Las mujeres presentes en la historia del básquet bahiense
Pioneras, las mujeres bahienses también sintieron la pasión por el basquet apenas despuntaba el siglo XX.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
El básquet es el deporte que identifica a Bahía Blanca. No sólo de la mano de los hombres, como puede pensarse, sino también, en un movimiento de avanzada, gracias al empuje de las mujeres.
Los primeros partidos femeninos oficiales datan de la década del 20 y, aún con discontinuidades, continúan hasta nuestros días. No fue fácil para estos equipos femeninos desarrollar su juego. Por varias cuestiones. Las canchas tenían piso de tierra, se jugaba al aire libre, la pelota era de cuero, pesada, la vestimenta que utilizaba no era quizá lo suficientemente cómoda para el juego. Por otra parte, las tácticas y estrategias no estaban tan desarrolladas y los partidos eran a base de ganas, empuje e intuición.
Un ejemplo de esos primeros tiempos es este partido disputado entre Argentino y Sportivo Bahiense, en septiembre de 1935, a continuación del encuentro entre los equipos masculinos de Pacífico y Liniers, con el triunfo del verde por un ajustado 19 a 16.
Lejos estuvo el match femenino de defraudar al público. Por el contrario, se planteó “una lucha interesante”, en la cual se pudo notar como característica principal el progreso técnico de ambas representaciones. Los equipos tenían “una mayor concepción del juego y dominaban mucho más la colocación”.
Primer tiempo al ritmo del 4 x 4
A poco de iniciado el encuentro comenzaron los aplausos del público. Sportivo puso de relieve una técnica más depurada que su rival, además de contar en su fila a una jugadora de relevancia como era la Chola Scoppa. Pero Argentino equiparó esa mejor técnica con un “entusiasmo inagotable”. El primer tiempo fue favorable a Sportivo, que llegó a estar 4 a 0 arriba, pero “una bonita reacción de Argentino” llevó a los equipos al descanso con el score igualado en 4.
Empate y suplementario
El segundo tiempo fue casi un calco, con Sportivo desplegando el mejor juego, el cual lo llevó a ponerse 11 a 6. Pero otra vez el tesón y el entusiasmo de Argentino disminuyó esa diferencia para llegar al silbato final con el marcador igualado en 11.
Pero en básquet no hay empate. Hoy se juegan tantos suplementarios como sean necesarios hasta tener un ganador. En 1935 esa regla estaba un poco en el aire. Por eso se acordó, con el visto bueno de los equipos, jugar dos tiempos adicionales de 3 minutos cada uno. Pero no alcanzaron para tener definición porque el score no sufrió modificaciones. Ante esta situación el árbitro, el aficionado Modesto Amorín, dio terminada la brega con un justo empate.
En Argentino fueron goleadoras Rubio (5 puntos), Rigoglio (4) y Suárez (2). No anotaron Lunghi, Montecchia y Astolfi. En Sportivo descolló Chola Scoppa (8 puntos), aportando 2 puntos Tachetti y 1 Romossi. No anotaron Tola, Marañon, Ferrandi, O. García, Marín y E. García Marín. Como se ve, Sportivo dispuso de un plantel más largo, acaso tan largo como las polleras que formaban parte de la vestimenta de las players. Recién un par de años después, 1937, las pesadas polelreas fueron reemplazados por unos cómodos pantaloncitos.