El parque Noroeste sale a la luz para sumarse como opción "verde"
Es un espacio generado por iniciativa, impulso y trabajo de los propios vecinos de ese barrio, en tierras propiedad del estado nacional que sufrieron décadas de abandono y desidia.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Con la inauguración del sistema de iluminación de calle Malvinas, entre la avenida Colón y Juan Molina, y la colocación de luminarias en el paseo recostado sobre esa arteria, el barrio sigue sumando mejoras en el parque Noroeste, espacio verde generado por iniciativa, impulso y trabajo de los propios vecinos en tierras propiedad del estado nacional que sufrieron décadas de abandono y desidia.
La iluminación fue habilitada a fines del mes pasado, en un acto que contó con la presencia del intendente municipal Federico Susbielles y modificó de manera significativa el aspecto del sector, mejorando sus condiciones de transitabilidad y generando una mejor situación en materia de seguridad.
Sobre calle Malvinas se colocaron 16 columnas de 10 metros de alto, con brazos de 1,5 metros sosteniendo luminarias led equivalentes a 150 watts.
También se procedió a colocar alumbrado en el paseo, tanto para iluminación general como algunas de tipo hongo en los sectores de fogones y mesas.
Esta obra comenzó a ser gestionada por los vecinos en 2015 y se fue realizando desde 2018 de manera parcial y aislada.
Finalmente, el año pasado salió a licitación la colocación del total de 39 columnas que han quedado habilitadas.
Jorge Luna, uno de los vecinos que desde hace años trabaja y gestiona por el parque, señaló que el pedido de iluminación tiene como principal fundamento “dotar al paseo de mayor seguridad y que las personas que transiten por el lugar o lo utilicen se sientan seguros”.
Mencionó además la necesidad de avanzar con ese tipo de obra en el sector donde se ubica el lago artificial, un sector que hoy aparece como muy oscuro e inaccesible.
Otras obras
Por otra parte, en relación al parque Noroeste, la municipalidad trabaja en la recomposición del que fuera el taller de Montaje, uno de los pocos galpones que ha sobrevivido al desmantelamiento que ha tenido la que fuera una verdadera ciudad industrial en manos de las empresas del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico –seccional Bahía Blanca al Noroeste--, primero, y el ferrocarril del Sud, después.
Luego de la estatización del ferrocarril y su posterior privatización toda el área quedó abandonada, con lo cual comenzó su desmantelamiento, a veces con la venta de los edificios o sus componentes en subastas realizadas en Buenos Aires, otro resultado del vandalismo y del robo sistemático.
Había además una circunstancia que favorecía ese accionar y es que el predio de 12 hectáreas hoy afectado al parque, estaba completamente rodeado por una pared de 2,00 metros de altura, es decir que era un recinto cerrado, lo cual favorecía el accionar de quienes robaban y vandalizaban.
Recién en 2011 comenzó la demolición de parte de ese muro sobre calle Malvinas, con la apertura de la calle Blandengues entre Sixto Laspiur y Malvinas, tarea que luego fueron completando los propios vecinos, abriendo el parque a la vista de todos. Esa apertura cambió la geografía del barrio y potenció la idea de convertirlo en un gran paseo público.
En este panorama, el galpón de montaje se mantenía en pie, con sus cabreadas de hierro. Sin embargo, con el tiempo, su estado fue empeorando y terminó seriamente afectado por el temporal de diciembre de 2023.
Si bien en principio se había mencionado la posibilidad de demolerlo, finalmente el municipio decidió preservar el edificio atendiendo a su valor histórico y cultural.
La máquina
Otro componente del paseo que se está recuperando es la locomotora Cockerill Ougree 7074 que, milagrosamente, ha quedado en el lugar. Se trata de una máquina construida en Bélgica y que en 1953 se incorporó en las rutas de Bahía Blanca.
Eran locomotoras diesel eléctricas, con equipamiento de Westinghouse Electric, una potencia de 1750 HP y que alcanzaban una velocidad de 120 km/h.
Cuenta con dos cabinas de conducción, una en cada extremo, que evitaba tener que dar vuelta la locomotora en los puntos de llegada.
En 1985, con la incorporación de las General Motors GT 22, las Cockerill Ougree fueron destinadas a maniobras y pequeñas cargas.
La 7074 fue la máquina que realizó el último servicio entre Punta Alta y Bahía Blanca, trasladando coches de pasajeros y vagones de carga. Tuvo su parada definitiva en el predio y ahí quedó desde entonces, como testimonio de su actividad ferroviaria.
Hace un par de años la ONG Parque Noroeste, vecinos y colaboradores procedieron a remover la pintura de la carrocería y a su repintado, respetando los colores originales.