¿Qué cambios trae la segunda edición de los vouchers educativos?
Ayer cerró la inscripción para el ciclo 2025 del Programa de Asistencia Educativa para alumnos que asisten a establecimientos privados con subvención estatal.

Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
Audionota: Juan Ignacio Zelaya
Con 28 mil alumnos bahienses en condiciones de acceder, el viernes cerraron las inscripciones al Programa de Asistencia Vouchers Educativos, una iniciativa que brinda apoyo a las familias cuyos hijos asisten a escuelas de gestión privada con una subvención estatal igual o superior al 75%.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, la ayuda alcanzaría hasta el 50% de $ 51.960 (costo de la matrícula jornada simple de secundario con 80% de subvención) o hasta la mitad de $ 45.890 (valor de la cuota mensual de una primaria con 80% de subvención).
En el caso de los colegios con el 100% de aporte estatal, sería el 50% de $27.430 (secundaria) o $24.880 (primaria).
En su segunda edición, el plan del gobierno nacional tiene un par de modificaciones: abarca hasta la finalización del ciclo lectivo (9 meses) y el beneficio se podrá suspender temporal o definitivamente en caso de que la escuela informe incumplimientos de pago.
“Fueron dos recomendaciones que hicimos para ir mejorando un programa que ayudó a paliar la crisis que atravesaron las escuelas privadas”, señaló Martín Zurita, referente de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas de la Provincia de Buenos Aires (AIEPBA) a “La Nueva”.
Cabe recordar que el año pasado se inscribieron alrededor de 800 mil familias y benefició a 1.300.000 alumnos en todo el país.
“Estimamos que en esta edición el número va a crecer. En 2024 hubo mucha desinformación o falta de información y muchas familias se enteraron tarde más allá de que reunía las condiciones. Y también hay que tener en cuenta que la cuestión económica de las personas tampoco mejoró demasiado”, amplió.
Según Zurita, este subsidio permitió que varios establecimientos educativos lograran mejorar su índice de cobrabilidad.
En la seccional de Bahía Blanca hay 70 servicios educativos de nivel inicial, primario y secundario que están en condiciones de acceder al programa.
“También solicitamos que se incluyan todas las escuelas privadas y no sólo las que tienen más del 75% de aporte estatal, porque son las familias las que tienen problemas para cubrir el costo de la cuota y todos sabemos que no es positivo que un niño se tenga que ir de un colegio por no poder abonar”.
En su opinión, este requisito de impedirle el acceso a otros colegios con menor aporte estatal o incluso a no subvencionados es arbitrario.
“Nuestra opinión es que sólo debería considerarse que la familia no supere los ingresos de 7 salarios mínimos vital y móviles, vaya donde vaya su hijo. Vamos a seguir insistiendo con esta petición”.
Como principal novedad para 2025, Zurita señaló que ahora las escuelas deberán informar mensualmente la regularidad del pago de la cuota por parte de las familias beneficiarias.
“Si una familia no paga la cuota durante dos meses, la escuela lo deberá informar y el beneficio se suspenderá temporalmente, reactivándose una vez que se regularice el pago”.
Y si el incumplimiento se extiende por tres meses consecutivos, el subsidio quedará anulado.
“La modificación introducida permite un mayor control para asegurar que los fondos se destinen efectivamente al pago de la cuota escolar”.
En lo que tiene que ver con Buenos Aires, Zurita recordó que “fue la jurisdicción con mayor cantidad de familias inscriptas el año pasado. Aproximadamente la mitad del millón de alumnos que accedieron al beneficio provenían de esta provincia”.
Un problema natal
Con la pandemia y los procesos inflacionarios posteriores, los colegios privados, tanto los que cuentan con aportes estatales como los que no, se embarcaron en una situación crítica de desfinanciamiento por el constante aumento de costos.
“En 15 años la cantidad de alumnos bajó un 18,2%”, lo que es un dato revelador de la crisis existente y que impactó de lleno en los establecimientos privados”, explicó Zurita.
De todos modos, no sólo afectó que muchos alumnos pasaran al sector público, sino que fue más allá en su análisis.
“La baja en las tasas de natalidad está teniendo un impacto importante en nuestro sector. Afecta a muchísimas instituciones que hoy están cerrando salas o que están despidiendo personal; realmente es un tema que creo que debería ser tomado como política de estado, porque esto se va profundizando”.
Según Zurita, de 2011 a 2023 se perdieron 102.000 vacantes.
“Fueron más de 100.000 alumnos menos, tanto en el sistema estatal como en el privado. Esto no afecta solamente a la escuela privada. Por eso realmente nosotros creemos que es un tema que hay que tomar en cuenta. Es un tema que es una realidad no solamente de Argentina, sino de muchísimos países del mundo. En educación hay que mirar siempre paso para adelante”.
“En la escuela privada también hay un tema que tiene que ver con una estructura de costos. Y si los números no cierran no se puede mantener el proyecto educativo por más lindo que sea. Los números se tienen que dar también para poder sostener el servicio educativo y en muchos casos estamos viendo que hay escuelas que se van achicando por falta de alumnos”.