Primeros testimonios de Astor Piazzolla, en un libro
Se produjo una valiosa reedición de la obra de Alberto Speratti, quien mantuvo 10 encuentros en 1968 con la figura más relevante y polémica del tango.
Por Carlos Carrizo / Especial para La Nueva.
Alberto Sperattti, periodista y escritor porteño fallecido en Barcelona en 1991 a los 49 años, es el autor de "Con Piazzolla", el primer libro que relata aspectos esenciales de la vida y obra del vanguardista del tango.
Durante diez encuentros concretados entre julio y octubre de 1968, Speratti recogió valiosas opiniones de quien en ese momento se haba erigido en la figura más relevante --y polémica-- de la historia del tango.
Así desfilan su infancia y aprendizaje musical en el barrio Little Italy de Nueva York, su encuentro con Carlos Gardel, su retorno al país e ingreso a la orquesta de Aníbal Troilo, sus estudios en Buenos Aires con Alberto Ginastera y en París con Nadia Boulanger.
También, el regreso a Nueva York en 1958, la formación de su primer quinteto en mayo de 1960 y la creación de la operita "María de Buenos Aires", junto a Horacio Ferrer, estrenada en la sala Planeta de Buenos Aires el 8 de mayo de 1968, con los cantables de Héctor de Rosas y Amelita Baltar.
Astor hace referencia a la permanente agresividad de quienes no aceptaban su nuevo tango, al señalar que "no se analiza la obra, se ataca al hombre y eso es absurdo. Uno no se ofrece vivo, sino que ofrece lo que logra resumir de su vida, quiero decir, su obra".
"Desde el principio mi música fue siempre muy melancólica, muy dramática, muy triste. No sé por qué; lo que yo menos tengo es de triste. Además, a mí me gusta escuchar a Schumann, Brahms, Chopin.. No sé si será masoquismo, pero mi música siempre ha sido así. Alguna habrá sido más agresiva, alguna muy mística, otra muy barroca, pero la mayoría de los temas tiene un fondo dramático, bien dramático, y no sé por qué".
Al hablar de su vanguardismo citó a Julio De Caro: "Nuestra generación musical ha sido influida por él, más que nada en el sentido esencial, sabor y algo que a él le es propio: swing. Pero también puedo tener algo de Elvino Vardaro, Troilo, Salgán. Yo he rescatado para mí lo que era más importante del tango: la cosa rítmica, el sabor".
Y enfatiza: "Sobre todo lo rítmico, la percusión, la acentuación, que para mí es lo más importante de la interpretación en tango, es lo que le da el swing".
"Hay intuitivos que hacen esas cosas sin darse cuenta el por qué. Es el caso de Osvaldo Pugliese, quien a veces pone sonidos que suenan lindísimos, tienen gran fuerza rítmica, pero son improvisaciones. Lamento que eso no se valore, que no se lo trate más seriamente".
La faceta risueña de Astor es delatada cuando afirma que le agradó alterar el final tradicional de los tangos. "Ese chan chan era como decir; señores, se terminó. Era ridículo".
De los músicos de la época citó a Julián Plaza (le grabó "Sensiblero") y a Emilio Balcarce. "También son buenos Osvaldo Tarantino, Eduardo Rovira y Rodolfo Mederos, aunque todavía tiene que encontrarse. Pero creo que tiene grandes condiciones de músico".
En la parte final del libro, Piazzolla hace referencia a "María de Buenos Aires", que la produjo por su cuenta y lo afectó económicamente. "Fue un cohete que me llevó hacia la alegría y la tranquilidad. Me llevó a creer otra vez en mí y estoy pensando en escribir otra cosa similar.. Es que cuando escribo me lleno de alegría, la vida me sale por todos lados".
"Con Piazzolla" ha sido editado por Vademecum y el prólogo fue escrito por Carlos Kuri, psicoanalista rosarino y admirador de su obra, autor de los libros "Piazzolla: la música límite" y el valioso "Archivo Piazzolla".