Bahía Blanca | Martes, 16 de septiembre

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De cara a 2028: Una obra emblema o el mayor elefante blanco de nuestra historia

Una obra clave para la ciudad y la región que está camino a ser un monumento al abandono

Quienes transitan por el camino Parque Sesquicentenario saben que lo hacen por una de las rutas de peor estado y de mayor riesgo.

A medida que se van acercando a la ruta Nacional 3 Sur, aparece un conjunto de obras aisladas que dan cuenta de uno de los mayores emprendimientos viales encarados por la Nación y que es un testimonio contundente de un país que sigue perdiendo el sentido de las cosas.

Son los fragmentos del denominado “Paso Urbano”, que admite el calificativo de “obra faraónica”, licitada en 2017, con el ilusorio-utópico plazo de ¡dos años! y un presupuesto de 1.915.000.000 pesos, equivalentes a 13 millones de dólares de ese momento.

Ya en ese momento el proyecto asombraba por su costo, en un país con severos problemas económicos, inflación, inestabilidad el dólar, deuda externa y conflictos políticos.

Así y todo, a los tropezones, con paralizaciones intermedias, se llegó a un 44% de avance, que no es poco en ese contexto.

Hasta que sucedió lo que muchos preveían: se agotaron los recursos, sobre todo con un gobierno que paralizó todas las obras de Nación y dejó muy en claro que no hay dinero para seguirlas.

Así, grandes moles aisladas de hormigón, hierros oxidados, desvíos, tambores y otras yerbas conforman el paisaje de estos 11 kilómetros --desde El Cholo hasta Bosque Alto—pensados como una conexión fundamental para la logística de la ciudad y la región.

Pero, en un país donde construir un puente es todo un problema, era claro que una obra que además de la calzada incluye 11 puentes, 27 kilómetros de calles colectoras, 9 pasarelas, una rotonda, 1.500 artefactos LED y señalización es algo complicado.

Como señal positiva, este año la Nación incluyó 25 mil millones de pesos para poner en marcha los trabajos. Ese dinero permitiría generar un avance de 20% y si se mantiene ese ritmo anual, se puede soñar con que en 2028 esté terminada.

Ese año, 200 años de la fundación de la ciudad, se cortará entonces la cinta de una obra magnífica para celebrar tan significativo aniversario o habrá que mirar hacia otro lado e ignorar ese penoso parque de elefantes blancos.