En silencio hacia la ceguera
En la lista de las causas de ceguera irreversible, el glaucoma siempre pica en punta.
Su causa es la elevación de la presión intraocular, básicamente --en el llamado glaucoma de ángulo abierto, que es el más frecuente-- por acumulación de un exceso de humor vítreo dentro del ojo, que no logra ser drenado a través de la esclerótica (la membrana blanca que recubre la parte periférica del globo ocular).
Este exceso de presión oscilar no da síntomas y sólo resulta comprobable a través de un examen oftalmológico que incluye la toma de la presión ocular.
Si esta es elevada, hay tratamientos farmacológicos disponibles.
En consecuencia, la única forma posible de prevenir la ceguera por glaucoma es el control oftalmológico periódico, que posibilitará el tratamiento a tiempo.
"Todas las personas de más de 40 años deberían concurrir una vez por año realizar un control estricto de la presión ocular", remarca la doctora Paula Bote, médica oftalmóloga de la Clínica Nano, especialista en glaucoma.
La doctora Bote explica, sin embargo, que no en todos los casos de presión intraocular alta se debe medicar y que los valores "normales" dependen de cada paciente, especialmente en función del espesor de las córneas.
"Desde hace unos 5 o 6 años han cambiado los criterios de tratamiento y hoy se considera mala praxis medicar a un paciente por presión intraocular sin haberle realizado antes una taquimetría" (medición de córneas).
En pacientes con córneas gruesas, por ejemplo, los valores considerados normales pueden ser mayores que en aquellos donde esta membrana es más delgada.
Cómo se produce
El tejido neuronal prácticamente no se regenera una vez perdido y el glaucoma aparece cuando el exceso de presión intraocular daña irreparablemente el nervio óptico, que es el que transporta las señales captadas por el ojo hacia el cerebro.
Al dañarse el nervio, se va deteriorando y cortando progresivamente el canal fundamental del proceso de la visión.
Tener la presión ocular elevada no significa necesariamente tener glaucoma.
Un estudio realizado en Estados Unidos sobre 1.600 pacientes reveló que aquellos que sufrían el daño del nervio óptico característico de esta enfermedad eran los que tenían una presión ocular de más de 36 milímetros de mercurio (mmHg).
Pero aquellos que tenían una presión de entre 22 y 25 mmHg,aún cuando ese valor se considera por encima de lo normal, no sufren daños similares.
"El rango de valores considerado normal es entre 10 y 21 mmHg", señala Bote.
Algunas veces pueden presentarse síntomas, como visión borrosa en un ojo, usualmente alrededor de las luces, dolor y enrojecimiento; la visión se pierde con rapidez y puede haber otros síntomas como náusea y vómito.
Cuando una persona desarrolla de manera aguda y dolor ocular, debe recurrir al especialista cuanto antes.
Cuando la enfermedad lleva mucho tiempo sin tratamiento efectivo aparecen ya los síntomas visuales.
Generalmente, se manifiesta como una pérdida progresiva de la visión periférica, pues el campo de lo visible se vuelve más angosto.
En los casos más avanzados la disminución llega a la "visión en túnel", que va angostándose progresivamente.
Factores predisponentes
Tienen más riesgo de padecer glaucoma quienes tienen algún antecedente directo de pacientes con glaucoma en la familia --en los afroamericanos es hasta seis veces más frecuente que en la población general, por ejemplo--, antecedentes de algún traumatismo ocular, hipermetropía y la diabetes.
Lo más frecuente es que se dé en personas mayores de 65 años de edad, pero también puede suceder a edades más tempranas.
Se calcula que entre el 2 y el 4 por ciento de los mayores de 40 años podría tener presión intraocular elevada.
Tratamientos posibles
La terapia habitual consiste en el uso de gotas con drogas que disminuyen la presión ocular.
A veces es necesario combinar dos o más drogas para lograr el efecto deseado.
De no ser posible disminuir la presión ocular lo suficiente con estos medios, se planteará la necesidad de tratarlo con laser o quirúrgicamente, creando un nuevo drenaje al humor acuoso.
Es más factible lograr un éxito en el tratamiento si se diagnostica y se comienza tempranamente, ya que cuando la visión ha disminuido mucho, la medicación o el láser pueden evitar nuevos deterioros, pero en general no restablecen la visión completa.
Existen varios tipo de tratamientos farmacológicos y la precaución que debe tenerse con ellos es que, salvo las gotas locales basadas en prostaglandinas (cuyos efectos adversos se reducen a molestias locales), el resto, en general, tiene acción sistémica.
"Las gotas con betabloqueantes de aplicación local, por ejemplo, son absorbidas por el organismo y se trata de las mismas drogas que se utilizan en los tratamientos cardiológico,por lo que en algunos pacientes pueden estar contraindicadas o deben ser administradas con mucho cuidado", advirtió la especialista.
Tipos
A. Glaucoma congénito
Se produce como consecuencia de un desarrollo defectuoso de las vías de salida del humor acuoso.
En las primeras semanas o meses de vida, el niño va a presentar lagrimeo y fotofobia (no es capaz de mantener los ojos abiertos cuando hay luz).
La córnea va perdiendo transparencia y se ve blanquecina.
Simultáneamente, el ojo, como consecuencia del aumento de presión en su interior, va aumentando de tamaño.
Hay que tener especial cuidado con los niños que tienen los ojos mucho más grandes que el resto de los niños de su misma edad, especialmente si les molesta mucho la luz.
B. Glaucoma crónico de ángulo abierto
Es el más frecuente de todos los glaucomas, pues supone aproximadamente las tres cuartas partes de los que se diagnostican.
Se produce por el deterioro progresivo del sistema de eliminación del humor acuoso, que de una forma natural se produce con la edad, pero en este caso se exagera hasta perder la capacidad de mantener una cifra normal de presión intraocular.
La enfermedad se presenta de una forma muy lenta, sin producir síntomas que la persona que lo sufre, sea capaz de detectar.
C. Glaucoma agudo o de ángulo cerrado
Es una forma de glaucoma conocida por presentarse bruscamente con gran dolor y brusca disminución de la visión, visión de halos coloreados alrededor de las luces e, incluso, sensación de nauseas o vómitos.
Se produce por el cierre brusco de las vías de eliminación del humor acuoso, como consecuencia de que, por la forma especial del ojo de estas personas, el ángulo a través del cual se ha de eliminar este líquido, es excesivamente estrecho.
En consecuencia, es posible que, en determinadas circunstancias, las paredes de este ángulo se pongan en contacto, obstruyendo por completo el paso.
Esto trae, como consecuencia, la rapidísima elevación de la presión y el intensísimo dolor (dolor de clavo).
Campaña en la ciudad
En nuestra ciudad, hoy se desarrollará una campaña de prevención de ceguera por glaucoma, como parte del operativo organizado a nivel nacional.
Es organizada por el servicio de Oftalmología del Hospital Municipal "Dr. Leónidas Lucero".
La iniciativa corresponde al Consejo Argentino de Oftalmología, en adhesión al Día Mundial del Glaucoma.
La campaña está destinada a toda población sin límite de edad y los interesados deben concurrir hoy, a dicho servicio, entre las 8 y las 16, donde serán asistidos por orden de llegada.
La finalidad del operativo es detectar personas con alteraciones compatibles con glaucoma, referirlas a su oftalmólogo o a su médico de cabecera, registrar los datos obtenidos, posibilitando su ulterior análisis estadístico global para próximas campañas y acciones ante autoridades locales y nacionales.