Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

Quién es la ganadora del Nobel de Literatura, según la bahiense que tradujo su obra

La poeta galardonada es autora de más de una decena de libros de poesía, entre los que se destacan "Vita Nova", "Seven Ages" y "Averno".

Louise Glück.

Por Marina Kohon*

   “Me parece que el deseo de hacer arte produce una experiencia continua de ansia, una inquietud a veces, pero no forzosamente, desarrollada de forma romántica, o sexual. Siempre hay algo delante, el próximo poema o historia, visible, al menos entendible,  pero inalcanzable. Percibirlo por completo  es estar poseído; algún sonido, algún tono, se vuelve un tormento- el poema encarnando aquel sonido parece existir ya terminado en algún lugar. Es como un faro, excepto que, cuando uno nada hacia él, se aleja.” Escribió la flamante premio Nobel, Louise Glück, en uno de sus ensayos, aunque con este premio, ella parece demostrar que el faro de las letras no le es inasequible.                                                        

   Nació en Nueva York en 1943, imparte clases en la Universidad de Yale y desarrolla actividades de docencia en el departamento de lengua inglesa del Williams College en Williamstown, Massachusetts.

   Louise Glück había sido galardonada anteriormente con el premio Pulitzer en 1993 por su libro El iris salvaje,  fue la duodécima poeta laureada (2003-2004) por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, ha recibido también el National Book Critics Circle Award  por Triumph of Achilles (La victoria de la Aquiles), el Premio de la Academia Americana de Poetas por Firstborn (El Primogénito) entre los premios más importantes, así como numerosas becas Guggenheim.  Es autora de catorce libros de poesía y una colección  de ensayos: Proofs and Theories: Essays on Poetry (Pruebas y teorías: ensayos sobre poesía), 1994.

   “Mi poder cesa cuando el poema está en la página, y luego no me pertenece, sino a alguien más, y no puedo controlar lo que le pasa, y no quiero viajar por toda América explicándole a la gente cómo leer mis poemas. Espero que ellos encuentren lectores que los lean con agudeza. Espero que mis poemas estén al nivel de la agudeza, que es incluso más crucial”.

   Su poesía, precisa, de tono delicado y a veces enigmático, posee un gran registro temático; en sus libros  El triunfo de Aquiles (1985) y Averno (2006)  hay  una gran conexión con el mito clásico usado como un espejo de las situaciones cotidianas que han atravesado a la humanidad en todas las épocas. Así, en un contrapunto entre hechos y fábulas, los mitos y lo mundano, teje sus poemas. También puede ser oscura, como en sus poemas introspectivos. Escribe sobre lo aterrador de las fuerzas que no controlamos: tiempo, muerte, deseos inconscientes, siempre de una manera profunda y bella. Sobre las relaciones familiares, la violencia silenciosa, su peligro. La calmada turbulencia.

   Dice:

   “Cuando leés algo que merece ser recordado, liberás a una voz humana. Liberás en el mundo una vez más a un espíritu compañero”.

   Ella añadió en una entrevista con Grace Cavallieri en el 2000: “Creo que ésa fue mi primera experiencia  como lectora. Fui una niña solitaria. Mis interacciones con el mundo como ser social eran poco naturales, forzadas, y me sentía feliz cuando leía. Bueno, no era todo tan sublime, miraba un montón de televisión y comía mucho, también. Pero cuando leía, sentía que- especialmente cuando leía poemas- las voces en la página, de William Blake, y T.S. Eliot, y W. B. Yeats me hablaban, que eran mis compañeros. Sentía que no sólo eran mis maestros, sentía que ésas eran las personas con quienes sería capaz de hablar. Mi primera escritura fue un intento de comunicación con ellos, una forma de responderles".

   En su escritura siempre ha querido mostrar las dificultades del individuo para adaptarse, así la literatura al darles luz las vuelve universales y nos da a los lectores, bajo su reflejo,  la posibilidad de verlas de otra forma. Su estilo preciso describe situaciones que en apariencia  pueden parecer mínimas, pero a las que logra darles una carga expansiva, que las hace trascendentes. Su temática, suele repetirse en los distintos libros, como imágenes que cautivan o preocupan a la autora pero lo que cambia es el lente con el que las analiza y las describe.

