Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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LA PAMPA YA LO TIENE

Un modelo para el acueducto a Bahía Blanca Está en funcionamiento desde 2005. Comprende 265 kilómetros de un conducto central, hasta Santa Rosa, y 270 de secundarios, para abastecer a 16 poblaciones más. Ya se licitó la segunda etapa. En virtud de la similitud que podría tener el proyecto para nuestra ciudad, Punta Alta y otras poblaciones de Villarino, lo fuimos a conocer.

Un modelo para el acueducto a Bahía Blanca


Está en funcionamiento desde 2005. Comprende 265 kilómetros de un conducto central, hasta Santa Rosa, y 270 de secundarios, para abastecer a 16 poblaciones más. Ya se licitó la segunda etapa. En virtud de la similitud que podría tener el proyecto para nuestra ciudad, Punta Alta y otras poblaciones de Villarino, lo fuimos a conocer.


DAVID ROLDAN
Enviado especial













 En el sur del territorio pampeano y donde el monte constituye un balcón que se asoma al Colorado, nace la obra de ingeniería más importante de esa provincia y una de las más trascendentes del país.


 Allí, en el extremo más austral del departamento de Lihuél Calel y frente al paraje rionegrino de Pichi Mahuida, se inicia el acueducto, que ya ha traído alivio a las necesidades de agua no sólo de la capital provincial, Santa Rosa, sino a otras 16 localidades intermedias.


 Durante una recorrida efectuada por el complejo, en compañía del ingeniero José Luis Pico, gerente del acueducto de Aguas del Colorado, pudimos observar el desarrollo del proceso, desde que se capta el agua hasta que se envía al acueducto.


 El primer paso fue ir hasta la obra de toma, que se halla sobre la margen izquierda del río, a unos mil metros aguas arriba de la descarga del Curacó.


 Es, según nos explicaron, del tipo libre, con una abertura de unos diez metros de ancho, dividida en tres secciones, donde se alojan rejas, vertederos y compuertas de cierre, tras lo que se halla una cámara sedimentadora con un recinto de bombeo, todo lo cual conforma la estación de bombeo 1 (EB1).


 Precisamente aquí se encuentran instaladas tres bombas centrífugas verticales impulsadas con motores de 600 HP cada una, de las que hay dos en funcionamiento mientras que la tercera queda como reserva.


 Eso permite, hoy por hoy, la captación de hasta 2.412 metros cúbicos por hora.


 Entre ellas, hay un espacio preparado para tres bombas más, que se agregarán en la medida en que aumente la demanda.


 Las cañerías de salida se unen dentro del mismo recinto y pasan a un solo conducto de 1 metro de diámetro que lleva el líquido a lo largo de 3,8 kilómetros, hasta la planta potabilizadora.


 En ese trayecto, inclusive, cruza el cauce hoy seco del río Curacó, sobre el cual en 2002 se emplazó un puente que permitió el acceso a la obra de toma y a la EB1.


 El desnivel entre el "pelo" de agua del río y la potabilizadora es de aproximadamente 40 metros.


 Nos comentaba el ingeniero Pico que la capacidad de recepción, aquí, es de 2 metros cúbicos por segundo, aunque en la actualidad sólo está en funcionamiento el primer módulo, mientras que los restantes serán construidos de acuerdo con la demanda requerida.


 De la cámara de carga se deriva el agua cruda a los decantadores, filtros rápidos, galerías de comandos, planta de ablandamiento por resinas, edificio de dosificación de cloro gaseoso y se vierte el agua ya potable a la cisterna de 2.500 metros cúbicos de capacidad, para realizar el bombeo al acueducto.


 Todas estas instalaciones se encuentran sobre nivel del terreno, en tanto que las cañerías que conectan a las distintas plantas se ubican bajo suelo.


 En el predio de la planta potabilizadora (unas 15 hectáreas), también se ubican otros edificios e instalaciones.


