El castillo escondido sobre la Ruta 2 que pocos conocen y puede visitarse
Esta imponente construcción, oculta tras una frondosa arboleda en la Provincia, deslumbra con su historia, arquitectura y propuestas para el turismo rural.
En el corazón de la provincia de Buenos Aires se alzan construcciones que parecen detenidas en el tiempo.Algunas, ocultas entre árboles centenarios o en medio de extensas llanuras, guardan historias de poder, tragedias familiares y grandes legados que marcaron la identidad rural de la región.
Durante el siglo XIX, muchas familias terratenientes levantaron imponentes residencias influenciadas por la arquitectura europea, especialmente francesa. Estos espacios no solo reflejaban riqueza y estatus, sino también una visión de progreso que aún hoy se percibe en sus detalles arquitectónicos, jardines y senderos.
A la altura del kilómetro 168 de la Ruta 2, en el partido de Castelli, se esconde el castillo La Raquel, una joya arquitectónica de fines del siglo XIX. Su historia está ligada a la familia Guerrero y hoy se puede visitar en jornadas especiales, con actividades culturales, gastronomía y recorridos entre árboles centenarios y vista al río Salado.
En Castelli, el gobierno de Axel Kicillof inauguró el nuevo edificio de la Escuela Secundaria 1. Con una inversión de $704 millones, la nueva sede escolar permitirá centralizar la cursada de los 552 alumnos de la institución que antes utilizaban otras instalaciones del distrito.
La escuela cuenta con 12 aulas, biblioteca, SUM, patios externos y estacionamiento; y fue equipada con muebles producidos en la Fábrica de Mobiliario Escolar Pública de la provincia.
Un castillo francés en plena llanura bonaerense
Entre los paisajes verdes que acompañan la Ruta 2 se alza un castillo que parece salido de un cuento. Se trata de La Raquel, una estancia de estilo francés construida en 1894 en el partido de Castelli, a unos 170 kilómetros de La Plata, que pocos conocen pero muchos querrán visitar.
Oculto tras una arboleda espesa, este lugar despierta la curiosidad de quienes transitan la ruta rumbo a la Costa Atlántica. La edificación, de torre salmón y cúpula gris, domina el horizonte rural y guarda en su interior siglos de historia, legado y cultura.
Orígenes de una joya del siglo XIX
La historia del castillo La Raquel comienza con Carlos José Guerrero y Reissig, un inmigrante de las Islas Canarias que llegó a Argentina en 1838. Tras forjar una exitosa empresa naviera, su hijo Manuel Guerrero expandió la fortuna familiar adquiriendo alrededor de 40.000 hectáreas en la provincia de Buenos Aires.
Con la herencia de las tierras tras la trágica muerte de su esposa, Felicitas, Manuel decidió levantar una residencia imponente que representara el linaje Guerrero. Así nació La Raquel, que combina elegancia europea con el paisaje pampeano.
Una postal francesa con vista al río Salado
La construcción fue influenciada por la arquitectura francesa de la Belle Époque, con una torre central que recuerda a los castillos europeos. Desde sus ventanas, el río Salado se impone en el paisaje, generando un entorno de calma, ideal para desconectar.
El castillo se conserva gracias al trabajo de la Fundación Russo Guerrero, que no solo protege el patrimonio sino que organiza actividades culturales abiertas al público.
Turismo rural y propuestas culturales
Actualmente, La Raquel ofrece jornadas de campo, eventos privados y visitas guiadas en fechas determinadas. Quienes llegan pueden recorrer los senderos arbolados, conocer el casco histórico, disfrutar de experiencias gastronómicas y descubrir los secretos de una familia que dejó huella en la región.
Es un plan perfecto para una escapada de fin de semana, combinando historia, naturaleza y relax.
Un secreto a la vista, ideal para descubrir
La Estancia La Raquel no solo deslumbra por su belleza arquitectónica, sino que permite revivir el pasado y conectar con la historia de la provincia. Para quienes buscan una escapada distinta cerca de La Plata, este rincón escondido en Castelli es una opción ideal.