El castigo por querer producir más y mejor
"Hay que producir más y mejor".
En la historia argentina, probablemente esta haya sido una de las frases más escuchadas. Varios la han pronunciado en interminables arengas políticas, en lemas de campaña, en asambleas de productores, en infinidad de reuniones, en jornadas técnicas agropecuarias y hasta en charlas de café.
De hecho, para muchos chacareros es más que un objetivo: es una orden natural que emana de la misma tierra, a la que no pueden ni deben desobedecer, porque están convencidos de que de ello depende el bienestar de sus familias y el crecimiento de sus comunidades y su país.
Nada más lejos de la verdad, al menos en Río Colorado.
Aquí, este año en que la cosecha de frutas ha sido excelente en cuanto a cantidad y calidad, los precios están por el suelo, al igual que el ánimo de los productores.
"La crisis afecta principalmente a la manzana, que ocupa el mayor porcentaje de la producción total de fruta de Río Colorado. La variedad más perjudicada es la red delicious, que es la más importante", aseguró Edgardo Ferroni, presidente de la Cooperativa de Productores Limitada.
"De todas formas, en los valores de todos los productos hubo una disminución: la cereza, las frutas de carozo (durazno y ciruela) y los frutos de pepita (manzana y pera)", sostuvo.
Actualmente, por cada kilo de manzanas frescas de la variedad red delicious el productor recibe entre 25 y 30 centavos. La industria juguera, en tanto, paga entre 10 y 11 centavos por kilo.
"Un buen precio, que nos permitiría pasar el próximo invierno sin sobresaltos, sería entre 40 y 50 centavos por kilo, en promedio. La diferencia con la realidad es muy grande", señaló Ferroni.
A los bajos precios se suma el hecho de que las ventas en el mercado interno son pocas, ya que no hay demanda.
"No se está vendiendo casi nada. Por eso, la mayoría de la fruta que se cosecha está yendo al frío (a las cámaras frigoríficas), lo que plantea otro inconveniente: se incrementan los costos a razón de unos 8 o 10 centavos por kilo", aclaró Ferroni.
Rubén Pérez, presidente de la Cámara de Productores Frutícolas, aseguró que la demanda de manzanas en el mercado es baja, porque a los intermediarios mayoristas y minoristas no les interesa bajar los precios.
"En muchos casos, el intermediario pacta un precio con el productor, pero luego quiere pagar menos porque no puede vender la mercadería", refirió.
"Sin embargo, la gente no compra la mercadería porque sea mala, sino porque le ponen un precio muy alto. Los intermediarios no asumen esto y, en vez de bajar los precios, le quieren pagar menos al productor, de forma tal que le transfieren a él el problema. Es decir, el precio dejó de ser la variable de ajuste; ahora, es el chacarero quien debe absorber las pérdidas no sólo de la producción, sino también de la comercialización", añadió.
"Los productores no podemos asumir todos los riesgos, sobre todo porque nosotros no le ponemos el precio final a la fruta", completó.
Néstor Barbini, productor y socio gerente del frigorífico Friba, coincidió con Pérez en este aspecto.
"La variable de ajuste siempre es el productor, sobre todo cuando la producción es muy buena y hay mucha oferta. A los chacareros les cuesta mucho imponer condiciones de venta", dijo.
Ferroni estimó que la situación pone al productor ante una difícil disyuntiva: guardar su producción en cámaras frigoríficas, a la espera de un leve aumento de precios, aunque ello signifique un costo adicional; o enviar sus frutas a la industria juguera, que abona precios bajos.
"Históricamente, más de la mitad de la producción de Río Colorado va a la industria. Este año, tal cual viene la situación, el porcentaje de fruta que irá para las jugueras quizá sea más alto", añadió.
En la temporada 2002/2003, a la industria fueron unos 27 millones de kilogramos de fruta, mientras que, en la 2003/2004, fueron 17 millones.
La exportación es una alternativa interesante (el productor recibe unos 18 centavos de dólar por kilo de manzana), pero a los mercados externos sólo va un poco más del 15% de la producción total de fruta de Río Colorado.
"De la variedad red delicious, que representa alrededor del 70% de todas las manzanas que se producen en Río Colorado, no va a ir nada a exportación --señaló Ferroni--. Las que se exportan bien son las variedades Williams y Grany, que ocupan un porcentaje minoritario de las chacras".
El cooperativista señaló que el negocio será muy rendidor, a priori, para las pocas chacras que tienen un alto porcentaje de variedades exportables de manzanas o bien de peras.
