Scouts recrean una estufa ecológica económica y ayudarán a quienes quieran diseñarla
La Rama Caminantes del grupo Scout Ceferino Namuncurá, de Pringles, la construye con ladrillos y vidrios reciclados. Al finalizar, compartirán sus saberes con quienes quieran fabricar un modelo propio. Los más chicos realizan macetas biodegradables de yerba.
Anahí González Pau
[email protected]
Por estos días, los más grandes del grupo scout Ceferino Namuncurá, de Coronel Pringles, están diseñando una estufa de barro que les permitirá calefaccionar su cabaña de un modo amigable con el ambiente, ya que no consume energía eléctrica y aprovecha la leña de un modo más eficiente que una salamandra común.
Si la experiencia funciona la idea es darla a conocer y asesorar y acompañar a personas que lo necesiten para que puedan, ellas mismas, replicar este diseño que es económico ya que se realiza con adobe, vidrio y ladrillo. El fin de este grupo Scout es reutilizar la mayoría de estos elementos, para lo cual solicitaron a la comunidad la donación de ladrillos en desuso.
Para llevar a cabo el desafío tomaron como modelo a la estufa Rocket BBR, presentada por el INTA y cuentan con documentos y tutoriales. Además, tienen la guía del educador Juan Manuel Sartal con amplia trayectoria en construcción.
Vanina Campbell, Educadora de la Rama Caminantes, compuesta por jóvenes de entre 14 y 17 años, brindó detalles sobre el proyecto.
“Los chicos están muy entusiasmados con la propuesta, están aprendiendo la técnica del adobe y también cómo realizar cámaras de combustión de la estufa y pegar ladrillos, actividades con las que no estaban familiarizados”, contó.
Este proyecto se desprende de la adhesión de Scouts Mundial y Scouts de Argentina a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) propuestos por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y que hacen referencia específicamente a la necesidad de revertir el cambio climático tomando un compromiso activo con el cuidado del medio ambiente, entre otros puntos.
La agrupación local apuntó esta referencia y presentó la iniciativa a los chicos para que pudieran trabajar en equipo y presentar propuestas.
Juan Manel Sartal, ayudante de Educador de la Rama Caminantes, acompaña a los chicos en esta etapa en la que deben formar empresas. Dentro del grupo había tres o cuatro proyectos y eligieron la estufa.
“Una salamandra común quema el material a 400 y 600ºC y utiliza entre un 50 y un 55% de toda la leña con la que se carga y lo demás pasa a ser ceniza. Estas estufas Rocket de doble combustión consumen entre el 85 y el 95% de la madera”, explicó.
“Con dos cargas de 12 kg de leña calienta una casa de 100 m2 durante 24 horas. Es decir que con mucho menor cantidad de material a combustionar tiene una alta eficacia.
Si bien la campaña para conseguir ladrillos viejos tuvo muy buena respuesta, todavía necesitan más piezas usadas para completar el trabajo. También usaron vidrios que consiguieron en vidrierías locales y algunas partes metálicas donadas.
“El proceso no es difícil, es solo ponerle ganas. Por el espacio físico que teníamos tuvimos que reinventar la cámara de combustión y el tamaño de la misma, para aprovechar una base alta que ya teníamos”, comentó.
Esto derivó en que decidieran hacer la estufa con un horno, con lo cual a medida que calienta la casa se puede cocinar.
“Al finalizar la unidad queremos llamar a la sociedad, a todos los que se quieran acercar para mostrarles el proceso, desde preparar el adobe hasta facilitarles los planos. No lleva gastos considerables”, dijo.
Las macetas bien argentinas: de yerba mate
La rama Manada, integrada por niños de 7 a 11 años, por su parte, se sumó con el proyecto de diseñar macetas de yerba reutilizada que son biodegradables, es decir, no generan residuos tóxicos, como las macetas de otro tipo de material y se degradan en la tierra.
La idea es que los chicos puedan armarlas y venderlas en la comunidad para vivenciar el esfuerzo que significa llevar adelante un proyecto y además experimenten el cuidado del ambiente.
“El movimiento Scout tiene como misión formar jóvenes comprometidos socialmente con la sociedad y la naturaleza, a través del método scouts, que consiste en aprender haciendo en pequeños grupos y en contexto naturales, con basamento en los valores que nos ofrece nuestra promesa y nuestra ley”, dijo Vanina Campbell.
“Es por eso que estos proyectos también van de la mano con nuestra ley, la cual en uno de sus puntos nos dice ‘el scout ama y defiende la vida y la naturaleza’", concluyó.
Si bien el movimiento posee cinco ramas que van desde los 5 años a los 21, en la localidad de Pringles, funcionan cuatro. Actualmente, entre adultos y niños participan aproximadamente 50 integrantes.
“Invitamos a cualquier adulto que desea sumarse a este voluntariado y tenemos abierta la inscripción para adolescentes de 14 a 17 años”, subrayó Vanina Campbell quien comenzó su formación scout a los 5 años en la comunidad guía virgen de Luján (que comparte fundador con el grupo scouts Ceferino Namuncurá).
A los 21, comenzó en el grupo scouts como educadora y actualmente se desempeña como Educadora de la Rama Caminantes que son los adolescentes de 14 a 17 años.