Se cumplen hoy 40 años de la mayor tragedia vivida en nuestra ciudad
La explosión del Silo Nº 5 en el puerto de Ingeniero White fue consecuencia de la desidia y una completa precariedad laboral.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Mientras la ciudad intenta reponerse de los efectos de la peor inundación de su historia, hoy 13 de marzo se cumplen 40 años de la trágica explosión del Silo Nº 5 de Ingeniero White, ocurrido en los primeros minutos de ese día de 1985 y que costó la vida a 22 personas.
Aquel día los trabajadores del silo debían moverse en medio de una inusual cantidad de polvo de cereal, acumulado de manera exagerada, y con el sistema de ventilación saturado.
A las 23 horas del martes 12, con el silo operando a todo ritmo, se detuvo una de las norias para evitar su sobrecalentamiento. De inmediato se puso en marcha la que se había paralizado tres horas antes por la misma causa. El edificio estaba al 80 % de su capacidad, con 50 mil toneladas de cereal.
A poco de empezar a funcionar la noria, una polea aumentó su temperatura y la cinta transportadora comenzó a emitir chispas mientras marchaba hacia la parte superior. Allí el polvo en suspensión necesita apenas un poco de calor adicional para explotar. Eso sucedió y en pocos segundos una serie de estallidos desató la tragedia.
Las explosiones destruyeron la plataforma de descarga de camiones, un túnel de embarque, las oficinas y las salas de control. La estructura de hormigón se desplomó sobre los trabajadores.
En el lugar de trabajo había cables pelados en las paredes, las cintas de las norias estaban flojas y las lámparas incandescentes no contaban con protección. Era la precariedad laboral en toda su expresión.
Entre hipótesis diversas y varios informes periciales, en 1986 la justicia federal cerró la causa sin procesar a ningún responsable.
Fue la mayor catástrofe de Bahía Blanca y portuaria de Argentina. Se cumplen hoy 40 años. No olvidar es clave en el intento de que ciertas cosas no vuelvan a ocurrir, nunca más.