Peso y altura acomplejan a los adolescentes argentinos
BUENOS AIRES (Télam) -- El sobrepeso en las mujeres y la baja estatura en los varones aparecen como los complejos más comunes que afectan a los jóvenes argentinos, según las conclusiones de expertos que disertaron en el Quinto Congreso Argentino de Salud Integral del Adolescente.
Los trastornos en la alimentación y la baja estatura son dos de los motivos de consulta médica más frecuentes durante la adolescencia.
Así lo afirmaron los pediatras Silvana Coll y Guillermo Mengarelli, convocados por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) para exponer en el congreso que concluirá hoy.
Si bien los especialistas advirtieron que las preocupaciones varían de acuerdo con la edad y la personalidad de los jóvenes, acordaron que a buena parte de sus pacientes les angustia la imagen corporal.
"Las mujeres se ven gordas y los varones petisos o con las tetillas muy desarrolladas", detallaron.
Médico pediatra del Hospital de Niños Víctor Vilela de Rosario, Guillermo Mengarelli afirmó que todos los cambios relacionados con la pubertad generan incertidumbre.
"El aumento del tejido mamario o gicomastia, es uno de los procesos que más preocupa a los hombres porque atenta contra cierta imagen de masculinidad", explicó el pediatra.
"Uno de cada cinco adolescentes tiene las tetillas más desarrolladas --continuó Mengarelli--, por eso es importante que sepan que en la mayoría de los casos, es algo pasajero, normal y que se equilibra en los siguientes dos años".
La baja estatura también es motivo de angustia, sobre todo en los adolescentes tempranos de entre 10 y 14 años que se quedan primeros en la fila y se comparan con las mujeres, que en general, "pegan el estirón" dos años antes que ellos.
Médica pediatra y endocrinóloga del Hospital Pediátrico Noti de Mendoza, Coll advirtió que cada vez son más las pacientes jóvenes que presentan trastornos en la alimentación, que pueden derivar en casos clínicos de bulimia o anorexia.
"A nivel mundial, constituyen la tercera enfermedad crónica que afecta a las adolescentes, detrás de la obesidad y el asma", afirmó Coll y precisó que el país, en cuestiones de trastornos alimentarios, está al borde de la epidemia.
Los especialistas afirmaron que la obsesión por el cuerpo, alentada por ciertos estereotipos que promueve la sociedad, no sólo es patrimonio de las mujeres.
"Las chicas quieren verse flacas y los chicos, vigorozos", sintetizó Mengarelli y precisó que muchos de los jóvenes que llegan a su consultorio, están enfermos por someterse a rutinas de ejercicios demasiado intensas y consumir anabólicos.
La vigorexia es una distorsión de la imagen corporal similar a la bulimia o la anorexia y afecta a los varones que se ven flacos y desproporcionados y se fijan en modelos corporales incompatibles con su contextura física.
El presidente del Congreso, Eduardo Rubinstein, coincidió con sus colegas en que los temas de consulta preponderantes en la adolescencia son la sexualidad y los trastornos de la conducta alimentaria.
Coordinador del área de adolescencia en el Hospital Muñiz y especialista en infectología, Rubinstein agregó al diagnóstico de Coll y Mengarelli ciertos cuadros emocionales motivados por la crisis socioeconómica, que nuestros jóvenes viven con tanta intensidad como los adultos.
El lema del congreso de este año es "Adolescencia, un presente impostergable". "Una consigna que remarca la necesidad de hacer algo hoy", concluyó Rubinstein.
Problemas.
"Los pediatras vemos en nuestros consultorios más ataques de pánico, intentos de suicidio y cuadros depresivos que antes", aseguró Rubinstein.
Mencionó la falta de proyectos de vida y de fuentes de trabajo como dos cuestiones clave, a la hora de abordar los cuadros de angustia que presentan muchos de los jóvenes que atiende en el hospital.