   Según ella misma explica en una entrevista con William Giraldi en el 2014, cuando ella escribió Averno (2006), ella misma se sorprendió ante los “tapices internos” de imágenes que volvían una y otra vez inconscientemente, como producto de una meditación sobre un conjunto de condiciones y dilemas, por eso los poemas giran en torno a ciertas imágenes repetitivas, como el campo en llamas de Henning Mankell. Averno fue un homenaje a Mankell, dice:  traté de usar algo de sus libros en cada uno de los poemas de Averno, como un homenaje. Nadie lo notó, pero estaba ahí para mí”.

    El 8 de octubre de este año recibió el Nobel de literatura, un premio que reconoce su talento y reivindica a la poesía.

   Poemas:

Todos los Santos

Aún ahora este paisaje se está ensamblando.

Las colinas se oscurecen.  Los bueyes

duermen en su yugo azul,

Los campos han sido

rebañados,  los fardos

atados  en proporción y apilados entre potentillas

al costado del camino  mientras que la luna dentada se eleva:

Éste es el vacío

de la cosecha o pestilencia.

Y la esposa asomándose por la ventana

con su mano extendida, como en pago,

y las semillas

perceptibles,  oro, llamando

Ven aquí,

Ven aquí, pequeño.

Y el alma se desliza desde el árbol.

The First Four books of  Poems, Ecco Press, 1995

Parábola de los Cisnes

En un pequeño lago

perdido en el mundo, dos

cisnes vivían. Como todos los cisnes,

pasaban ochenta por ciento del día estudiándose

a sí mismos en el agua atenta y 

veinte por ciento asistiendo a su amado. Así,

su fama de amantes radica

principalmente en el narcisismo, que deja

tan poco tiempo libre para

salidas más plenas. Pero

el destino tenía otros planes: después de diez años , dieron

con aguas pantanosas;  cualquiera que fuera la basura, se

ciñó al plumaje del macho, que se volvió

instantáneamente gris; al mismo tiempo,

se reveló el verdadero propósito  

del diseño flexible de su cuello. Tanta

acción en el lago plano, ¡tanto

él ha perdido! Más tarde o más temprano en una larga

vida juntos, toda pareja  se encuentra

en una emergencia como ésta, algún

drama que resulta

en daño. Ésto

ocurre por una razón: testear

el amor y demandar

expresión fresca de sus términos complejos.

Así se puso de manifiesto que el macho y la hembra

volaron bajo diferentes banderas: mientras

el macho creyó que el amor

era lo que él sentía en su corazón

la hembra creyó

que el amor era lo que uno hacía. Pero ésta no es

una pequeña historia sobre la corrupción

intrínseca del macho, usando como evidencia la ruin

definición de pureza del cisne. Es

una historia de astucia e inocencia. Por diez años

la hembra estudió al macho, ella coqueteaba

cuando él dormía  o estaba

oportunamente ensimismado en el agua,

mientras que el macho espontáneo

actuaba con desenfado según

el capricho del momento. En el agua pantanosa

discutían por algún tiempo, bajo la luz que palidecía,

hasta que la pelea se volvía lentamente

abstracta, formando 

parte de su canción

después de un rato.

Meadowlands, Ecco Press, 1997.

Madre e Hijo

Somos todos soñadores; no sabemos quiénes somos.

Alguna máquina nos hizo, máquina del mundo, la familia constrictora.

Luego de nuevo al mundo, lustrados por suaves látigos.

Soñamos; no recordamos.

Máquina de la familia: pelaje oscuro, bosques del cuerpo de la madre.

Máquina de la madre: ciudad blanca dentro de ella.

Y antes de eso: tierra y agua.

Musgo entre las rocas, trozos de hojas y pasto.

Y antes, células en una gran oscuridad.

Y antes de eso, el mundo velado.

Es por eso que naciste: para silenciarme.

Células de mi madre y padre, es vuestro turno

de ser fundamental, ser la obra maestra.

Improvisé, nunca recordé.

Ahora es tu turno de ser conducida,

sos la que demanda saber:

¿Por qué sufro? ¿Por qué soy ignorante?

Células en una gran oscuridad. Alguna máquina nos hizo

Es su turno de abordarlo, volver a preguntar

¿para qué existo? ¿para qué existo?

The Seven Ages The Ecco Press, 2001

Un Jardín de Verano

Varias semanas atrás descubrí una foto de mi madre
sentada al sol, su rostro sonrojado como por el logro o el triunfo.
El sol brillaba. Los perros
estaban durmiendo a sus pies donde el tiempo dormía también,
calmo y estático como en todas las fotografías.

