El primer surtidor
Hace 80 años, en abril de 1930, comenzó en Bahía Blanca la venta de la Nafta Nacional YPF.
Veintitrés años habían transcurrido desde que la Dirección Nacional de Minas enviara personal a Comodoro Rivadavia para realizar una perforación en busca de agua. Fue así que José Fuchs, encargado de los trabajos, notó que el pozo desprendía un fuerte "olor a querosén". Pocas horas después, un líquido negro inundaba el sector: Habían descubierto petróleo.
A las 10.35 del 11 de abril de 1930 (en el aniversario de la ciudad), se habilitó en estos pagos el primer surtidor de nafta fiscal, instalado en la vereda del Banco de la Nación Argentina, en la esquina de Estomba y Moreno.
El producto se vendía a 20 centavos el litro y tenía color rosado, cuyas características principales eran (según la publicidad oficial) "su antidetonancia, la combustión completa y un poder eficiente absoluto". Aquella mañana de otoño, una numerosa fila de automóviles participó de tan trascendente servicio.
"El pueblo ha respondido al llamado formulado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales, dado que el surtidor durante todo el día estuvo vendiendo ese producto", señaló "La Nueva Provincia".
Es que la nafta YPF era algo más que un buen combustible. "Consumiéndola --aseguró el gobierno--, se contribuye al aumento creciente de la grandeza e independencia nacional". O, lo que es más serio, "es una obra de nacionalismo: usándola, usted cumple con ese deber".
YPF, que llegó a ser la única petrolera del mundo que daba pérdidas, fue privatizada en 1994. Sus nuevos dueños la convirtieron en una de las empresas más rentables.