes y aficionados a las letras de Punta Alta y de Bahía Blanca en el salón de Humberto 367 altos, quienes no se amilanaron ante el temporal de viento y lluvia desatado un par de horas antes de su iniciación.
Los invitados especiales, quienes dispusieron de un bloque especial de charla y lectura, fueron los poetas bahienses Susana Moreno y Daniel Martínez.
La poetisa se ganó el aplauso de los asistentes con sus dotes histriónicos y su sugerente voz, con la que hasta se animó a cantar un par de tangos. Hizo un recorrido condensado de los trabajos más recordados en su prolífica carrera que incluye tres ediciones y una cuarta con publicación en ciernes.
El poeta, en tanto, presentó parte de su nueva obra titulada Mística Sudaca y algunos poemas de Katru y La Extrañadora, sus dos libros anteriores. Ambos autores destacaron la importante colaboración del Fondo Editorial de la Municipalidad de Bahía Blanca, entidad oficial que, a través de ediciones debidamente seleccionadas, ha promovido la actividad literaria de la vecina ciudad.
Estuvieron presentes, y leyeron obras propias y de otros pares, Adrián Martínez y Analía Camaño, integrantes del grupo de teatro capitalino "Los Títeres del Bondi", quienes recorren el país con sus talleres y espectáculos titiriteros para adultos.
Participaron de las rondas de lectura los autores bahienses Omar Cangelosi y Oscar Rodríguez. También hicieron lo propio sus colegas locales Roberto Mallea, Leonor Arias, Daniel Godoy, la actriz Betty Ferrer y las profesoras Luján Avalos y María José Rodríguez. A Pedro Videla, le correspondió cerrar cada bloque de lectura con sus desopilantes décimas gauchescas.
Párrafo aparte se merecen las niñas Nahiara Torres y Aoife Kalbermatter, a quienes el micrófono no intimidó; se ganaron los mayores aplausos con la lectura de obras del citado Martínez y de la novelista Emma Wolf.
La amenización musical estuvo a cargo de la joven cantante Noelia Ferreyra, quien en sus diversas entradas ofreció un repertorio tanguero en el que se destacaron "Nada", de José Dames y Horacio Sanguinetti; "Como Dos Extraños", de Pedro Láurenz y José María Contursi; y Garganta con Arena, de Cacho Castaña, entre otros.
No faltó, como usualmente acontece en los cafés literarios, el espacio denominado "micrófono libre". Se realizaron distintos sorteos de regalos especialmente preparados para la ocasión, entre los que sobresalió el por todos esperado, denominado "El último apaga la luz", consistente en una canasta con vinos, libros y revistas. Además, se destinó un rincón para la exposición y venta de libros.
Romina Donato de "Rd Planner Eventos" decoró el salón; los DJ's Luciano Schmidt y Diego Pavón se encargaron del sonido --acapararon la atención general con la reproducción de obras de Mario Benedetti, Alfonsina Storni y Julio Cortázar, entre otros grandes autores latinoamericanos--, y la iluminación, y la fotógrafa Victoria Couderc exhibió sus cuadros.