Después de Olimpo, ¿qué?
Muchos entraron al mundo de Olimpo en Primera por la puerta de atrás, pero se terminaron yendo por la mejor: la de vidrios espejados, la más linda, la que todos miran, la que acapara la atención de colegas, periodistas, dirigentes y representantes.
Los cuatro años de los aurinegros en la máxima divisional del fútbol argentino dejó mucha tela por cortar, pero, por sobre todas las cuestiones, más aspectos positivos que negativos para destacar.
Sin ningún tipo de dudas, más allá del reciente descenso, la entidad bahiense y su presidente Jorge Ledo dejaron una marca en el sitial de privilegio del balompié nacional. Sí, las que tienen que ver con el respeto hacia las demás instituciones y entes relacionados con la AFA, la buena organización y la "pata ancha" que hizo en un estadio complicado como el Carminatti, donde River y Boca se dieron el lujo de dar sus vueltas olímpicas.
Ya está. Pasaron cuatro temporadas, y algunos "personajes" dejaron sus huellas marcadas en un club que se ganó un nombre y un prestigio muy grande a nivel nacional.
Un fenómeno desconocido
Del primer plantel uno de los fenómenos más recordados es el de Julio César Falcioni, quien asumió la conducción técnica en mayo de 2002 con un currículum discreto bajo el brazo.
Comenzó en Vélez en el Apertura '97, para reemplazar a Eduardo Solari y dirigir solamente un cotejo (1-1 ante Racing). Allí dio sus primeros pasos como entrenador hasta el Apertura 2000. Totalizó 53 partidos, con 19 triunfos, 21 empates y 13 derrotas.
Pero no le fue tan bien como en Olimpo, con quien alcanzó un pico de rendimiento decisivo en el Clausura 2003: 19 jugados, 8 ganados, 6 perdidos y 5 empates. Le sirvió para sacar al aurinegro de la zona del descenso y también de la Promoción.
Cuando llegó dijo que se iría conforme si obtenía 50 puntos en los dos torneos. Al final, sacó 48 (sin tener en cuenta las tres unidades que los aurinegros consiguieron en el partido suspendido ante Huracán que después se disputó en la "era" Saporiti, y que ganó Olimpo 1-0 con gol de Alejandro Delorte) sobre 111 posibles. Nada despreciable.
Su paso --y campaña-- por Olimpo lo eyectaron hacia el sur del Gran Buenos Aires, donde Banfield le brindó un mejor contrato. En su primera temporada con el "Taladro" realizó una gran performance y lo clasificó a dos torneos continentales: Copa Libertadores y Sudamericana.
Codo a codo con el éxito, "Pelusa" llegó a Independiente, donde no le fue de todo mal, pero en el club de "paladar exquisito" su equipo no jugó bien y terminaron cortándole el contrato. Por esas cuestiones, lógicas o ilógicas del fútbol, hoy Falcioni, que tiene más cotejos ganados que perdidos en su carera, está sin trabajo.
Los goles "salvadores"
Cristian Gastón Castillo llegó proveniente del inhóspito fútbol de Arabia Saudita. Había surgido como una gran promesa en Colón de Santa Fe y, ya con una trayectoria que pintaba para mucho, pasó a River, donde tuvo todo servido para triunfar. Sin embargo, cuestiones extradeportivas fueron apagando su luz futbolística hasta que, en 2002, emigró a tierra de emiratos, donde jugó en Al-Nasr (10 partidos y 2 tantos).
Por pedido expreso de Julio César Falcioni, el delantero arribó a Olimpo para afrontar el Clausura '03 ("Es tu última oportunidad en el fútbol argentino. La tenés que aprovechar", le dijo el DT olimpiense en una charla de tres horas en uno de los vestuarios del Carminatti).
La "psicológica" dio resultados, porque el delantero convirtió 11 goles en 19 partidos para el mejor torneo corto que tuvieron los aurinegros en la categoría. Siete de ellos fueron de su socio (sólo dentro de la cancha), Silvio René Carrario, uno de los más recordados por los simpatizantes aurinegros.
Significó retorno y bienvenida para un delantero que sintió los ojos de varios clubes de nuestro país y también del exterior sobre sus espaldas.
Al torneo siguiente, Independiente le ofreció un contrato muy importante, como para confirmar su gran momento. Pero patinó en el arranque y se diluyó en expectativas (no marcó goles en los ocho encuentros disputados por el torneo de AFA y sólo uno en un choque por Copa Sudamericana, sobre tres presentaciones).
