Bahía Blanca | Lunes, 07 de julio

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A 100 años de los crímenes del "Petiso orejudo"

BUENOS AIRES (Télam) -- A un siglo de los crímenes del asesino serial, Cayetano Santos Godino, conocido como el "Petiso Orejudo" se desarrollará hoy en el Museo del libro y de la lengua la jornada "Delito, memoria urbana y escritura en la Argentina", con la participación de escritores y periodistas especializados.




 BUENOS AIRES (Télam) -- A un siglo de los crímenes del asesino serial, Cayetano Santos Godino, conocido como el "Petiso Orejudo" se desarrollará hoy en el Museo del libro y de la lengua la jornada "Delito, memoria urbana y escritura en la Argentina", con la participación de escritores y periodistas especializados.


 Este coloquio propone discutir desde una mirada pluridisciplinar la compleja y multifacética vinculación entre crimen y cultura. Para ello se contará con la opinión de Carlos Elbert, Alvaro Abós, Raúl Torre, Daniel Silva, Lila Caimari, Rodolfo Palacios, Leonel Contreras y Osvaldo Aguirre.


 La idea es debatir sobre la vinculación entre crimen y cultura, poniendo la lupa sobre las narrativas del periodismo, la literatura y la producción científica.


 Este primer encuentro organiza el debate en torno al caso del "Petiso Orejudo", figura capital en la historia del crimen y la criminología en la Argentina, que inspiró numerosos escritos de médicos, criminólogos, periodistas y hombres de estado, y que pervivió en la memoria popular.


 La primera parte del coloquio será a las 17 con el tema "Delito y sociedad en la Argentina del siglo XX" donde hablarán Elbert, Abós, Torre y Silva y la coordinación de Diego Galeano.


 A las 19, se discutirá "Crimen, memoria urbana y cultura", con Caimari, Palacios, Contreras y Aguirre, con la moderación de Javier Sinay.


 La actividad gratuita será en el Auditorio David Viñas, avenida Las Heras 2555, ciudad de Buenos Aires.

Los expertos opinan

* "Los atroces asesinatos que, durante el año 1912, cometió Cayetano Santos Godino, de 15 años, en la persona de niños del barrio de San Cristóbal, plantearon a la ciudad de Buenos Aires un desafío inédito: qué hacer con un asesino semejante, quien actuó con una crueldad desconocida y quizás nunca igualada, hasta hoy". (Alvaro Abós, autor de Asesinos, Al pie de la letra y otros libros).

* "Cayetano Santos Godino (a) "El petiso orejudo" ha sido el primer caso registrado por la criminología argentina al cual se le aplica el labeling de asesino serial. El total de homicidios que se le adjudican es de cuatro, además de por lo menos siete tentativas; en todos los casos se trató de menores de corta edad. Fue condenado y enviado a cumplir su sentencia en la cárcel de Ushuaia. Allí le operaron sus orejas aladas, con la convicción de que en ellas podía encontrarse la causa de su maldad.








 Su cuerpo mal formado, de niño con rostro y sexo adultos, y una personalidad básicamente instintiva, sus gestos y el contenido de sus conversaciones evidenciaban, rápidamente, a alguien de muy escaso desarrollo intelectual. Tenía orejas y extremidades desproporcionadamente grandes, y era muy limitado físicamente.


 La historia de Godino era común a la promiscuidad, la miseria y la marginalidad, estructuradas en las condiciones propias de la inmigración campesina pobre. Sus padres eran italianos provenientes de Calabria, a quienes en general se los conocía como genoveses, en una clara alusión al puerto de embarque y no específicamente a su lugar de origen.


 Pertenecía a una numerosa familia (tenía ocho hermanos), de las que habitaban los conventillos del Buenos Aires de fines del siglo XIX y hasta casi mediados del XX. Su padre, Fiore Godino, de profesión farolero - encendía el alumbrado a gas - y luego albañil, sufría de dos enfermedades, verdaderos flagelos en la sociedad de aquellos años, la sífilis y el alcoholismo, y era abusador y golpeador. Sobre su progenitora, Lucía Ruffo, hoy en dia sentenciaríamos: madre claramente abandónica.


 Fue hallado sin vida en su celda, la nº 90, el 15 de noviembre de 1944. Y se llevó tras él la curiosidad de su sórdida historia... quedaron el mito, el paradigma y unas preguntas que tal vez hoy tengan una adecuada respuesta. ¿Era imputable? ¿Debía ser recluido en una prisión para delincuentes comunes? ¿Cuál fue el origen de su peligrosidad? Consecuentemente... ¿se hizo justicia? (Raúl Torre, Profesor de Criminalística, autor de Homicidios seriales y otros libros. Presentador del programa de televisión Forenses.

* "Los crímenes del Petiso Orejudo ocurrieron esencialmente en 1912, un momento en el que Buenos Aires estaba dejando de ser la Gran Aldea que contó Lucio V. López e incluso la posterior "París de Sudamérica" que soñó Torcuato de Alvear, para convertirse en una de las metrópolis más habitadas del mundo.




 El hecho de que en una ciudad como Buenos Aires, que en 1912 estaba comenzando a nacer como una metrópoli masiva, haya aparecido un muchacho enfermo con instintos criminales, capaz de clavarle un clavo en la cabeza a un nene de 3 años, generó una de las figuras que toda ciudad de masas necesita: la del monstruo.


 En el caso de Latinoamérica y especialmente de Argentina, donde no existió puntualmente una literatura gótica, tenemos que muchas veces estos monstruos tuvieron que ser tomados de la misma realidad. Ese es el caso del Petiso Orejudo, quien fuera el protagonista exclusivo de la página más oscura que tuvo la historia criminológica de Buenos Aires desde 1580 hasta la fecha. (Leonel Contreras, autor de la biografía La leyenda del Petiso Orejudo). ("La Nación" online).