"Si hablamos de una chacra cuya producción, en un 80% o 90%, está compuesta por peras de buena calidad, su dueño puede llegar a exportar y a tener una ganancia interesante; en cambio, las chacras que tengan muchas hectáreas con plantas de red delicious, que son la mayoría de las que existen en Río Colorado, tendrán dificultades", dijo Ferroni.
El cooperativista señaló que es muy difícil exportar la manzana red delicious que se produce en Río Colorado porque, entre otros factores, la producción local no es homogénea.
"A nosotros nos cuesta mucho colocar la red delicious en el extranjero, porque desde allí nos piden un producto casi perfecto en cuanto a forma y color", explicó.
"Además, en esta zona hay muchos productores pequeños que deben unirse si quieren exportar, a fin de generar volumen. El problema es que una misma variedad no se comporta en forma similar en todos los campos, ya que las labores, técnicas y dedicación difieren de una chacra a otra, por lo cual es casi imposible generar un producto homogéneo hasta en los más mínimos detalles. Esto complica mucho la exportación", añadió.
Ferroni reconoció que el problema se podría solucionar si se implementara un protocolo de calidad que unifique en forma estricta las labores en las chacras.
"Sin embargo, lograr algo así es muy difícil. La asociación no es sencilla", se lamentó.
Otra alternativa para salvar este conflicto sería cambiar la producción de la variedad red delicious por otras que tengan mayores chances de ser exportadas.
"Los productores siguen produciendo la variedad red delicious, porque así lo hicieron toda su vida. Es muy difícil cambiar, porque para ello hay que contar con muchos recursos", recalcó.
Las primicias
En la zona frutícola de Río Colorado las frutas se pueden cosechar unos días antes que en el resto de la provincia de Río Negro, lo que permite ingresar antes al mercado.
Esta particularidad históricamente ha sido una gran ventaja para la región, pero ahora está dejando de ser exclusiva de aquí.
"Río Colorado ya no es la única zona en la que las primicias permiten marcar una diferencia; la gran cantidad de empresas que se está radicando en el Valle Medio también está aprovechando esta característica. Por lo tanto, el beneficio alcanza a muchos y no constituye más una gran ventaja para Río Colorado", señaló Néstor Barbini.
La cosecha brilla en rindes y calidad
Edgardo Ferroni, presidente de la Cooperativa de Productores Limitada, señaló que hacía muchos años que no se daba una cosecha de la magnitud que tuvo la de esta temporada, aunque resaltó la excelente calidad de los frutos.
"Hablamos de un rendimiento promedio de alrededor de 50 mil kilos de manzanas por hectárea bien trabajada, que es el doble de los rindes que tuvimos el año pasado", contó Edgardo Ferroni, presidente de la Cooperativa de Productores Limitada.
"Este año hemos tenido una manzana con muy buena sanidad y color. Este último aspecto no es un tema menor, ya que en esta zona históricamente hemos tenido problemas en ese aspecto. En esta temporada tenemos una red delicious de color espectacular", añadió.
El dirigente cooperativista mencionó que la buena calidad obtenida se debe a que las condiciones climáticas de este verano fueron propicias para un adecuado desarrollo de los frutos.
"Si bien tuvimos un verano caluroso, hubo una buena cantidad de humedad, con mucho rocío matinal", indicó.
Ferroni aseveró que los altos rindes, por otro lado, estuvieron en directa relación con el hecho de que las plantaciones no fueron afectadas por heladas o granizo.
Por su parte, el dirigente frutícola Rubén Pérez aseguró que la caída de lluvias fue muy favorable.
"Tuvimos precipitaciones, pero no en la época de floración o en otros momentos claves del desarrollo de los frutos --aseveró--. Tampoco sufrimos muchas enfermedades y pudimos hacer las curas en tiempo y forma", añadió.
Indicó que otro factor que influyó en los buenos rindes fue la renovación de plantaciones, que alcanza al 80% del total.
Costos
Por supuesto que los buenos rindes no fueron gratuitos: los costos de producción se incrementaron sustancialmente respecto de la anterior temporada, sobre todo la mano de obra para trabajar en chacra y la energía eléctrica (para las labores en galpones de empaque y cámaras frigoríficas, considerados como grandes consumidores).
"Se calcula que el incremento más alto se ha dado en la mano de obra: creció alrededor del 15% respecto de la temporada anterior. El problema es que no hay mano de obra disponible en las chacras, en los galpones de empaque, los frigoríficos u otros sectores de la cadena", señaló Ferroni.
"Desde la caída de la convertibilidad, la mano de obra es el costo que más ha aumentado dentro de la actividad frutícola", agregó.
