Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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El trigo de la campaña 2024/25: ¿más cantidad y mayor calidad?

Un incremento en la aplicación de nutrientes a partir de mejores precios internacionales, menor valor de la urea y un buen perfil de humedad puede concluir en una mayor productividad del cultivo. Conclusiones de Fertilizar AC.

Etapa para la siembra de trigo. / Fotos: Prensa Mascom

“La producción primaria suele enfocarse en alcanzar un alto volumen de cosecha, aunque en ocasiones olvida que la forma en que trabaja sus cultivos hoy impacta en los alimentos de mañana. Es decir, para producir importa tanto la cantidad como la calidad”.

Lo dijo la Ing. Agr. María Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de Fertilizar Asociación Civil, en la reunión convocada por la entidad para presentar las perspectivas de la campaña de trigo 2024-25.

El espíritu de la convocatoria dejó una mirada optimista en cuanto a la inversión para la aplicación de nutrientes, apuntando a una mayor producción del cereal y a una mejor calidad del grano.
Asimismo, se insistió en tres aspectos clave que serán determinantes en la venidera zafra:

—Mejores precios de los granos.

—Menor valor de la urea.

—Buen perfil de humedad.

En este sentido, Fertilizar AC proyectó un incremento en la aplicación de nutrientes a fin de que una mayor productividad del cultivo redunde, a su vez, en alimentos de mayor calidad.

Ing. Agr. María Fernanda González Sanjuan.

Respecto de este aspecto puntual, la Dra. Gabriela Abeledo, de la cátedra de Cereales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) y del Conicet, resaltó la importancia de realizar un cultivo de calidad para las diferentes etapas de la elaboración de alimentos.

En este sentido, se refirió a tres tipos de calidades:

—Para la producción de grano.

—Para la comercialización.

—Para la industrialización.

“Decir proteína en grano es sinónimo de nitrógeno (N) y tiene dos ‘moduladores’: el cultivar (genética de la semilla) y el ambiente”, aseguró.

Dra. Gabriela Abeledo, de la Fauba y el Conicet.

“Asimismo, la disponibilidad de N que tendrá el cultivo es un gran regulador de la cantidad de proteína que tendrá el grano”, añadió.

La Dra. Abeledo también dijo que la industria panadera demanda altos porcentajes de proteína y que la bonifica con sobreprecios del 2 %, cuando el grano contiene más del 11 %, o la penaliza cuando mide menos de 10 %.

“Del mismo modo, es importante enfatizar que la secuencia de altos rindes y alta proteína en grano se logra siempre con alta disponibilidad de N en suelo, ya sea nativo o como fertilizante”, sostuvo.

En la reunión, donde también se celebró el 30 aniversario de Fertilizar AC, el presidente de la institución, Roberto Rotondaro, aludió a las perspectivas e insistió con las razones optimistas para la campaña próxima.

“En primer lugar, las abundantes lluvias de abril dejaron un muy buen perfil de humedad en los suelos y van a asegurar un piso de rendimiento. Por eso afirmamos que si hay agua, habrá mayor oportunidad”, indicó.

“Las otras razones son las económicas: un mejor precio del grano y una baja importante del valor de la urea, principal fuente de nitrógeno, el nutriente clave para los cereales de invierno”, contó.

“El nitrógeno tiene un valor algo más bajo del promedio de los últimos 10 años”, aseguró.

“Por su parte, el segundo nutriente en importancia para el trigo, el fósforo, presenta una relación insumo-producto (NdR: kilos de granos que se necesita para comprar uno de fertilizante) que obligará al productor a realizar análisis de suelo para ajustar muy bien la dosis a aplicar”, explicó.

Roberto Rotondaro, presidente de Fertilizar AC.

No obstante que los números económicos los tiene que hacer cada productor en cada región y de acuerdo a su situación particular, Rotondaro comentó que los márgenes agrícolas son favorables en la próxima campaña para la secuencia trigo-soja.

Además, se refirió a las proyecciones de la industria.

“Según las primeras estimaciones de la Asociación, el consumo de fertilizantes podría crecer este año entre un 10 a 11 % para llegar a 5,2 millones de toneladas, unas 500.000 Tns. más respecto de 2023”, precisó.

La presentación se centró en las perspectivas para la campaña de trigo y el nuevo responsable técnico de Fertilizar AC, Esteban Ciarlo, profesor de Edafología de la Fauba, se refirió a las recomendaciones para el manejo de la nutrición en el cultivo poniendo foco en las eficiencias del uso del agua y del nitrógeno.

“La productividad del trigo requiere de la aplicación de nutrientes, de allí que la propuesta para los productores es mirar más allá del volumen de producción para enfocarse en la eficiencia del uso de los recursos”, comentó.

La propuesta es mirar más allá del volumen de producción para enfocarse en la eficiencia del uso de los recursos.

Asimismo, Ciarlo advirtió que, como consecuencia de la pérdida de nutrientes del suelo, la producción argentina de trigo tiene una brecha de rendimientos de hasta 2 toneladas por hectárea.
“Eso representa un lucro cesante de 2 de cada 3 camiones”, calculó.

“En el caso del cereal, el nutriente principal es el nitrógeno, seguido por el fósforo, pero también hay respuestas a las aplicaciones de azufre y zinc”, dijo.

“Para achicar la brecha faltarían aplicar +72 kilos de nitrógeno, +10 de fósforo y +20 de azufre. A esta altura, el suelo ya no puede poner la diferencia de brecha”, precisó.

Por otra parte, Ciarlo comentó que la fertilización también estabiliza los rendimientos y hace más eficiente el uso del agua (EUA), medida en los kilos de granos que se producen por cada milímetro.

“Se piensa que cuando no llueve no hay que fertilizar, pero sí hay que hacerlo, porque dosis crecientes de N contribuyen a aumentar la EUA”, aclaró.

Esteban Ciarlo, profesor de Edafología de la FAUBA.

“Está claro de que la fertilización colabora en la sostenibilidad del sistema porque contribuye al secuestro de carbono; disminuye la presión de la agricultura sobre ambientes marginales, evitando desmontes, y es clave en la reposición de nutrientes”, contó Ciarlo.

La originalidad del encuentro estuvo en la presentación de ejemplos de uso de calidad de grano transformado en harina, que estuvieron a cargo de Emiliano López, de Tutto Tano.

El chef mostró cómo realizaban las pizzas de estilo napolitano (las que tienen el cornicione o borde) para las que usan harina de fuerza, que contiene una proporción elevada de proteína —entre 12 % y 14 %—, y cómo los papardelle, fideos anchos que se amasan con semolín, harina que se obtiene del trigo duro; es decir, con alto contenido de gluten.

Finalmente, se pudieron degustar platos a base de harina de trigo como trofie al pesto Tutto Tano, papardelle con crema trufada y malfatti con pomodoro.