 Por caso, el principal, de planta baja y dos pisos, con las secciones de laboratorio, talleres, la sala de control, donde a través de cinco monitores, un operario no sólo observa el funcionamiento de toda la planta, sino también el del acueducto, los derivadores y las plantas de distribución en cada localidad.


 Además, existe un edificio de alojamiento para el personal de operación y mantenimiento, con capacidad para 80 personas e instalaciones de esparcimiento.


 El personal, en su mayoría, fue seleccionado entre los operarios que trabajaron en la construcción del complejo.


 Algunos se desempeñaban en Pichi Mahuida y otros en la línea, recorriendo el acueducto.


 Los de Pichi Mahuida cumplen dos turnos de 15 operarios cada uno y trabajan ocho días por seis de franco.


 En línea también son quince personas, incluidos choferes, maquinistas y serenos. Trabajan de lunes a viernes y los fines de semana están de guardia pasiva, ante emergencias.


 Hoy por hoy, el personal comprende una veintena de operarios que se desenvuelven en turnos rotativos a lo largo de ocho días con seis de descanso.


 Lo llamativo en este caso es que proceden de distintos puntos, no sólo de la región, sino de provincias lejanas, como el caso de Catamarca, Corrientes y hasta Jujuy.


 El predio se complementa, entre otras edificaciones, con vivienda para visitas, talleres y depósitos, posta sanitaria para atención primaria y servicios como red de agua potable, desagües y tratamiento de efluentes cloacales y gas natural.


 Además, cuenta con calles internas enripiadas con canto rodado y fue totalmente parquizado, con sistematización del riego en todos los parques y jardines.


 Es jefe de la planta Mario Domínguez, de Bahía Blanca.


 Una de las obras primordiales que comprendió el proyecto fue el abastecimiento eléctrico de todas las instalaciones.


 Ello demandó una ampliación de la estación transformadora próxima a la localidad de Puelches y la construcción de una línea de 132 Kv, de 105 kilómetros de longitud, hasta el complejo Pichi Mahuida.


 Aquí se levantó una moderna estación transformadora, que rebaja de 143 kilovoltios a media tensión (6,6 y 13,2 Kv), no sólo para las instalaciones de bombeo y procesamiento del agua, sino para distribución en toda la pequeña villa.


 --Ingeniero Pico, ¿qué rol cumple la red de fibra óptica que se adosó al proyecto?


 --Todo el sistema opera de forma automática, a través de una intrincada red de comunicaciones que conecta todas las localidades mediante un tendido de fibra óptica. Si bien se trata de una obra complementaria, esta misma red (de 580 kilómetros en la primera etapa) denota una importancia estratégica para el desarrollo futuro de toda la provincia.


 --En otro orden, ¿con qué frecuencia y en qué lugares se hacen muestras del agua del acueducto?


 --De acuerdo con el parámetro y su importancia, la frecuencia de análisis varía en forma diaria, semanal o quincenal. Aquellos controles que, por razones de equipamiento y distancia, no pueden se realizados en planta, son derivados a laboratorios externos.


 "Semanalmente, se envían cuatro muestras al laboratorio de la Administración Provincial de Agua de los extremos del troncal secundario (Alpachiri y Jacinto Aráuz) y de dos localidades seleccionadas al azar, para verificar que la calidad de nuestra agua se mantenga a lo largo de toda la cañería.


 "Semestralmente, se realiza un análisis de todos los parámetros que establece el Código Alimentario Argentino".


El acueducto principal







 Como queda dicho, el agua se impulsa en el acueducto potable y no cruda, lo que exige un sistema de cloración en toda la línea.


 Desde la planta en Pichi Mahuida, mediante la estación de bombeo 2 (EB2), el caudal debe recorrer 41 kilómetros hasta llegar a la cisterna principal, ubicada a 20 kilómetros al sur de Cuchillo Co.


 Vence, en el trayecto, otro desnivel de aproximadamente 150 metros.


