Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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¿Qué son los microsueños y por qué son un peligro al momento de conducir?

Muchos bahienses salen a la ruta para aprovechar las vacaciones de invierno. Cuáles son las señales de alerta y las medidas de prevención.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Tal vez te sucedió y no te diste cuenta. Hablamos de quedarse dormido unos pocos segundos. Se llama microsueño, a instantes en los cuales la persona se adormece, pero que por su corta duración pueden ni siquiera ser percibidos como tales, por quien los sufre. 

Pueden suceder en cualquier momento del día, e inclusive puede que la persona tenga los ojos abiertos. Sin embargo, el cerebro no procesa la información que recibe.

Quedarse dormido, aunque sea por unos segundos, es un episodio grave cuando se conduce un vehículo, ya que en ese tiempo se puede perder el control del volante o no visualizar un cambio en el camino. Por ejemplo, una curva inminente, el sobrepaso de otro automóvil, el cruce de un animal, o cualquier otra situación imprevista. 

De hecho, se estima que tres de cada diez accidentes en las rutas argentinas son provocados por personas que se quedan dormidas al volante, representando una de las principales causas de mortalidad en la población de entre 18 y 25 años (un grupo que tiende a desvelarse por las noches y a no tener cantidad ni calidad de descanso).

Según Luchemos por la Vida, una organización no gubernamental sin fines de lucro cuyo propósito es prevenir los siniestros de tránsito en Argentina, no se trata solo de dormirse completamente al volante.

“Basta con una leve cabeceada de unos pocos segundos para incrementar exponencialmente el riesgo de siniestro. Por ejemplo, a 120 km/hora, una cabeceada de 3 segundos hará que el vehículo recorra casi 100 metros sin conductor. La distancia aumenta a casi 200 metros si es un microsueño de seis segundos”, afirman en la entidad.

Según esta ONG, conducir con sueño puede ser casi tan peligroso como hacerlo alcoholizado.

“La mayoría de las personas saben que beber alcohol y conducir puede ser fatal, pero ignoran esto. Distintos estudios estiman que causa hasta el 30% de los siniestros viales”, dice la organización.

Hay varias situaciones que predisponen a la aparición del microsueño. 

Por ejemplo, conducir con falta de sueño, ya sea porque se padece de insomnio, apneas o roncopatías; porque no se le dedicaron las horas necesarias al descanso o por el efecto de ciertos medicamentos, entre otros.

También la conducción por largo tiempo y en rutas rectas y monótonas puede predisponer a este problema. 

Por eso, especialistas bahienses recomiendan, en viajes prolongados, realizar descansos cada 2 horas para permitir la movilidad del cuerpo, oxigenarse y despejarse.

También sugieren descansar al menos 7 horas en la noche, evitar la ingesta de alcohol y consultar al médico en cuanto a los medicamentos que se consumen habitualmente.

“Son pequeños momentos de sueño que se producen en forma inconciente. La persona no los puede controlar ni los percibe. La alteración mayor es la pérdida de atención en lo que se está haciendo y eso se suele traducir en la sensación subjetivas de olvidos o de situaciones vividas que no se registran”, definió el doctor Oscar Colombo, especialista consultor en Neurología, quien se desempeñó durante 37 años en el servicio neurológico del Hospital Municipal.

Juan José Rayer, médico especialista jerarquizado en Neurología, señaló que los microsueños pueden aparecer en cualquier momento del día, pero hay tres tiempos en los cuales, el reloj biológico de la mayoría de las personas marca como preferidos para sentir sueño y dormir: al amanecer, a la “hora de la siesta” y al anochecer.

“No necesariamente se producen de noche, como muchos piensan. De hecho, los momentos más propicios son después de un almuerzo importante o cuando amanece. También hay que aclarar que el microsueño no se produce únicamente cuando se está manejando, sino que puede ocurrir en cualquier momento del día y en cualquier situación”.

“Lógicamente, si esto está relacionado a una persona que conduce un vehículo, es sumamente peligroso, ya que aumenta el riesgo de sufrir un accidente, en muchos casos fatal. Son milésimas de segundos que el cerebro se desconecta de lo que se está haciendo”, añadió Colombo.

Conducir con sueño, cualquiera sea la hora del día, lo coloca en situación de peligro al transitar en la vía pública, al hacer más lentas sus reacciones, distraerse con facilidad, alterar su capacidad de percepción, análisis y decisiones.

Tanto Colombo como Rayer coincidieron en afirmar que existen varios factores por los cuales se pueden producir.

“El más común son los medicamentos. Muchas personas toman fármacos para poder dormirse o para controlar la ansiedad. Por ejemplo, toman diazepam, clonazepam, alprazolam, bromazepam, que son medicamentos hipnóticos y tienen la característica de una duración determinada, que en la mayoría de los casos exceden las horas de sueño. Por lo tanto, siguen haciendo efecto residual una vez que la persona se despierta. Por eso, hay que tener mucho cuidado cuando se consumen antes de iniciar un viaje”, señaló Colombo.

Y agregó a esa lista a los consumidores de remedios para bajar la presión, para controlar la diabetes, antialérgicos o para el relajamiento muscular, ya que también pueden producir somnolencia e inducir al sueño.

“El clonazepam que me tome anoche para dormir mejor y poder manejar más lúcido, termina siendo contraproducente, porque sigue haciendo efecto durante el día. Argentina, lamentablemente, es uno de los países que más utiliza la benzodiazepina. Hoy se recomienda no consumirla por un período mayor a las 3 semanas, pero hay gente que la toma por años. Esos pacientes deben consultar a su médico si tiene previsto manejar en un viaje de mediana o larga duración”, añadió Rayer.

