Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Condenan al acusado por el crimen de Vittadini

Once años de prisión le impuso la justicia local al policía retirado Juan José Quartarone (62), quien fue hallado culpable del homicidio del exboxeador Néstor Osvaldo Vittadini (47), cometido a principios de 2001 en nuestra ciudad, pero seguirá en libertad hasta que la sentencia quede firme. El fallo fue dictado por el Tribunal en lo Criminal Nº 2, integrado por los jueces Claudia Cecilia Fortunatti, María Eloísa Errea de Watkins y Hugo Adrián De Rosa, y la pena coincidió con la solicitada por el fiscal Christian Long, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5.
Condenan al acusado por el crimen de Vittadini. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

 Once años de prisión le impuso la justicia local al policía retirado Juan José Quartarone (62), quien fue hallado culpable del homicidio del exboxeador Néstor Osvaldo Vittadini (47), cometido a principios de 2001 en nuestra ciudad, pero seguirá en libertad hasta que la sentencia quede firme.


 El fallo fue dictado por el Tribunal en lo Criminal Nº 2, integrado por los jueces Claudia Cecilia Fortunatti, María Eloísa Errea de Watkins y Hugo Adrián De Rosa, y la pena coincidió con la solicitada por el fiscal Christian Long, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5.


 La representante de la familia de la víctima, doctora María Graciela Cortázar, defensora general del Departamento Judicial Bahía Blanca, había reclamado trece años de cárcel, mientras que la defensora particular de Quartarone, doctora Stella Maris Ortego, pidió la absolución de su pupilo.


 Según los jueces, se demostró durante la instrucción de la causa y en el debate realizado la semana pasada, que aproximadamente a las 22.30 del 4 de enero de 2001, en la calle Cerrito, a metros de la intersección con De Angelis, Néstor Vittadini recibió cinco disparos efectuados con un revólver calibre 38 cuando circulaba en bicicleta, y recibió heridas mortales.

La autoría




 En su voto, la jueza Fortunatti, con quien coincidieron los restantes magistrados, señaló también que los elementos probatorios colectados permitieron acreditar la autoría y responsabilidad penal de Quartarone en el hecho.


 Rechazó el planteo de la defensa al aludir que la acusación se había sustentado solamente en testigos de oídas, que manipularon la verdad y crearon falsas suposiciones.


 "No comparto lo sostenido en cuanto a que los elementos de cargo colectados por el ministerio público no logren superar el terreno conjetural, y que por ello lleven a una duda insuperable", dijo.


 "Entiendo que la defensa ha efectuado un análisis parcializado de la prueba producida, tanto durante el debate, como la que se incorporara al mismo por acuerdo de partes", agregó la magistrada.


 En primer término, señaló que se pudo acreditar la existencia de un conflicto previo entre el policía y Vittadini, motivado en al menos dos cuestiones.


 Una de ellas fue la actitud del imputado al impedir que la víctima ingresara en el mercado frutihortícola de la ruta 33 (a metros de la avenida Alem), en cumplimiento de una orden de los puesteros. Y, por otro lado, el hecho de que --según dijeron testigos-- Quartarone presionaba a Vittadini para que robara para él, ruedas de Fiat 600 y un revólver calibre 38, pedido al que el exboxeador se resistía.


 Sostuvo que tal cuestión fue mencionada en una denuncia de Vittadini efectuara el 6 de junio de 2000, y en el testimonio que prestara en el debate el comisario retirado Rubén Omar Bahl, exjefe del acusado en el entonces Comando de Patrullas.


 Bahl declaró que el exboxeador se entrevistó con él para pedirle que el imputado lo dejara ingresar en el mercado, pues de lo contrario él contaría a la prensa local "un montón de cosas".


 Por su parte, dos asistentes sociales del Patronato de Liberados declararon que Vittadini, quien se hallaba en libertad condicional en una causa por robo, habló con ellas y les dijo que era acosado por Quartarone.


 
Otros testimonios



 En el fallo se destacó también la exposición de una testigo de identidad reservada, quien conoció a Vittadini en la Unidad 4 de Villa Floresta, cuando concurría a visitar a un familiar.


 Dijo que luego de quedar el exboxeador en libertad solía pasar por su comercio, y en una de esas oportunidades, entre 8 y 10 días antes del crimen, Vittadini llegó muy atemorizado y le dijo que lo escondiera porque tenía "problemas con el botón del mercado", que lo obligaba a robar ruedas para un Fiat 600 y le había puesto un revólver 38 en la cabeza.


 Por su parte, un policía que declaró también bajo identidad reservada, relató que 2 o 3 días previos a ser asesinado, Vittadini lo encontró en la zona céntrica y le dijo que estaba amenazado por dos efectivos, uno de ellos Quartarone, porque él "se quería abrir y no seguir robando para ellos".


 Por su parte, Alcira Estela Vittadini, hermana de la víctima, aseguró también que Néstor le había contado acerca de los problemas que tenía con el imputado.


 "De lo expuesto, surge con meridiana claridad que Néstor Osvaldo Vittadini le manifestó a todo aquel que estuvo dispuesto a oírle, que tenía serios problemas con el imputado o, utilizando sus propias expresiones, con `el botón del mercado', que no era otro que Juan José Quartarone", señaló el tribunal.

Análisis final




 Indicó la jueza Fortunatti, con la adhesión de sus pares, que la prueba reunida permitió demostrar la existencia de un conflicto entre Vittadini y Quartarone, a punto tal que el primero intentó conseguir un arma para defenderse.


 Añadió que el día del hecho, el procesado fue visto circular en su Fiat 600 rojo, en inmediaciones del lugar del crimen, en momentos previos y posteriores al mismo.