Desde el Clausura 2004 hasta el Apertura 2004 militó en Gimnasia y Esgrima La Plata y sumó tres tantos en 17 cotejos. Después quedó libre, engordó y todos se olvidaron de él.
Hasta que Olimpo, por intermedio de su presidente Jorge Ledo, le ofreció entrenar con la Primera local, que no se dio en su momento, pero las ganas del "Bola" siguen
Saporiti, el "bombero"
Olimpo le dio la chance de volver a dirigir en el país después de 11 años en Méjico. El último título en suelo argentino conseguido por Roberto Marcos Saporiti fue el Metropolitano del '84 con Argentinos Juniors. Su chapa, en un principio, fue haber sido técnico ayudante de César Luis Menotti en el proceso de preparación que la selección argentina llevó a cabo para el Mundial '78.
A la entidad bahiense llegó "para apagar el incendio" en que se había convertido la campaña en el Apertura '03 bajo la conducción de Enzo Trossero, quien había logrado solamente tres puntos en diez partidos.
De todos los técnicos que pasaron por la entidad en lo que va del proceso en Primera, fue quien obtuvo el mayor porcentaje de puntos (45,24 contra 44,83 de Gregorio Pérez en 29 compromisos): en 28 encuentros (entre Apertura '03 y Clausura '04) logró 36 unidades, es decir, 1,29 puntos por juego.
Se alejó de la entidad en buenos términos, volvió a Méjico ("su segunda casa", según indicó), y tras descender con El Puebla, ahora orienta a Talleres de Córdoba en la "B" Nacional.
Gastón Aguirre, en escalera
Un desconocido en el ambiente de Primera. Proveniente de Temperley (Primera "B" Metropolitana), el zaguero rápidamente generó su espacio en el plantel superior de Olimpo (jugó 24 cotejos y no convirtió tantos).
Estaba tapado por Mauro Laspada, por eso empezó siendo titular como lateral por derecha, donde no rindió lo esperado. De zaguero jugó sólo algunos partidos y demostró una categoría enorme, muy superior a las condiciones del "Pelado", hasta ese momento ídolo del club. Su buena pegada, sus "salidas" con balón dominado lo hicieron equivocar varias veces, como el gol que River hizo en el Monumental, por ejemplo. Todo eso, hizo que "Tonga" no pueda sacarle el puesto a Laspada.
Del equipo bahiense emigró a Newell's, plataforma para despegar hacia el Seleccionado Argentino que dirigió Marcelo Bielsa, donde fue convocado pero nunca debutó.
Cristian Tavio "explotó"
De los casos tomados para esta nota fue el único que estando en otro equipo brindó palabras de agradecimiento a Olimpo por haberle dado la chance de llegar a Primera.
Tavio, lateral-volante, empezó su raid futbolístico en el Deportivo Paraguayo y, con tan sólo 16 años, debutó en la Primera de ese club en la "C".
En el '99 pasó a Huracán de Parque Patricios, jugó un mes y medio en cuarta y subió al equipo superior, donde fue partícipe del ascenso a Primera.
Sin embargo, a mediados de junio de 2000, el "Globo" lo dejó libre y estuvo un año parado. Estuvo por dejar el fútbol.
"Por suerte me vio Salvador Pasini en un amistoso y me llevó a Estudiantes de Buenos Aires", expresó. Una gran temporada en ese club le devolvió la confianza y comenzó a recibir ofertas de distintos clubes. Quilmes, Instituto, San Martín de San Juan, Brown de Arrecifes y Deportivo Español solicitaron sus servicios, pero el defensor prefirió otro: Olimpo. Y en Primera...
Se lució en el partido debut ante Independiente, en el Apertura 2002. Y los buenos partidos siguieron, al punto que terminó siendo una de las revelaciones en ese torno. El lateralista disputó 26 encuentros con la casaca aurinegra, anotó dos conquistas y terminó con un promedio de 6,50 en este diario, una regularidad poco habitual en los futbolistas de Primera. Su único lunar fueron las expulsiones, ya que vio tres rojas en un mismo campeonato.
Después, Oscar Ruggeri lo pidió como refuerzo para Independiente en el Apertura '03, y en julio de ese año, Tavio ya era un rojo más.
"Siempre le estaré agradecido a Olimpo, que me hizo debutar en Primera. Me fui bien con la gente y los dirigentes. Siempre quise volver; no me resigno a pensar que Olimpo fue nada más que un paso en mi carrera", aseguró Cristian cuando en el torneo pasado vino con Colón y vio un estadio Carminatti colmado.