Saqué el polvillo del rostro de mi madre.
Ciertamente el polvillo cubría todo; me parecía la persistente
confusión de la nostalgia que protege todas las reliquias de la infancia.
En el fondo, una variedad de muebles de jardín, árboles y arbustos.

El sol bajó en el cielo, las sombras se agrandaron y oscurecieron.
Cuanto más polvillo sacaba, más crecían esas sombras.
El verano llegó. Los niños 
se inclinaban sobre el cerco de las rosas, sus sombras
se fundían con los sombras de las rosas.

Una palabra vino a mi cabeza, nombrando
este movimiento y cambio, estos borrones
que ahora eran obvios-

Aparecía y rápidamente desaparecía.
¿Era ceguera u oscuridad, peligro, confusión?

El verano llegó, luego el otoño. Las hojas cambiando,
los niños, puntos brillantes en una mezcla de bronce y siena.

2

Cuando me recuperé un poco de esos acontecimientos,
coloqué la foto como la había encontrado
entre las páginas de un antiguo libro, 
muchas de sus partes habían sido escrita
en los márgenes, algunas veces en palabras, pero más a menudo
en vivaces preguntas y exclamaciones
que significaban “estoy de acuerdo” o “me siento inseguro, confundido-”,

La tinta se desvanecía. Aquí y allá no podía decir
qué pensamientos le venían al lector
pero a través de las manchas como moretones podía sentir
la urgencia, como si hubieran caído lágrimas.

Tomé el libro por un tiempo
era Muerte en Venecia (traducido)
Había anotado la página en caso de que, como creía Freud,
nada fuera un accidente.

Así la pequeña fotografía
fue enterrada otra vez, como el pasado es enterrado en el futuro.
En el margen había dos palabras,
unidas por una flecha: “esterilidad” y más abajo “olvido”-

“y a él le pareció que el pálido y adorable
convocante allí afuera, le sonreía y llamaba con un gesto”

3

Qué quieto está el jardín.
Ninguna brisa ondula el cerezo silvestre;
el verano ha llegado.

Qué quieto está 
ahora que la vida ha triunfado. Las rústicas

columnas de los sicomoros 
soportan los inmóviles
estantes de follaje,

el césped debajo
frondoso, iridiscente-

Y en el medio del cielo,
el dios presuntuoso.

Las cosas son, él dice. Son, no cambian;
la respuesta no cambia.

Qué silencioso está, tanto el escenario
como el público, el respirar
parece una intromisión.

Él debe estar muy cerca;
no hay sombras en el pasto.

Qué quieto está, qué silencioso,
como una tarde en Pompei.

4
Beatrice llevó a los niños al parque en Cedarhurst.
El sol brillaba. Aviones
pasaban una y otra vez por encima, pacíficos, porque la guerra había terminado.

Era el mundo de su imaginación;
lo verdadero o falso no tenía importancia.

Recién lustrado y brillante-
así era el mundo. El polvillo
no había irrumpido aún sobre la superficie de las cosas.

Los aviones pasaban, una y otra vez, con rumbo
a Roma y a París- no podías llegar allí
a menos que volaras por sobre el parque. Todo
debe atravesarlo, nada puede detenerse-

Los chicos se daban las manos, se inclinaban
para oler las rosas.
Tenían cinco y siete años.

Infinito, infinito-esa
era su percepción del tiempo.
Ella se sentó en un banco, un poco escondida entre los robles.
A lo lejos, el miedo se aproximaba y partía;
de la estación de trenes venía su sonido.

El cielo era rosa y naranja, más viejo porque el día había terminado.

No había viento. El día 
proyectaba sombras de roble sobre el pasto verde.

Poetry, Vol. 199, No. 4, January, 2012

 

*Marina Kohon es profesora de inglés, poeta y traductora de poesía. Coordinó  un Club de Lectura de Literatura Irlandesa del 2010 al 2013. 
Publicó los siguientes libros de poesía:
La Ruta del Marfil, Alción (2012),  Banshee, Hemisferio Derecho (2013), de la Chacra al Cielo, plaqueta de poesía, Colectivo Semilla (2014) y Un jardín en medio de la nieve, Alción, (2017). Administra el blog Ogham: Arte Celta Irlandés, Traducciones y Otros Hallazgos.