Para evitar los microsueños es importante entender que la cantidad y la calidad de sueño adecuadas son claves y que son distintas para cada edad. 

“No es lo mismo lo que necesita dormir un bebé, que precisa 18 horas de sueño; un adolescente, que requiere 10-11; un adulto joven, que precisa 7-8 o un adulto mayor, que con 5-6 horas ya le alcanza. La función del sueño es la reparación del cerebro. Darle un descanso por un tiempo determinado y necesario. Eso depende de la edad de cada individuo y es recomendable respetar”, señaló Rayer. 

Precisamente, el sueño tiene básicamente tres etapas, definidas por las mediciones de la actividad cerebral obtenidas en los estudios sobre el sueño. La Etapa 1 es la transición entre la vigilia y el sueño; al llegar a la Etapa 2, la persona está dormida y en la 3 se consigue el sueño profundo o sueño de ondas lentas.

“Si a una persona la despiertan o se despierta muy seguido, es posible que llegue a la cantidad de horas necesarias de descanso para su edad, pero no va a conseguir un sueño profundo y por lo tanto, la calidad no va a ser la adecuada”, explicó Rayer.

Por ese motivo, quienes padecen apneas y roncopatía son más proclives a los microsueños. 

“Son muchas mas propensas básicamente porque estas patologías impiden un buen descanso por las noches. Las sufren los fumadores, las que tienen exceso de peso, los diabéticos, quienes padecen problemas respiratorios o las personas de cuello corto”, señaló Colombo.

La persona que sufre apneas no registra que no duerme adecuadamente durante la noche, sino que tiene períodos que duerme mal y después durante el día sufre lo que se denomina la deuda de sueño.

“Esas patologías obligan al cerebro a estar atento permanentemente, porque la persona deja de respirar por unos segundos y el cerebro envía una señal de despertar para reactivar el ciclo respiratorio. A veces, la persona no se da ni cuenta que eso sucede, pero su sueño termina siendo superficial o una vigilia”, explicó Rayer.

Y añadió: “Hay quienes sufren apneas entre 10 o 15 veces por hora. Obviamente, esas personas son las más propensas a sufrir microsueños durante el día. Porque el cerebro, en algún momento, va a pedir su reparación y lo primero que se va a notar es la pérdida de atención o concentración”.

Factores externos

Pero también existen otras cuestiones a tener en cuenta antes de emprender un viaje de corta, mediana o larga distancia.

“También la ingesta de alcohol tiene incidencia. Aún cuando es consumido la noche anterior a un viaje, porque produce una mala calidad del sueño y por ende no termina siendo lo profundo y reparador que debe ser”, manifestó Colombo.

Pueden producirse cuando el viaje se torna monótono, ya sea por el paisaje, por el escaso tránsito o por la ruta en sí. 

“En esos momentos es cuando el cerebro atina a resetearse”, amplió Rayer.

Una vez iniciado el viaje, se recomienda no abusar de la calefacción, de utilizar la opción del sistema de recirculación del aire o de bajar la ventanilla en ciertos lapsos, para renovar el aire dentro del habitáculo.

“Lo recomendable es, si el viaje es largo, manejar durante dos horas y descansar 15 minutos bajando del auto para estirar las piernas, tomar aire e ingerir alguna bebida”. 

La peligrosidad

“El microsueño no se detecta. Sucede sin aviso previo. Y ahí está lo riesgoso. Lo que sí se puede detectar es la necesidad de sueño. Ahí sí se debe frenar y dormir al menos media hora. No se debe forzar por ningún motivo el estar despierto”, señaló Colombo.

Rayer amplió la importancia de dormir adecuadamente en la noche previa.

“Por decirlo de alguna manera, el cerebro no tiene una tecla de interrupción, como si fuera la de la luz. No es que se desconecta cuando uno quiere, sino que tiene un proceso de inducción”.

Por eso se recomienda ofrecerle cada vez menos estímulos lumínicos en las últimas dos horas del día.

“Para eso, no se deben usar las pantallas, ya sea de celulares o televisión, cuando estamos en la cama. El uso de tecnología va a demorar la llegada del sueño porque terminan estimulando el cerebro”. 

“Las personas roncadoras tienen mayor prevalencia a sufrir microsueños durante el día, al igual que aquellos pacientes que toman benzodiazepina en diferentes fármacos. Esos medicamentos suelen tener efectos residuales muy amplios. Por eso, aquellas personas que están tomando medicación, deben consultar a su médico”.

Algunas recomendaciones

--En viajes largos, tomarse un descanso de 10 minutos cada 2 horas. Si no hay posibilidad de alternar la conducción con otra persona, aunque no se sienta cansado, se recomienda hacer una caminata y algunos breves ejercicios de flexión y estiramiento y relajación de brazos y piernas, rotación de cuello y hombros.

--Si se viaja acompañado, hablar con su acompañante y pedir que esté atento y le advierta si nota algún signo de fatiga o sueño.

--Si viaja solo, escuche la radio o música y baje de a ratos la ventanilla para que el aire le dé en la cara. Mueva sus ojos. No fije la vista en el camino. Mire el paisaje de los costados, a derecha e izquierda.

--Comer liviano y saludable: La somnolencia después de comer se debe a que el sistema digestivo requiere gran parte del flujo sanguíneo para digerir la comida en el intestino delgado. Esto genera que otras partes del cuerpo reciban menos energía, fundamentalmente el cerebro y los músculos. 

--Hay algunas señales que permiten identificar el posible inicio de los microsueños, como ser los bostezos recurrentes; la dificultad para mantener los ojos abiertos; los pensamientos confusos o los parpadeos constantes para permanecer despierto. En esos casos, detenerse a un costado de la ruta y descansar.