Soledad Villamil, feliz, sorprendida y orgullosa

Redacción de La Nueva.

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 Sus actuaciones como cantante en el Centro Cultural Torquato Tasso impidieron a Soledad Villamil asistir el domingo a la ceremonia de entrega de los Goya 2010 en Madrid, donde obtuvo el premio Revelación por El secreto de sus ojos.

 La actriz, quien compartía esperanzas con Ricardo Darín --como mejor actor, que no ganó-- entre las nueve nominaciones del filme argentino de Juan José Campanella, dijo sentirse muy feliz y orgullosa por su premio.

 Villamil tuvo que conformarse con recibir la noticia por teléfono, ya que un compañero le conectó con la ceremonia de los premios Goya para que pudiera escuchar "casi en directo" el momento en que dijeron su nombre, algo que fue "emocionante" para ella.

 "En realidad no me esperaba ni la nominación ni el premio, pero es sin duda un gran estímulo, un aventón para seguir adelante de la mejor manera posible; es por supuesto un reconocimiento que abre muchas puertas", indicó

Con tranquilidad.

 Sobre su categoría de actriz revelación sostuvo que significó para ella otra sorpresa, "aunque es de todos modos un honor que la Academia española del cine se haya fijado en mi trabajo esta vez; lo mismo inquietó a algunos medios españoles, que suponían que con mis 20 años de actuación ya me habrían visto".

 "Viene de otro país y eso es bueno. De todos modos yo siempre me he tomado con mucha tranquilidad y responsabilidad en el día a día de mi trabajo, aunque gracias a esta película puedo llegar a desarrollar algo en España", apuntó.

 Villamil era conocida en la península ibérica por sus actuaciones en Un Oso rojo, No sos vos, soy yo y El mismo amor, la misma lluvia, esta última también con Darín y Campanella, pero el flamante Goya "me lleva a un mayor interés en crecer como actriz fuera de nuestro medio", arriesgó.

 En el mensaje escrito que envió a la Academia, la actriz aprovechó la oportunidad "para agradecer y compartir este premio, porque el trabajo de una actriz no está separado del entorno que la rodea, con mis compañeros de trabajo, actores, equipo técnico y productores argentinos y españoles".

 Extendió su agradecimiento a "Ricardo Darín, quien con su inmenso talento hace que lo difícil parezca fácil y lo contagia a los demás; y a Juan Campanella, por haberme hecho ese precioso regalo llamado Irene Menéndez Hastings (su personaje en la película)".

Otra gran pasión.

 A pesar del impulso que este premio supone para su carrera como actriz, Villamil tiene claro que no va a dejar de lado la música, porque es su gran pasión.

 "La música no puedo ni quiero dejarla, es algo que me da otra posibilidad de expresión, de comunicación con el público. Me llena de felicidad subir al escenario a cantar, es algo que voy a seguir desarrollando, espero que cada vez más", aseguró.

 No obstante, insistió en que no quiere tener que elegir entre ambas profesiones porque la actuación es también un oficio que ama.

 Villamil, quien durante los próximos tres meses continuará con la presentación del disco, no tiene por ahora proyectos cinematográficos.

 Aunque es bastante selectiva con los trabajos que acepta porque le gusta ponerles "mucha pasión y mucho compromiso", espera en algún momento enamorarse de otro guión.

 Sobre su ausencia en la ceremonia, Villamil reiteró estar muy abocada a sus actuaciones en el Tasso, donde está presentando temas de su cd Morir de amor, que el 23 de enero tuvo su presentación de gala en el teatro Joventut de Barcelona.

 "Fue algo muy circunstancial porque yo hubiera tenido que suspender una función y solucionar algunos problemas, porque España no queda ahí nomás, pero espero poder viajar a mediados de año para presentar mi disco", puntualizó. (Télam)