Silvio Carrario, el más querido
Un jugador problemático en la mayoría de los equipos en los que jugó, pero en Olimpo fue otro. Salvo por el episodio con Cristian Castillo (discutieron y se pelearon en un entrenamiento), el "Tweety" fue uno de los delanteros que más rindió en la temporada del debut de los bahienses.
El delantero jugó 36 partidos y marcó 7 goles, pero fue el "asistente" de Castillo en el Clausura histórico y se ganó el afecto de la gente.
Muchos aseguraron que por problemas personales no siguió en Olimpo ni se pudo quedar en Bahía Blanca, pero Silvio es un "personaje" del fútbol, un peregrino (pasó por Boca, Racing, Chacarita, Argentinos Juniors, Quilmes, etc...). Pero está dispuesto a volver porque quedó en libertad de acción. ¿Vendrá?
El goleador propio
Alejandro Darío Delorte, en tres temporadas y media (el Apertura pasado lo jugó en Gimnasia) es el máximo artillero de Olimpo en Primera con 24 conquistas (Diego Galván terminó con 14, la misma cantidad que Ezequiel Maggiolo, aunque "Lechuga" en una temporada). Nacido en Cabildo, el lungo delantero le ganó la batalla a las críticas que lo señalaban incapaz de brillar en el escenario grande.
Cada vez son menos los que se resisten a ver al "Flaco" en un terreno de juego, pero la mayoría tuvo que aceptar que el "Flaco", a fuerza de goles, sacrificio y mucho aprendizaje (por algo se quedaba a perfeccionarse después de cada entrenamiento en las dos primeras temporadas), fue un jugador hecho y derecho para los aurinegros.
Con su metro noventa y ocho fue superando no sólo sus limitaciones técnicas, sino también la apatía de entrenadores que no le brindaron confianza ni minutos. Ninguno de los que llegó (Julio Falcioni y Juan José López, sobre todo) lo tuvieron en cuenta, pero el cabildense, en esos procesos, siempre terminó jugando, y demostrando que "él" era el jugador.
Gustavo Alfaro siempre obtuvo mejores rendimientos en otros atacantes (José Zelaya y Roberto "Fito" González, por ejemplo), por lo que Delorte estuvo relegado.
Enzo Trossero fue quien más le habló y motivó a que mejorara ciertos movimientos. Tanto el técnico como el jugador sabían que, con 24 años, era su última oportunidad de triunfar. Y el "Flaco" entendió el mensaje y ahí empezó una carrera que, más allá de los números y su juego, todavía tiene sorprendidos a varios...
Ricardo Sbrana/"La Nueva Provincia"
Llegó Leandro Fleitas, pero...
Leandro Roberto Fleitas llegó ayer a nuestra ciudad, aunque no entrenó en Olimpo, que cumplió, en doble turno, su segunda jornada de preparación con vistas a la "B" Nacional que comenzará el 5 de agosto venidero.
El defensor de Argentinos Juniors, de 22 años y con
33 partidos en Primera y 13 en la "B" Nacional, se convirtió en el tercer refuerzo confirmado por el plantel que conduce técnicamente Omar Labruna.
Los otros dos son Matías Villavicencio, quien ya entrenó, y Nahuel Fioretto, que aseguró que hoy estará sumándose al equipo.
¿El otro? Pablo Monsalvo, de 23 años y proveniente de Huracán de Parque Patricios. El "5" estaría arribando a Bahía la próxima semana.
Jorge Ledo ya se encuentra en Buenos Aires, donde, entre hoy y mañana, cerrará cinco refuerzos más. Y el presidente está allá para que esos jugadores vengan con los contratos firmados.
El lunes se tienen que presentar a entrenar Hugo Costela, Martín Asencio, Máximo Lucas, Ismael Blanco, Gustavo Savoia, Juan Fernández y Jesús Méndez, todos con extensión de contratos.
Ayer, el plantel entrenó en doble turno con los mismos que estuvieron el lunes.
Tomaron parte Matías Villavicencio, la primera incorporación, Mauro Olivi y Sergio Escudero, y los primeros contratos Martín Wagner, Leandro González, Rodrigo Melchior, Gabriel Dietrich, Nicolás Abot y Federico Oteiza.
También estuvieron los que juegan en el equipo local que conduce Sergio Hernández. Ellos son: Gabriel Arias, Matías Ibáñez, Marcelo Ricci, Santiago Virgili y Nicolás Fidalgo, además del arquero cordobés