Suspenden el show de La Oreja por sobreventa de entradas
Por Franco Pignol / [email protected]
Una vez más el escándalo manchó las boleterías del espectáculo bahiense.
"¡Devuelvan la plata!", "¡Que se suspenda!", "¡De acá no se va nadie porque prendo fuego todo!".
La noche de ayer fue un infierno en el nuevo centro cultural ubicado en Rondeau y Vieytes. La banda que tenía que hacer lo pactado era la española La Oreja de Van Gogh. Aunque los culpables de la no presentación no fueron ellos.
Resulta que a todos los que compraron su entrada en el sector pullman y super pullman (en el piso de arriba) les comunicaron al llegar a la sala que no iban a poder ver el show por disposición de la Municipalidad, ya que ese sector no estaba habilitado.
Ahí, las entradas no tenían un valor menor a los 250 pesos. Y eran más de 200 personas las que ya tenían su ticket, algunos hace algo menos de un mes.
Mientras estaba tocando el grupo telonero integrado por Lowrdez (ex Bandana), se le comunicó a quienes aguardaban en el hall de entrada que no iban a poder entrar.
El clima se puso insostenible, los que estaban afuera con entrada en mano querían entrar y suspender el show.
Los que estaban adentro, ya sentados, no entendían por qué La Oreja no arrancaba. Y nunca lo hizo.
El tour manager y el road manager de La Oreja salieron al hall de entrada para explicarle a la gente lo lógico. Que media hora antes de salir a escena les dieron la noticia de que había "como 300 personas indignadas queriendo suspender el show".
Entonces tomaron la decisión más acertada.
"Nosotros vinimos a tocar para todos, no para algunos. No tenemos nada que ver con esto. Es la primera vez en nuestra carrera que nos sucede", aclararon los managers de gira.
Una pena
Es muy triste que suceda algo así en Bahía teniendo en cuenta lo que cuesta armar un show de similares características.
Muchos le pasan la culpa al gobierno, otros a los productores de los espectáculos que se están ofreciendo en el Centro Cultural Don Bosco ("el señor Randazzo y compañía", decían los furiosos).
Lo cierto es que en este caso se jugó con la confianza de la gente. Y lo que es peor. Con el dinero.
"Que me lo dan mañana, que me lo dan en la semana, que vaya al banco ¿y la gente que le cortaron la entrada y la tiró? Cómo van a hacer para devolvernos la plata", decía Jorge, un hombre de lentes y barba blanca con la cara colorada del mal gusto.
Antecedente
La presentación de Joan Manuel Serrat en el Club Estudiantes hace un par de años fue un escándalo de similares características, aunque el show no se suspendió. Sin embargo, mucha gente se fue a su casa sin poder ver el show, en este caso por una descarada sobre venta de entradas.
Uno no entiende si es la codicia de los productores o qué, pero lo cierto es que siempre queda en el medio la gente, esa que es la única capaz de hacer que los espectáculos sigan funcionando.
Sí, señores, paguen o no, merecen respeto.