 Ese depósito de reserva de agua es el más grande de todos los que posee la obra.


 Puede albergar 7,5 millones de litros de agua y está en el punto más alto del terreno del acueducto; es decir, a 314 metros sobre el nivel del mar.


 A partir de allí el agua deja de escurrir por bombeo y comienza a viajar por gravedad.


 Los caños del acueducto principal fueron construidos en PRFV (plástico reforzado con fibra de vidrio)


 La primera etapa, entre Pichi Mahuida y Santa Rosa, pasando por Padre Buodo y Ataliva Roca, tiene una longitud de 265 kilómetros y diámetros de 1 a 1,20 metros.


 En esta etapa se ejecutaron seis acueductos secundarios con sus ramales, construidos en polietileno de alta densidad, con un desarrollo de 270 kilómetros y diámetros variables de hasta 45 centímetros, incluyendo las obras cabeceras, sistema de cloración líquida y estaciones de entrega en las localidades.


 Así es que desde el acueducto troncal se derivan varios acueductos secundarios, desde el sur hacia el norte.


 El primero abastece al pueblo de Cuchillo Co; el segundo, de 180 kilómetros de largo, alcanza Abramo, Bernasconi, Jacinto Aráuz, General San Martín, Guatraché, Colonia Santa Teresa, General Campos y Alpachiri.


 Hacia el norte, el acueducto tiene 4 derivaciones, que finalizan en Unanué, Colonia Santa María, General Acha y Quehué.


 Más adelante, los secundarios alimentan a Ataliva Roca, Toay y Cachirulo.


 Vale puntualizar que en toda la región no existen fuentes de agua subterránea en cantidad y calidad como para servir a la población ganadera; por ello, la obra contempló el abastecimiento de agua a la hacienda, en la zona de influencia del acueducto, a través de tomas ubicadas cada 10 kilómetros, cada una de las cuales sirve a un conjunto de productores.


 --Ingeniero Pico, ¿qué caudal ingresa hoy al acueducto?


 --Estamos aportando poco menos de 1.000 metros cúbicos por hora, cuando la capacidad actual de la planta en Pichi Mahuida es de 2.400.


 --Traducido en metros cúbicos por segundo...


 --Sería algo así como 0,28 metros cúbicos por segundo de 0,66 posibles en este primer módulo.





Paso a paso


1


El doctor Rubén Marín impulsó el proyecto, durante su campaña a gobernador a mediados de los 90, bautizándolo como "el emprendimiento más importante en la historia de la provincia".

2


A mediados de 1996, un grupo de expertos llegó a la conclusión de que el río Colorado representaba el mejor recurso disponible.

3


El gobierno pampeano presupuestó el Gran Acueducto del Río Colorado en 183 millones de dólares. Marín consiguió un compromiso de financiamiento de la Nación, pagadero en diez cuotas anuales iguales de 18 millones cada una, desde 1998.


4

La obra fue adjudicada a la empresa Victorio Gualtieri S.A., que presupuestó por un monto sensiblemente menor al presupuesto oficial: 138.227.049,82 dólares.

5

Esto permitió a la provincia un nuevo acuerdo con la constructora para ampliar la alimentación del acueducto al máximo caudal que se podía extraer del Colorado: 2 metros cúbicos por segundo.

6

En el año 2000, el gobierno pampeano rescindió el contrato con Victorio Gualtieri, realizando un nuevo concurso de precios.


7


Al año siguiente, el constructor sueco Skanska y el grupo Techint se adjudicaron un contrato para reanudar la terminación de la obra.

8


El 28 de agosto de 2005, el agua del Colorado comenzó a llegar a la ciudad de Santa Rosa.






1942

fue el año en el que se comenzó a hablar de la posibilidad de tomar agua desde el río Colorado para abastecer al pueblo pampeano.