Rubén Pérez señaló que es difícil entender por qué, en un país con altos índices de desocupación y subocupación, escasea la mano de obra disponible para trabajar en la actividad.
"El problema son los planes laborales de emergencia. En Río Colorado hay gente desocupada, pero muchos no quieren ir a las chacras porque es más fácil no hacer nada y que el gobierno les tire unas `migajas'. Estamos viviendo una situación increíble", sostuvo.
Hoy por hoy, un trabajador jornalizado puede cobrar entre 35 a 40 pesos.
"Hay productores que pagan 12 pesos por bin lleno (NdelR: se denomina bin a los grandes cajones en que se almacena la fruta cuando se cosecha). Una persona puede llegar a completar 4 a 5 bines por día, con lo que ganaría entre 48 y 60 pesos en una jornada. Es una buena plata, ¿no?", opinó Pérez.
Indicó que un importante porcentaje de mano de obra que se está ocupando en la actualidad proviene de Corrientes, Tucumán y otras provincias del norte.
Otro de los problemas que ha surgido en relación con la mano de obra son las presiones del gremio UATRE, tendientes a lograr la regularización laboral de los empleados.
"El `blanqueo' de los obreros es muy difícil, porque eso significaría incrementar aún más los costos. Aquí debe intervenir el gobierno; si nos bajan algunos impuestos, regularizar a los empleados no sería un problema", aseguró Pérez.
Poco tiempo para cosechar
Esta difícil coyuntura para la comercialización de frutas encuentra a los productores frutícolas "contra las cuerdas", dado que la variedad red delicious se deberá cosechar sí o sí antes del 25 de este mes, como plazo máximo.
"Lo que se coseche en estos días va a poder soportar un plazo de conservación importante en cámaras frigoríficas. De allí en adelante, la manzana que se recoja va a estar a punto, lista para consumir, pero habrá que venderla rápido porque no se podrá conservar por mucho tiempo", indicó Ferroni.
El día 16 pasado se calculaba que, hasta ese momento, sólo se había efectuado el 40% de la cosecha.
Este atraso no tuvo lugar sólo en relación con la manzana: la cosecha de peras también se retrasó unos 20 días (la parte fuerte de la recolección se efectuó a fines de enero).
"La falta de negocios generó diversas complicaciones, sobre todo con el almacenamiento de fruta. Las cámaras están llenas y no se puede seguir cosechando porque no hay dónde guardar la fruta. Lo que ocurre es algo muy fuera de lo normal", señaló Néstor Barbini, productor y socio gerente del frigorífico Friba.
"Pensamos que luego de la cosecha tiene que haber un cambio y que el mercado va a comenzar a demandar fruta. Si no, el problema va a ser grave", añadió.
El empresario señaló que no es sencillo decidir almacenar la fruta en frío sin haber resuelto su comercialización.
"Se puede hacer esto, pero es trasladar el problema para más adelante y, además, agrandarlo. Las consecuencias podrían ser muy negativas", dijo.
¿Mejor con la convertibilidad o con la devaluación?
La frase cada vez se repite con más frecuencia no sólo entre los chacareros riocoloradenses, sino entre los hombres de campo en general: "La mayoría de los productores está en igual o peor situación que en la que estaba durante la época de la convertibilidad".
El cooperativista Edgardo Ferroni señaló que casi ningún productor ha obtenido una rentabilidad importante en los últimos dos o tres años, a fin de poder ocuparse de cuestiones importantes como el pago de sus obligaciones bancarias.
"A lo más que se ha llegado es a arreglar un poco las maquinarias, a poner las podas al día o a fertilizar con regularidad. También algunos han podido renegociar deudas, pero no mucho más", confió.
"Los últimos tres años apenas han servido para compensar las pérdidas de más de una década de convertibilidad, o las ocasionadas por heladas y granizo", agregó.
En el frente de la Cámara de Productores Frutícolas se ha colocado un cartel con una grave advertencia que amenaza con convertirse en premonición: "dejaremos de ser productores por falta de rentabilidad".
Rubén Pérez señaló al respecto que el mensaje no es exagerado.
"Hay productores que están entregados y que ya han abandonado sus explotaciones. Sobre todo, los que tienen muchos años, cuyos hijos ya no están en Río Colorado porque aquí no tienen futuro", refirió el dirigente frutícola.
"Hoy, un chico que gana 500 o 600 pesos en otra ciudad no vuelve a Río Colorado. Ese monto es nada, pero aquí ni siquiera le podemos garantizar un sueldo así. Además, nos dicen: '¿A qué voy a volver? ¿A renegar en la chacra durante 30 o 40 años, como hicieron ustedes?'. No, los pibes no vuelven más", contó.
