Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Los terrenos del teatro

En sector casi ignorado del centro que se reconvirtió con la habilitación del teatro Municipal

Hace 103 años, en abril de 1921, la firma Enrique Rayces, con oficinas de O’Higgins 28, sacó a remate 55 lotes de terreno ubicados en las manzanas delimitadas por calles Buenos Aires (actual Yrigoyen) y Alsina, entre Corrientes y el arroyo Napostá.

Considerado un sector “alejado” del centro, poco atractivo en una ciudad que crecía para el lado de O’Higgins, la decisión del intendente Jorge Moore en 1911 de adquirir la denominada Quinta Erize –delimitada por calles Alsina y Belgrano, entre Dorrego y Corrientes—para ocupar una parte con el teatro Municipal, modificó sustancialmente esa tendencia, al poner en valor esas tierras y alentar la construcción de una suerte de barrio-jardín.

Prueba de que muchos vecinos consideraban por demás inadecuado ubicar el teatro tan “alejado” de la plaza Rivadavia es el comentario de que lo único que se escuchaba en el lugar era el croar de las ranas. Lo cierto es que el municipio siguió con sus planes, trazó dos calles en la quinta (actuales Zeballos y Portugal) y en 1911 sacó a la venta los primeros 69 lotes, a muy buen precio y con amplias facilidades. Lo recaudado solventó gran parte de la construcción del teatro.

El barrio de las ranas y la soledad del teatro Municipal

Fue así que el sector se valorizó, ayudado además por el éxito del parque de Mayo y las mejoras  en la avenida Alem, que la convirtieron en el paseo por excelencia.

Por eso el nuevo remate, en 1921, se realizó con un barrio ya más consolidado, saliendo a la venta 55 lotes distribuidos en dos manzanas, con frentes a Alsina e Yrigoyen, “de dimensiones especiales para edificar”, “un barrio para familias”, se dijo. La forma de pago era por demás conveniente: 1/3 al momento de la compra, otro tercio al año y el último a los dos años, con un 7% de interés anual.

La ciudad se empezaba a estirar y el postergado sector del Napostá tomaba forma y color.