2

metros cúbicos por segundo es la capacidad máxima de transporte del acueducto pampeano. La del de Pedro Luro-Bahía Blanca sería similar.


































































 
Segunda etapa





 A comienzos de este mes, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, firmó el convenio por el cual se fija como "obra prioritaria" la construcción del acueducto Santa Rosa-General Pico.


 La obra estará a cargo de Supercemento y la brasileña Oas.


 Esta segunda etapa agregará 140 kilómetros de acueducto principal, y permitirá abastecer a Winifreda, Eduardo Castex, General Pico, Monte Nievas y Metileo.







Aguas del Colorado












 La empresa Aguas del Colorado SAPEM, que maneja el acueducto, es una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, constituida en La Pampa.


 Su capital social está representado en un 60% por acciones suscriptas por el Estado provincial, 20% por acciones de municipios y comisiones de fomento y el resto por personas, cooperativas o mutuales.


Un recurso escaso







 Cuando se pensó en el acueducto del Colorado, se hizo hincapié en una realidad:


 Estaba dada por la escasez de fuentes de agua superficiales, un clima árido y semiárido y casi 300 mil habitantes que consumían agua proveniente de los escasos recursos subterráneos.


 Lo peor es que estos recursos muchas veces estaban afectados por exceso de elementos químicos nocivos, como el flúor y, en particular, el arsénico, así como una importante sobrecarga de sales.




EN DOS TRAZOS


Similitudes












 No es casual el título de la nota principal de esta página.


 Es que, si uno se pone a pensar un poco, hay puntos en común entre lo que hoy es una realidad, el acueducto de La Pampa, y el sueño, el que llegará a Bahía Blanca y otras poblaciones del sur bonaerense.


 En primer término, porque el río Colorado será la fuente común desde la que se extraerán los caudales.


 En segundo término, porque, en principio, ambas tuberías deberían tener la misma capacidad de conducción, 2 metros cúbicos por segundo., volumen acordado y aprobado con las cinco provincias ribereñas, en el seno del COIRCO.


 Además, porque así como desde Pichi Mahuida debe sortearse una importante pendiente para llegar con el agua a los destinos elegidos, también será necesario hacerlo desde Pedro Luro hasta nuestra ciudad, Punta Alta, Hilario Ascasubi, Mayor Buratovich, Teniente Origone, Médanos y Algarrobo, entre otras localidades.


 Convengamos en que, según lo advertimos en Pichi Mahuida, un acueducto de este tipo no resulta fácil de concretar. Máxime, en el caso del que partirá de Pedro Luro, porque deberá sortear zonas de riego (léase canales) y también, sectores urbanos, en su llegada a nuestra ciudad.


 De todas formas, para los bahienses, esta obra significará un adecuado complemento a las posibilidades hoy existentes; básicamente, provenientes de Paso de las Piedras, que, en estos últimos años, quizás como nunca, ha demostrado que no alcanzan como principal fuente de abastecimiento, teniendo en cuenta el crecimiento de la ciudad, no sólo poblacional, sino industrial, más allá de los excesos que existen y debieran corregirse.


 El río Colorado significará, por lo tanto, sumar a una fuente de tipo pluvial (la del Sauce Grande y demás arroyos que bajan desde el sistema de la Ventana) la alternativa de otra, completamente distinta, que llega desde la cordillera y se enriquece, básicamente, con precipitaciones nivales.


 La única duda que a uno le queda por saldar es por qué, si ya se ha tomado la decisión política de realizar el acueducto y los fondos para solventarlo están, no se aprovecha esta excelente oportunidad y se piensa en aumentar la capacidad de toma y transporte de agua desde el Colorado, pasando de los 2 metros cúbicos proyectados a 3.


 Quizás esta diferencia, aparentemente exigua, no signifique una inversión tan importante como sí lo será el hecho de que nuestra región se asegure, por décadas, el recurso hídrico que permita un futuro sin los sobresaltos que se viven en la actualidad.

David Roldán