¿Qué es burnout? el síndrome que crece entre miles de trabajadores argentinos
El estado de agotamiento físico y mental aparece cuando las exigencias laborales superan las capacidades de respuesta del cuerpo y la mente, afectando seriamente la salud. La estabilidad laboral ya no es garantía de bienestar o progreso.
Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
En el estudio “Burnout en Argentina 2024”, realizado por el Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales de la Universidad Siglo 21, se revelan datos que invitan a reflexionar sobre el límite entre la superación personal y el desgaste extremo en el trabajador argentino.
Por ejemplo, uno de cada 3 argentinos (32%) se siente tan agotado que no puede realizar ninguna otra actividad después del trabajo. Este es el porcentaje más alto registrado hasta ahora desde que comenzaron dichas investigaciones en 2018, superando el 10% de aumento en comparación con el año anterior.
Además, un 24% de la población reporta que, la mayor parte de los días no logra relajarse después del trabajo y siente que cada vez le resulta más difícil iniciar una nueva jornada laboral.
Precisamente, la frustración laboral se ha convertido en una constante en la vida de muchos trabajadores en América Latina pero aún más en Argentina que es uno de los países cuyo mercado laboral registra un mayor índice del “burnout” o “síndrome del trabajador quemado”.
Aunque la idea de tener un trabajo estable alguna vez fue sinónimo de éxito, hoy esa estabilidad no garantiza bienestar ni realización personal.
Según un reciente informe del portal de búsquedas de empleo Bumeran, apenas 2 de cada 10 trabajadores en el país están realmente conformes con su empleo actual.
El estudio revela un dato contundente: el 76% de las personas encuestadas no trabaja en la profesión que soñaba de niño, y el 79% directamente afirma no sentirse a gusto con su trabajo actual.
Esta desconexión entre los sueños de infancia y la realidad laboral genera una sensación de vacío que se arrastra durante años.
Para muchos, el trabajo dejó de ser una fuente de motivación para convertirse solo en una obligación diaria que apenas permite llegar a fin de mes para satisfacer las necesidades básicas.
Pero el problema no se limita solo a lo económico...
Según especialistas, el malestar también está relacionado con la falta de reconocimiento, la sobrecarga de tareas, el estrés constante y la poca conexión emocional con las tareas que se realizan.
En un contexto donde la inflación y la incertidumbre económica hacen que conseguir y mantener un empleo ya sea un desafío, aspirar a uno que también sea satisfactorio parece un lujo.
Victoria de la Encina, psicóloga y especialista en recursos humanos, señala que la insatisfacción laboral muchas veces está relacionada con trayectorias personales marcadas por frustraciones acumuladas.
“El ideal de ‘ser lo que uno quería ser’ muchas veces choca con la necesidad de aceptar lo que se puede, en función de las oportunidades que hay”, explica.
Está brecha entre el deseo y la realidad se vuelve especialmente dura con el paso del tiempo.
El informe también destaca que el malestar laboral afecta con más fuerza a los jóvenes de entre 18 y 24 años y a los adultos mayores de 50.
En el primer grupo, la dificultad para insertarse en el mundo laboral suele generar desánimo. En el segundo, la falta de opciones para reinsertarse o crecer profesionalmente incrementa el sentimiento de estancamiento.
En la Argentina, un fenómeno preocupante es el aumento del “burnout”. Este estado de agotamiento físico y mental aparece cuando las exigencias laborales superan las capacidades de respuesta del cuerpo y la mente, afectando seriamente la salud.
Cada vez más personas sienten que trabajan simplemente para sobrevivir, lo cual genera un ciclo de desmotivación difícil de romper.
Frente a este panorama, especialistas advierten sobre la necesidad de repensar el rol del trabajo en la vida cotidiana e indican que las empresas deben asumir su parte y buscar nuevas formas para intentar motivar, contener y acompañar a sus empleados.
Hay que apostar a un entorno laboral más saludable, humano y flexible para no solo mejorar el rendimiento de los trabajadores sino también para devolverle al trabajo un poco del sentido perdido.