Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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A un año del trágico incendio que conmocionó a Villa Amaducci

Pablo Schroeder admitió que sigue "viendo" en su casa a sus hijos Rodrigo y Matías, y a su nieto Santiago, quienes fallecieron al quedar atrapados por el fuego.
A un año del trágico incendio que conmocionó a Villa Amaducci. Seguridad. La Nueva. Bahía Blanca

Por Cristian Lema / clema@lanueva.com

Hace un año Pablo Schroeder recibió el peor de los golpes. Un incendio destruyó su vivienda en la calle Punta Alta 1463 y provocó la muerte de tres menores. Sin embargo el policía (de 41 años) aún mantiene una dosis de fortaleza.

“Están volando como angelitos en el cielo”, dijo el hombre al referirse a sus hijos Rodrigo (16) y Matías (11) y su nieto Santiago (4), quienes el martes 27 de octubre de 2014 quedaron atrapados entre las llamas desatadas en la planta baja del inmueble ubicado en Villa Amaducci.

“La única forma de continuar mi lucha es esquivando la hipocresía. A mis dos hijos y a mi nieto les enseñé infinidades de valores y en este momento debo apoyarme en esos mismos sentimientos. A los tres les inculqué que amaran la vida, más allá de los imponderables. Pero ellos ya no están y los extraño”, admitió Schroeder.

La noche de la tragedia, el fuego sorprendió a las víctimas en la habitación del segundo piso, mientras se encontraban jugando con su PlayStation.

Matías y Santiago murieron en el acto. Rodrigo, en tanto, dejó de existir un día después en el Hospital Interzonal General de Agudos Doctor José Penna.

“Durante este año aprendí a tener paciencia. Hubo personas que se ofrecieron a levantarme la casa de manera gratuita, pero traté de no molestar a nadie porque me da mucha vergüenza. Mi objetivo es reinventarme, estar cerca de mi esposa y seguir mirando hacia adelante pese a que el golpe fue lapidario”, comentó a La Nueva.

“Estamos viviendo en el sector de atrás de la casa, construimos parcialmente un departamento y siento que tuvimos la valentía de volver a este lugar. Acá nacieron mis tres chicos, pero también fallecieron. Todos los días los recuerdo”.

“Mi papá murió hace tres meses y cumplía los años el (pasado) sábado 24. En el medio pasó el Día de la Madre, también transcurrió el cumpleaños número 17 de mi hijo Rodrigo y ahora se suma el aniversario de esta tragedia. Este mes se me hace muy difícil digerirlo”, reconoció Schroeder.

Y agregó que “no quería que llegara esta fecha, tenía temor por ella, pero hay que afrontarla. Cada noche trato de dormirme con una sonrisa, apoyo la cabeza en la almohada con tranquilidad y con el respaldo de los seres queridos que me quedaron”.

“Fui entendiendo que mi vida debía seguir con sus vaivenes lógicos. El Día de la Madre no sabía de qué disfrazarme, la pasamos muy mal con mi esposa. Se me vino a la cabeza cuando le dije a ella que no trabaje para que disfrutara de sus hijos porque la vida es corta. Y gracias a esa decisión mi esposa pudo vivir muchas cosas con ellos, más allá de que ese tiempo no fue suficiente para disfrutarlos", indicó Pablo Schroeder al recordar a las tres víctimas del siniestro.

Ante la adversidad
"Me protegen todos los días"

“A los tres los sigo viendo en casa como si estuvieran jugando en el patio. Me protegen todos los días, están a mi lado como angelitos y lo digo con el corazón”, manifestó Schroeder.

“Hay noches que los espero porque pienso que algún día van a volver. En otras ocasiones hasta intenté salir a buscarlos porque durante los primeros meses se me hizo difícil caer de esta pesadilla”, acotó.

“Es muy difícil que me quiebre cuando hablo, eso me debe pasar porque soy policía y vi de todo en mi trabajo. Hace pocos meses murió mi padre, pero no pude expresar ese dolor en llanto. La vida me puso obstáculos, me hizo duro y eso se debe a la tarea que realizo”.

“Cuando una tragedia te toca a vos es muy difícil de superarlo. Lo importante es que todo lo que siento en mi interior se lo cuento a mi mujer, no le oculto nada y ella hace lo mismo”, concluyó.