Bahía Blanca | Jueves, 17 de julio

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Menos susto y preocupación

Un diagnóstico de diabetes durante el embarazo asusta. Muchas embarazadas confunden la diabetes gestacional con las diabetes pregestacionales. "Esto genera angustia y miedo, porque se piensa en las conocidas complicaciones de la diabetes tipo I y tipo II, como ciertas malformaciones congénitas, que no están presentas en la diabetes del embarazo", afirma el médico obstetra Gustavo Leguizamón, jefe de la unidad de embarazos de alto riesgo en el centro médico porteño Cemic.


 Un diagnóstico de diabetes durante el embarazo asusta.


 Muchas embarazadas confunden la diabetes gestacional con las diabetes pregestacionales.


 "Esto genera angustia y miedo, porque se piensa en las conocidas complicaciones de la diabetes tipo I y tipo II, como ciertas malformaciones congénitas, que no están presentas en la diabetes del embarazo", afirma el médico obstetra Gustavo Leguizamón, jefe de la unidad de embarazos de alto riesgo en el centro médico porteño Cemic.


 La diabetes gestacional o diabetes del embarazo, que según se estima afecta a entre el 5 y el 10 por ciento de las embarazadas, es una alteración transitoria de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre.


 Esto significa que, después del parto, esos niveles vuelven a ubicarse dentro de parámetros normales.


 No obstante, durante la gestación, el control de los azúcares en la sangre requiere tratamiento, que para la mayoría de los casos consiste sólo en una dieta y un programa de ejercicios adecuados.


 En un porcentaje menor se recurre al uso de insulina.


 La diabetes gestacional habitualmente se diagnostica cuando, entre las semanas 24 y 28 del embarazo, se le pide a la mujer un estudio de sangre llamado de carga de glucosa para determinar si absorbe la glucosa adecuadamente.


 Este trastorno de los azúcares tiene un buen pronóstico: aunque genera mucha angustia, detectada y tratada adecuadamente el pronóstico para la madre y para el recién nacido es excelente.

Dieta y ejercicios




 La glucosa es el nutriente principal para el bebé y cuando le sube el azúcar en sangre a la madre, cruza fácilmente la placenta y le llega al bebe.


 "Cuando los niveles son excesivamente elevados, esto puede traer distintas consecuencias negativas para el bebé", explica el doctor Leguizamón.


 La más frecuente es la llamada macrosomia fetal, en la cual el bebé crece más que lo que correspondería a su potencial genético.


 Eso, a su vez, puede traer dificultades durante el parto debido al gran tamaño del bebé.


 Pero todo esto es prevenible, asegura el especialista.


 Se estima que entre el 40 y el 60 por ciento de las mujeres con diabetes gestacional logra controlar sus niveles de glucosa en sangre sólo con seguir una dieta y un programa de actividad física adecuados.


 En cuanto a la actividad física, lo ideal es hacer caminatas de media hora o 45 minutos, tres veces por semana.


 "Esto, siempre y cuando no haya otros problemas del embarazo", explica el especialista.


 Sirve, también, hacer ejercicios de brazos y otros tipos de actividad física, ya que aumentan la sensibilidad de las células del organismo a la insulina.


 "En las mujeres con diabetes gestacional que no realizaban actividad física antes de quedar embarazadas, se recomienda que caminen después de la comida principal del día, alrededor de 30 minutos y con un ritmo suave", señala, por su parte, la doctora María Cristina Faingold, médica endocrinóloga del Hospital Francés.


 En cuanto a las mujeres que sí realizaban alguna actividad física previa al embarazo, pueden seguir practicándola, aunque se aconseja modificar la parte del cuerpo que recibe la carga, tratando de evitar que sea la parte inferior, por su relación con la contractilidad uterina.


 En cuanto a la dieta indicada para las mujeres con diabetes gestacional, lo que se busca es que contenga una cantidad de hidratos de carbono, de proteínas y de grasas que ayuden al organismo a un buen manejo de los niveles de glucosa en la sangre.


 "Para eso se estipula una dieta con una determinada cantidad de calorías diarias, que se calcula de acuerdo con el peso de la paciente", explica el doctor Leguizamón.


 El éxito de la dieta y del programa de actividad física se evalúa a través del automonitoreo de los niveles de glucosa en sangre, para lo cual se emplean las tiras reactivas en las cuales la mujer de colocar una gotita de sangre.


 Para obtenerla, debe pincharse con unas lancetas en las yemas de los dedos; este procedimiento debe realizarse varias veces al día, al igual que las personas con diabetes tipo I y tipo II.


 En los casos en que los niveles de glucosa en sangre no son controlados mediante estas medidas higiénico-dietarias, concluye Leguizamón, es que se recurre a la terapia de sustitución de insulina.

Opinión

Cómo aparece






 Ciertas hormonas que produce la placenta para mantener al feto saludable actúan también sobre la madre y hacen que le cueste absorber más el azúcar que ingresa al organismo con las comidas.


 Esa dificultad hace que necesite más insulina para permitir el ingreso del azúcar a las células del organismo.


 Algunas mujeres tienen una reserva funcional en su páncreas que les permite producir una cantidad extra de insulina.


 Otras no dan abasto en los requerimientos de insulina y el resultado es la diabetes gestacional, que se manifiesta generalmente por niveles elevados de glucosa después de las comidas.


 Teniendo en cuenta que en el país hay en promedio un millón de embarazos anuales, son 50.000 mujeres al año que van a tener diabetes durante el embarazo.




 El doctor Jorge Alvariñas, autor de este comentario, es jefe del grupo de trabajo en diabetes del Hospital Tornú.