Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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El tribunal halló culpable al expolicía Iván Darío Quintas

El adelanto del veredicto condenatorio fue dado a conocer minutos después de pronunciarse los alegatos de las partes, como lo prevé el sistema de flagrancia, y el martes próximo se hará pública la sentencia.
Iván Quintas es culpable, según resolvió en la víspera el Tribunal en lo Criminal Nº 3. Su abogado defensor, doctor Juan Manuel Martínez –derecha- había pedido la absolución.

El Tribunal en lo Criminal Nº 3 resolvió ayer que el expolicía Iván Darío Quintas, de 44 años de edad, es penalmente responsable por haber conducido el vehículo en el cual dos delincuentes se movilizaban, la noche del pasado 26 de abril, cuando robaron en comercios de nuestra ciudad.

La decisión estuvo a cargo de los jueces Daniela Fabiana Castaño, Eduardo d'Empaire y Raúl Guillermo López Camelo, quienes al finalizar los alegatos, y tal como establece el sistema de flagrancia, emitieron un adelanto del veredicto, que en el caso resultó condenatorio.

Los magistrados dispusieron también que el próximo martes, a las 12.30, se den a conocer la calificación legal de los hechos y el monto de la pena.

Ayer a la mañana, en su exposición final, la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 15, de flagrancia doctora Claudia Inés Lorenzo, solicitó se inponga a Quintas la pena de ocho años de prisión, por considerarlo autor responsable del delito de “robo agravado por el uso de armas cuya aptitud para el disparo no fue probada, y agravado por tratarse de un efectivo policial”.

El defensor Juan Manuel Martínez, por su parte, propició la absolución del encausado y, subsidiariamente, para el caso de que fuera hallado culpable, se le fje el mínimo de la sanción como partícipe secundario de robo simple.

La doctora Lorenzo consideró demostrado durante el juicio oral que el 26 de abril, alrededor de las 20.10, dos sujetos armados asaltaron la pollería de Washington 1596, propiedad de Dana Walden, de donde robaron 800 pesos y un teléfono.

Agregó que pocos minutos después, los mismos ladrones perpetraron un atraco en la pizzería de Láinez 2760, perteneciente a Sandro Ortiz, de la que se llevaron dinero, un reloj, una mochila y una campera.

Dijo la fiscal de juicio que luego de ambos hechos, los asaltantes escaparon en un rodado conducido por Quintas, quien revistaba en la comisaría Quinta, aunque por entonces no estaba en servicio.

La doctora Lorenzo, al aludir al argumento defensista de que el imputado tenía un “remís trucho”, manifestó que no dudaba de esa posibilidad, aunque recalcó que “esa noche no era su función”.

Consideró ilógico que el sujeto no notara algo extraño cuando sus “pasajeros” subían velozmente a su rodado luego de estar en determinados lugares, y calificó como “sospechoso” que Quintas se haya intentado descartar de dinero cuando llegó la policía hasta su casas en la primera cuadra de la calle Salinas Chicas.

En ese lugar Quintas fue aprehendido junto con Marcelo Ricardo Almaraz (30) y Cristian Andrés Gavilanes (28).

Tras considerar acreditada la participación dolosa del procesado en los hechos, citó como agravantes la pluralidad de intervinientes, la personalidad del imputado y la nocturnidad.

La defensa.

Por su parte, el abogado defensor Juan Manuel Martínez, cuestionó la intervención policial en el caso, calificando como “irregular” el procedimiento realizado poco después del asalto en la pizzería, en el domicilio del sospechoso, y dijo haber advertido “incongruencias entre la instrucción y lo ocurrido en el juicio”.

Sostuvo el doctor Martínez que la acusación “fue muy huérfana respecto de Quintas” y argumentó que el aporte de su pupilo “no fue determinante para la facilitación del robo”.

Aludió también a irregularidades en el acta de procedimiento, ya que en dicho documento se dejaba constancia del “secuestro de elementos frente a testigos”, y luego en el debate las personas firmantes aseguraron que los objetos incautados les fueron exhibidos luego del operativo.

Atribuyó a los efectivos que actuaron en el caso intencionalidad de perjudicar a Quintas e insistió en que “no hay dato que demuestre que conocía o fue partícipe voluntario de un robo”, ni que “facilitó la huida de nadie”. Es más, según dijo, el expolicía realizó un trayecto lineal en el vehículo hasta su casa.

“No hay ningún elemento objetivo que permita desvirtuar que esa noche estaba como remís trucho”, finalizó el abogado.