Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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Polémica: para Cristina, la pobreza en la Argentina no supera el 5%

La presidenta habló ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma. La cifra oficial tiene 10 millones de pobres menos que los índices elaborados por organismos privados. Agencias NA y DyN

Ni propios ni ajenos dieron crédito a sus oídos. Pero fue real. La presidenta Cristina Fernández afirmó ayer que que la Argentina tiene un índice de pobreza que está "por debajo del 5 por ciento" y que el nivel de indigencia se ubica "en 1,27 por ciento".

Y no lo dijo entre amigos, sino al hablar ante la Organización las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la ciudad de Roma.

"Es una combinación de políticas muy fuertes, muy activas, que nos han permitido hoy tener un índice de pobreza por debajo del 5 por ciento, y también de indigencia del 1,27 por ciento, y convertirnos en uno de los países más igualitarios", aseveró la jefa de Estado.

Las afirmaciones motivos, obviamente, duras respuestas desde distintos sectores que ubican a la pobreza en la Argentina entre el 20 y el 30 por ciento.

Regulaciones globales

Por otra parte, Fernández reclamó que se instrumenten regulaciones globales para evitar que "los alimentos se convierten en un tema de especulación económica", y pidió a los países más desarrollados reducir subsidios y eliminar barreras para-arancelarias "a través de falsas medidas fitosanitarias" que "no permiten la libre competencia" comercial.

"Debería en materia alimentaria, como en materia financiera, haber regulaciones globales", indicó Cristina Fernández a lo largo de su discurso de casi 38 minutos en la ciudad de Roma.

Según la jefa del Estado, "avergüenza que haya mercados a futuro sobre trigo, maíz, sobre dólar. Se especula con el vendo o no vendo y eso tiene que ver con las posibilidades de que la gente en el mundo pueda comer".

"Debemos intervenir para que no sucedan nunca más y podamos hablar de seguridad alimentaria en serio, a través de normas, y poder articular la producción".

"¿Qué vamos a esperar, que el mundo también tenga problemas de granos, tenga gente que acumule granos de arroz, de trigo, de soja, mientras otros se mueren de hambre, para intervenir en la regulación de esos mercados? No para quitarle nada a nadie, no para socializar nada, pero una cosa es no socializar y otra es especular con el hambre o con la deuda de los pueblos", señaló.

Respecto de las barreras para-arancelarias, reiteró que "Estados Unidos, por motivos fitosanitarios, entre comillas, tiene prohibido el acceso a las carnes argentinas a su mercado. Algo parecido ocurre con los limones".

"El tema de las barreras para-arancelarias es para los países en desarrollo muy importante, muy restrictivo de sus economías".

Ajustes

Por otra parte, Cristina Fernández reiteró que "las recetas de ajuste, muchas veces propuestas por organismos de crédito internacionales, ya han sido aplicadas, con pésimo resultado y derivaron en que el país explotó por los aires y llegamos a tener cinco presidentes en una semana".

Insistió con que "Argentina tiene el mejor salario mínimo, vital y móvil de toda Latinoamérica" y argumentó que "el trabajo es el gran articulador social".

"El problema del hambre no se lo puede abordar únicamente desde la producción de alimentos", continuó, y dijo que "el mejor antídoto en la lucha contra el hambre y la pobreza" es "un modelo de sociedad, más equitativa, más justa y más igualitaria".

"Nuestro país, la República Argentina, ha sido premiado por sus resultados en la lucha contra el hambre. No es que solamente hemos tenido un programa alimentario: hemos tenido un proyecto de país, un modelo de sociedad, más equitativa, más justa y más igualitaria.