Unos y otros, cercados en su propia telaraña electoral
La columna semanal del corresponsal de La Nueva. en la capital de la provincia.
Mientras en cualquier sobremesa familiar o de amigos las prioridades discursivas básicamente pasan por las múltiples dificultades que atraviesa la economía de bolsillo, los integrantes de la agenda política siguen abstraídos en las intensas disputas partidarias de cara a la conformación de las listas para las legislativas bonaerenses de septiembre próximo.
En ese esquema, el escenario se reconfigura constantemente y todavía queda por delante un largo camino a las urnas en la Provincia, uno de los puntos que mayor expectativa genera entre analistas y politólogos. Se trata de una serie de ocho elecciones distritales distintas, donde está claro que los intendentes tendrán un rol protagónico por el contacto directo que mantienen con sus comunidades.
“En este esquema descentralizado que propone el PJ, todos pasan a ser jefes territoriales de porciones, midiendo con votos su representación y proyección para un futuro no muy lejano”, explican sobre las diagonales.
El reciente anuncio de la candidatura de Cristina Kirchner para competir por una banca como diputada por la Tercera Sección sacudió la góndola del oficialismo y pareció abrir definitivamente un proceso de unidad forzada antes del 7 de septiembre.
De hecho esa jugada adelantó también los tiempos del Frente Renovador. Los intendentes de ese espacio le propusieron a Sergio Massa que encabece la lista de senadores por la Primera Sección.
Para llegar a esa unidad, el primer paso de CFK fue retomar el diálogo con Axel Kicillof después de mucho tiempo. Se trató de un acercamiento para intentar limar asperezas después de meses de desconfianza. “No hay diferencias irreconciliables” aclaran, en plena búsqueda por fortalecer la unidad del kirchnerismo, siempre destacando la importancia de construir un proyecto colectivo contra la gestión de Javier Milei.
Tanto en público como en privado la expresidenta cuestionó la estrategia del gobernador de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Al parecer, la decisión de CFK pasa por “poner el hombro” para que Unión por la Patria pueda empujar desde el Gran Buenos Aires a lograr “la mejor elección posible”. En términos políticos parece una jugada pensada para replegarse y potencialmente “poner a salvo la Gobernación” ante el avance libertario.
Tal vez por eso previamente barrió la agenda mediática nacional con el anuncio de su candidatura, que desdibujó casi por completo el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro, presentado días antes por ministros e intendentes aliados a Kicillof como un nuevo espacio anti Milei.
En paralelo, y tras autodefinirse como “los samuráis” del Presidente, los senadores bonaerenses de LLA, junto a los del PRO y del radicalismo, festejaron la caída de una sesión que presuntamente podía habilitar la reelección indefinida de legisladores y concejales en todo el territorio bonaerense.
Pero de inmediato rechazaron que haya sido la oposición quien dejó sin quórum a UxP. "Fueron ellos mismos los que no lograron juntar el número de su propio bloque”, chicanearon.
En rigor, según advierten veteranos conocedores de la dinámica legislativa, “impulsar en el recinto el tratamiento de una ley que tiene sabor a derrota asegurada, sería un acto de total mala praxis política”.
Mientras tanto, durante charlas reservadas en la residencia gubernamental, Kicillof y su vice Verónica Magario coinciden en el discurso a a utilizar para confrontar contra la nacionalización de los comicios que pretenden instalar los libertarios.
“¿De qué libertad nos hablan? Sin igualdad de derechos, no hay libertad. Sin justicia social, la libertad es una truchada", remarcan, en respuesta a los planes de LLA para trasladar el plan motosierra de la Casa Rosada a la sede de calle 6.
Y entre las pulseadas de unos y otros, en medio de la inestable agenda política bonaerense, no pocos actores procuran conformar un frente amplio de centro que podría tener peso para las próximas legislativas. Un nuevo espacio político alejado de las ideas y las formas que representan tanto el kirchnerismo duro como el mileísmo puro.
Justamente, uno de los más activos promotores de esta nueva versión de la “Gran avenida del centro” es el diputado nacional Emilio Monzó, con amplio conocimiento de la política provincial -fue intendente, diputado y ministro agrario- quien sostiene la necesidad de formar una alianza partidaria alternativa que se diferencie claramente de la polarización que proponen UxP y LLA.
En esa línea, algunos jefes comunales radicales enemistados con los libertarios y otros dirigentes vecinalistas del interior miran con interés ese potencial armado electoral mientras se acerca la hora para la conformación de las boletas seccionales y locales.
En ese contexto, ya hay quienes sugieren poner a la cabeza de las boletas de legisladores y concejales a “ex o actuales intendentes prestigiosos”en cada una de las secciones, como un un anzuelo para tentar a los referentes de la UCR, un espacio que sigue teniendo una fuerte estructura territorial, clave para cualquier armado electoral.
No son los únicos movimientos sobre el escenario. Tras la fusión entre violetas y amarillos del PRO, como expresión de derecha por autodefinición política, también aparecen sectores con cierta tendencia a coincidir con el Gobierno nacional. Es un movimiento reflejo, simplemente porque creen que Milei “tiene ahora mayor capacidad de ganar elecciones por un par de aciertos macroeconómicos”, aunque eso perjudique la natural función opositora.