 Otro indicio mencionado en el fallo se extrajo del relato de una testigo, quien manifestó que un automóvil similar al del encausado, habría sido el causante de lo que en principio pareció ser un accidente de tránsito.


 También se citó que, pese a que Quartarone dijo que en aquella época su auto no funcionaba, pericias mecánicas demostraron lo contrario, y que en el interior del coche se encontraron rastros de tierra de similar conformación a la existente en el escenario del homicidio.


 En cuanto a la proclamada inocencia de Quartarone, el tribunal entendió que en su relato, el encausado sólo pretendió colocarse en una mejor situación procesal.


 Los fundamentos citados llevaron a los jueces a tener por acreditada la autoría y responsabilidad penal del policía retirado en el homicidio.


 Como atenuantes en su favor valoraron la carencia de antecedentes penales y el buen concepto informado y, como agravantes, la nocturnidad, su condición de funcionario público y la modalidad de comisión del hecho.


 En consecuencia decidieron imponerle once años de prisión, con accesorias legales y costas.


 Quartarone y su defensora no estuvieron presentes en la lectura del fallo.

Estuvo en el lugar con su Fiat 600




 La jueza Claudia Fortunatti, en su voto, destacó el indicio de oportunidad que resulta de la presencia acreditada del imputado en el lugar del crimen, "no sólo en momentos inmediatamente posteriores a que se produjera el ataque mortal contra Vittadini, sino también en momentos previos al mismo".


 Dijo que Mauricio Navarrete declaró que la noche del asesinato transitaba en su automóvil, cuando fue superado por un Fiat 600 conducido por Quartarone.


 Después --agregó-- se encontró con Vittadini en Eduardo González y De Angelis, y comenzaron a charlar, y al rato apareció nuevamente el coche del policía, quien pasó junto a ellos, mirándolos, y en ese momento la víctima le manifestó que el uniformado "lo tenía repodrido".


 Martín Vogel, la última persona que vio con vida a Vittadini, relató que al encontrarse con éste, le pidió un arma para defenderse.


 Afirmó que mientras dialogaban, un Fiat 600 pasó junto a ellos, a punto de atropellarlos, tomando dicho auto la misma dirección en que poco después lo hizo Vittadini con su bicicleta.


 Vogel declaró que tras charlar con el exboxeador entró en su casa y minutos después le avisaron que había un hombre tendido en el suelo cerca de allí, por lo que acudió al lugar y se dio cuenta que se trataba de Vittadini.


 Según el testigo, en el sitio estaban reunidos algunos vecinos y también vio a Quartarone.


 Poco después, en su casa, fue interrogado por policías que investigaban lo sucedido, a quienes les dijo que le preguntaran a Quartarone, pues había estado allí.


 Añadió Vogel que uno de los policía manifestó: "Ah, ¿no será que Juan (por el encausado) le pegó con el auto porque un poco antes Vittadini le había pegado a él?"


 El declarante describió al Fiat 600 que conducía el encausado como de color rojo, sin patentes ni luces encendidas, con un manchón sobre un costado, guardando similitud con el que se observara en las fotos tomadas del coche del procesa y el testimonio de un chapista que lo había arreglado poco tiempo antes.


 Otra testigo, Laura Romina Visconti, señaló en el juicio que aquella noche escuchó unas detonaciones, y al salir a la calle se cruzó con dos personas, quienes le dijeron que en la esquina había una persona tirada y que un Fiat 600 rojo tenía relación con lo ocurrido.


 La doctora Fortunatti destacó que durante el allanamiento realizado en la casa del imputado, se determinó que el Fiat 600 de su propiedad no tenía patentes ni paragolpes delantero, no le funcionaban las luces, pero sí podía circular.


 La presencia de Quartarone en el lugar del hecho, momentos después de sucedido, fue corroborada por los primeros policías que arribaron allí.

"Mi hermano descansa en paz"




 Emocionada, estrechándose en abrazos con todos y agradeciendo, Estela Vittadini --quien no cejó durante estos doce años en su reclamo de justicia y fue la principal impulsora de la causa-- manifestó su satisfacción con el fallo.


 "Estoy conforme, se hizo justicia, mi hermano va a descansar en paz", expresó.


 La mujer destacó el trabajo de los policías Raúl Rossi, Julio Irigoyen y Luis Ochuta, de la Dirección de Casos Especiales de La Plata.


 "Ellos resolvieron el caso en sólo tres años. Les estaré eternamente agradecida", sostuvo.


 "Lo importante es que después de tanta lucha, el tribunal vio que todo fue verdad y que todo se manejó por derecha", agregó.


 Vittadini también destacó la tarea del fiscal Christian Long, de la defensora María Graciela Cortázar, de los representantes del ministerio de Justicia y el acompañamiento de los medios de comunicación.


 "Jamás ensucié a la institución (policial), nunca generalicé. Esto fue hacia un policía o tal vez hubo alguno más, pero les digo que no me subestimen y no intimiden, porque no estoy sola", enfatizó.


 "Ahora voy a ir al cementerio a decirle a mi hermano que descanse en paz. A la gente que pase por esto le digo que no baje los brazos, que no tenga miedo, que denuncie, porque si callamos, no vamos a cambiar nada", concluyó.


 El fiscal Long, por su parte, consideró que la causa fue difícil por el paso del tiempo y el carácter de funcionario policial del imputado.


 "Los testigos en el debate rindieron mucho más en la sala de audiencias que en el papel escrito y frío. Han sido de tal credibilidad, que no pusieron en duda los extremos de la acusación", finalizó el fiscal.