Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Un bailarín bahiense en el Ballet Nacional

Un chico bahiense, integrante de la gran familia de la danza conformada por las peñas folklóricas locales, vive desde hace pocos días una de las mayores satisfacciones posibles en lo referido a su actividad. Integrante de la agrupación local Hermana Tierra, Martín Cardoso resultó recientemente incorporado al Ballet Nacional de Folklore dirigido por Nidia Viola (hermana de la recordada Norma Viola).
Un bailarín bahiense en el Ballet Nacional. El país. La Nueva. Bahía Blanca


 Un chico bahiense, integrante de la gran familia de la danza conformada por las peñas folklóricas locales, vive desde hace pocos días una de las mayores satisfacciones posibles en lo referido a su actividad.


 Integrante de la agrupación local Hermana Tierra, Martín Cardoso resultó recientemente incorporado al Ballet Nacional de Folklore dirigido por Nidia Viola (hermana de la recordada Norma Viola).


 Aún con muestras de su gran entusiasmo por la designación, Martín prefiere --antes que nada-- reconocer a quienes apuntalaron su tarea de aprendizaje en el pago chico.


 "Quiero agradecer al "Chino" (Sergio Barriga, profesor de Hermana Tierra), de quien aprendí todo en los catorce años que llevo en la peña. También a gente como Charito de Madrid, Lorena Etchepare, y de la Escuela Nuevo Tiempo Jorgelina Duca y Gisella Avale, quienes tanto me ayudaron en estudios especiales para la danza", enumera.


 Martín Fabián Cardoso nació el 2 diciembre de 1982 y desde muy niño desplegó movimientos propios de zambas y chacareras.


 Asegura que asume nueva condición "con mucha fe en el futuro" y explica cómo se realizó, paso a paso, el proceso de acceso al Ballet.


 "Participé en tres selecciones para entrar y no me fue bien en las dos primeras. Pero en la tercera tuve suerte. La prueba se realizó durante los primeros días de este mes en San Telmo y estuvo a cargo de Nidia Viola. Consistió en seguir la coreografía de los integrantes del grupo, quienes ensayaban adelante y nosotros copiábamos y corregíamos cada paso", comenta, bien predispuesto para el diálogo.


 --Qué tipo de obras debían practicar?


 --Temas folklóricos preparados: Martin Fierro, El Salteño, un cuadro que incluye una marcha y malambo con lanza y penca; malambo con rebenque, tango, clásico y malambo común.


 "Mientras bailábamos tomando su modelo, los asistentes nos corregían. Los mismos chicos del Ballet Nacional nos daban una mano. Fuimos diez postulantes...para dos vacantes. Una, por suerte, fue para mi.


 --¿Y cómo sigue tu trabajo ahora?


 --Ya como parte del Ballet soy como un "laburante" de él. Mi trabajo consiste en seguir construyendo coreografías y perfeccionando el aprendizaje. Lo hago de martes a viernes de 14 a 20 de la tarde y, a veces, los fines de semana también, si es necesario.


 --¿Qué tan exigentes son las medidas de aprendizaje?


 --Son estrictas. Muy exigentes. Conmigo todo bien, porque tuve la suerte de responder a esas exigencias pero bueno... así son las cosas bajo el criterio que a mayor dedicación mejores resultados. Y así lo entendemos todos. Es un trabajo. Pero un trabajo que a uno le gusta y para buen final creo necesario buena aplicación.


 "Esto es un trabajo agotador pero que se hace con gusto. Tenemos nuestro sueldo y beneficios sociales, los que se empiezan a disfrutar recién a los tres meses una vez resuelta toda la documentación.

Roberto Oña/"La Nueva Provincia"