Bahía Blanca | Martes, 07 de mayo

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Riesgoso estado edilicio del teatro Municipal

"Vicio oculto" se denominan, en la construcción, las deficiencias de una obra que no son aparentes a la vista. Esto es, de alguna manera, lo que ocurre con una importante área del teatro Municipal, la que está "detrás del escenario", y también con sus instalaciones, las cuales, con su pésimo estado, ponen en riesgo la seguridad del edificio.
Riesgoso estado edilicio del teatro Municipal . La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca


 "Vicio oculto" se denominan, en la construcción, las deficiencias de una obra que no son aparentes a la vista.


 Esto es, de alguna manera, lo que ocurre con una importante área del teatro Municipal, la que está "detrás del escenario", y también con sus instalaciones, las cuales, con su pésimo estado, ponen en riesgo la seguridad del edificio.


 El interior del Primer Coliseo bahiense puede analizarse en dos partes.


 Por un lado, el sector de ingreso, la sala principal, el escenario, los telones y alfombras y todo aquello que está a la vista del público. Allí, interviene el Círculo Femenino 11 de Abril, que, en una actuación realmente destacada, mantiene cada detalle en muy buenas condiciones.


 Por otro lado, hay un volumen edilicio destinado a vestuarios, camarines, oficinas, escaleras de servicio, depósitos y sanitarios, entre otros usos, que presentan un deplorable estado.


 Allí, es simple encontrar problemas de humedad, barandas en pésimo estado, cielorrasos a punto de desprenderse, instalaciones eléctricas con cables expuestos, falta de mangueras de incendios, baños inutilizables y locales ocupados con elementos en desuso.


 También se observan aberturas con vidrios faltantes, revestimientos de escaleras ausentes, instalaciones de gas precarias y otros elementos que exigen un inmediato peritaje, para evaluar su estado y garantizar su funcionamiento.


 "Vamos a privilegiar la seguridad", señaló Sandra Reñones, consciente de que tantas tareas de reparación no podrán llevarse a cabo de manera inmediata.


 La recomposición de la instalación eléctrica, la reposición de mangueras de incendio y el análisis del estado de los matafuegos son puntos primordiales para prevenir y combatir siniestros.


 Otro espacio abandonado es el subsuelo, debajo del escenario, donde se apilan decenas de elementos en desuso, materiales, partes de escenografías, etc.


 "Este es el lugar más peligroso", aseguró Reñones, al par que Ulla indicó que la limpieza de ese lugar "permitirá disponer de más espacio y darle un fin adecuado".


 Frente a este panorama, la comuna comenzó a realizar tareas de recomposición, mientras prepara un plan de intervención general, con su respectivo presupuesto.


 "Tenemos que parar el abandono", indicó el director del teatro. Reñones, por su parte, se lamentó por haber recibido en tan mal estado un edificio tan significativo en la historia arquitectónica y cultural de la ciudad.

Algo más que el calor del público






 En julio de 2003, se reparó el foso destinado a contener la orquesta, aunque el mismo tiene comprometida su salida natural, una escalera que conduce al subsuelo, donde el desorden y decenas de elementos arrumbados en el sector dificultarían cualquier escape de los músicos.


 Otro de los inconvenientes que sufren los artistas es el calor. De acuerdo con el comentario del maestro Ulla, los radiadores no pueden graduarse y, por su tamaño, generan mucho calor. Esto afecta, por un lado, la afinación de los instrumentos, y, por otro, a varios integrantes de la orquesta que, por su ubicación, soportan un verdadero calvario, debido a la alta temperatura.

El museo Histórico y la acústica del teatro






 El teatro Municipal es un teatro para óperas. Con ese destino fue diseñado, en 1911, por los arquitectos Jacques Dunant y Gastón Mallet.


 Esto significa que el tratamiento acústico dado a la sala respondía a ese tipo de obras y es inadecuado para otra propuesta.


 "Acústicamente, el teatro no es bueno, ni para la orquesta ni para nada", aseguró José Luis Ulla.


 Según lo señalado por el flamante director del teatro, originalmente, la sala contaba con una cámara con polvo de vidrio, como elemento acústico, al tiempo que varias dependencias anexas estaban organizadas en función del sonido.


 "Cuando se modificó el edificio para alojar el museo Histórico, todo eso se perdió y el cuidado del sonido desapareció por completo", añadió.


Enfoque













 Los edificios tienen vida útil. Ninguna obra es para siempre por sí sola. Los materiales sufren el paso del tiempo, el uso intenso y la falta de atención. Por eso, en el caso del teatro Municipal, que acaba de cumplir 90 años, ha pasado un tiempo más que extenso para entender que sus partes deben ser atendidas.


 Sin embargo, cuando a las deficiencias propias de una obra casi centenaria (humedad, cañerías vetustas, cielorrasos vencidos, maderas apolilladas) se suman instalaciones eléctricas riesgosas y redes de incendio inadecuadas, la situación adquiere otro cariz.


 Cuestiones de higiene y seguridad están en juego y, de hecho, difícilmente la comuna habilitaría un edificio en las condiciones actuales del teatro.


 La nueva administración se ha percatado de eso.

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Mario R. Minervino es ingeniero civil y docente de la UNS.