El aumento del dólar jaquea a los centros nefrológicos
En Coronel Suárez se atienden pacientes de toda la región y la incidencia de los insumos, todos ellos dolarizados, es cada vez más grande. A su vez las obras sociales no actualizan el valor de las prestaciones.
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Los centros nefrológicos del país están viviendo una situación particular de crisis financiera, debido al aumento en los costos de los insumos y al valor desactualizado de las prestaciones.
El Centro Nefrológico de Coronel Suárez no escapa a esta crisis y vive con incertidumbre financiera sus últimos meses. A su vez, al ser un centro de referencia en la región, no puede iniciar medidas de fuerza que supongan cortar el servicio.
El doctor Carlos Alberdi, director de la institución, comentó que “los centros con tratamientos de hemodiálisis utilizan insumos y máquinas dolarizadas; en nuestro país no se fabrican, con lo que los insumos nos han aumentado más del 100 por ciento”.
A su vez indicó que los tratamientos están cubiertos por las obras sociales.
“El 50 % de los pacientes son de PAMI, otro gran porcentaje se lleva los pacientes de IOMA, y en menor cantidad existen obras sociales como Osecac, Osprera u Ospic. El mayor problema lo tenemos con las obras sociales estatales, que no han actualizado el valor de las prestaciones”, sostuvo.
Los centros nefrológicos están representados por la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina y por la Asociación de Centros Privados de Diálisis, que son quienes negocian el valor de las prestaciones.
“El PAMI, ante el reclamo llevado por estas asociaciones, respondió diciendo que iban a otorgar un aumento del 6 % en dos cuotas, algo ridículo que nos perjudica enormemente”, sostuvo.
“Encima, nos pagan a los 90 o 120 días. En algunas obras sociales debemos esperar 90 días para el alta del paciente, recién ahí facturar y esperar otro tanto para poder cobrar. Esto solo lo vivimos en la época de la hiperinflación”, agregó.
Alberdi pidió respuestas en forma urgentes.
“No sabemos hasta cuándo vamos a poder enfrentar el costo de estos tratamientos. Utilizamos mucho material descartable que es importado, y no podemos dejar de prestar el servicio porque depende la vida de nuestros pacientes”, advirtió.
Por último, recordó el mal momento de la obra social de la fábrica de zapatillas, Ospic, que hace 6 meses que no paga las prestaciones.
“Nosotros atendemos gente de toda la zona y por convenios firmados con anterioridad, además de la atención pagamos los taxis de los pacientes. Tenemos 12 empleados en este centro que también suman a los costos fijos. Es una situación angustiante”, finalizó.