El dirigente precisó que muchos productores están haciendo reservas de fondos para subsistir hasta la próxima cosecha.
"El que tiene 20 mil pesos, los guarda para tener un sueldito todos los meses. Eso sí: las deudas no las va a pagar casi nadie; si no, no vamos a poder subsistir", dijo.
Pérez señaló que hoy por hoy es imposible obtener un crédito bancario para modernizar el equipamiento de las chacras, dado que los intereses son muy altos y la rentabilidad es ínfima.
"No por nada al gobierno le estamos pidiendo una rebaja del IVA y una solución para el fuerte endeudamiento bancario, que sólo en Río Colorado tiene entre la espada y la pared a unos 70 productores", dijo.
"Días atrás hablé con gente del Alto Valle y me anticiparon: 'si esto sigue así, en Semana Santa no va a ir nadie a Bariloche porque las rutas van a estar cortadas'. Se viene brava la mano", agregó.
Reconversión
El dirigente frutícola Rubén Pérez indicó que los productores tienen a su disposición diversos planes de reconversión, cuyo objetivo es la automatización total de la chacra.
"Los planes son excelentes, salvo por un pequeño detalle: reconvertir una hectárea cuesta alrededor de 30 mil dólares. ¿De dónde saca esa plata un fruticultor?", se preguntó.
"Una planta cuesta 8 a 10 pesos, y en una hectárea a reconvertir hay que plantar entre 900 y 1.000. Si a eso se le suman postes, alambres, crucetas, cañerías de riego por aspersión...", enumeró.
Pérez indicó que hay diversas líneas de crédito para favorecer la puesta en marcha de los planes de reconversión.
"Sin embargo, esos préstamos no se dan así como así. En definitiva, los planes de reconversión que nos asignaron son... nada. Son planes mentirosos, que no nos ayudan en nada pero que quedan muy lindos en los papeles y las carpetas", recalcó.
"¡Así nadie puede comer una manzana!"
En medio de la entrevista, el dirigente cooperativista Edgardo Ferroni interrumpió el diálogo con una pregunta inesperada:
--¿A cuánto está el kilo de manzanas en las verdulerías de Bahía Blanca?
--¿Un buen producto? Unos 2,50 pesos, quizá más.
--Mm... Mirá cómo es la cosa: hoy un cajón de 18 a 20 kilos de manzanas de buena calidad sale de Río Colorado a 11-13 pesos; es decir, a entre 61 y 65 centavos por kilo.
--¿Sale de Río Colorado listo para consumir?
--Perfectamente procesado, embalado y empacado; listo para llegar al mercado y, de ahí, al minorista.
--¿Quiere decir que desde que el producto sale de esta ciudad, a 180 kilómetros de Bahía, y llega a la góndola, su precio se incrementa casi un 400%?
--Ahá. De cualquier forma, yo no creo que un verdulero de Bahía Blanca hoy esté pagando por un cajón de manzanas más de 17 pesos. Esto da un valor de... (hace cuentas mentales) unos 90 centavos por kilo... ¡Entonces no puede ser que vendan el kilo de manzana a 2,50! ¡Así nadie puede comer una manzana!
Actores
Néstor Barbini, productor y socio gerente del frigorífico Friba, de Río Colorado, explicó que en la comercialización de frutas intervienen varios actores.
"Cada uno tiene establecido un margen de ganancias para poder subsistir. Sin embargo, con el productor, que es el primero de la larga cadena, ocurre algo extraño: por lo general, su ganancia es lo que queda cuando todos los demás actores tomaron su parte", dijo.
Añadió que es lógico que haya sorpresas cuando se compara el precio que recibe el productor por un kilo de fruta y el valor de venta que tiene esa misma cantidad una vez que llega a la góndola.
"En el medio hay costos realmente altos, como los que generan la conservación en frío, el empaque, el transporte y demás", señaló.
En detalle
* Unos 290 productores frutícolas existen en la zona de Río Colorado y Colonia Juliá y Echarren.
* En su mayoría, se trata de propietarios de minifundios de no más de 7 hectáreas de superficie, en promedio.
* Aproximadamente el 60% de la producción total de fruta local se destina a la industria juguera, el 25% a abastecer el mercado interno y el 15% restante a exportación.
* Del total de la producción, alrededor del 80% corresponde a manzanas y peras; el resto es fruta de carozo.
* Los principales mercados consumidores de frutas riocoloradenses son Bahía Blanca, Mar del Plata, Rosario, Santa Fe y Buenos Aires, además de otras ciudades del Gran Buenos Aires.
* El volumen más grande de fruta fresca se comercializa en Bahía Blanca.