Bahía Blanca | Miércoles, 27 de agosto

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Juanse Palumbo, lo que tiene para ilusionarse con El Nacional y el rival que quiere evitar

El celeste se quedó con el número 1 en el torneo de Segunda. El DT suma tres ascensos y analiza la chance real del cuarto. 

El Nacional se aseguró el Nº1. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 


La dirigencia de El Nacional respondió a los pedidos del entrenador Juan Sergio Palumbo en este operativo retorno a Primera. Y el plantel ya cumplió el primer objetivo: asegurarse el número 1 de la fase regular de Segunda, tres fechas antes del final, con récord de ¡26-1!

La realidad inocultable una vez armado el equipo, la confesión después de lo que lograron y las expectativas para lo que viene. Juanse lo analizó, en tres partes.

“Ni bien armamos el equipo sabíamos que seríamos uno de los candidatos -admite- y que estaríamos bien arriba, pero no pensábamos, ninguno de nosotros, que ganaríamos 25 partidos consecutivos”.

-¿No?

-No, para nada, por lo competitivo que es Segunda, porque algunas canchas son muy difíciles, por caso, a nosotros nos costó contra la mayoría de los rivales de Punta Alta.

-¿Por qué? ¿Hay algo especial?

-No sabría decirte, la verdad que algunos equipos están muy bien armados y otros que las canchas juegan un poquito, por las dimensiones, también porque la gente acompaña y se hace sentir. Y la motivación de ellos en algunos partidos fue superior a la nuestra.

-De todos modos, ¿considerás que dependen exclusivamente de ustedes para ascender?

-No sé si tanto. Los playoffs son largos y pueden presentarse un montón de situaciones entre medio.

-¿Y en condiciones normales?

-Considero que si jugamos bien es difícil que perdamos, pero también a veces el jugar bien depende de lo que nos deje el rival. Como dice Oveja Hernández “lo que uno intenta hacer, menos lo que te deja el rival”. Barracas, por ejemplo, en el partido que perdimos nos limitó en un montón de cosas. Si bien terminamos haciendo 84 puntos en tiempo regular, nos defendió bien, y puede pasar en una serie más adelante.

El Nacional llegó a ese encuentro con Barracas respaldado por 25 victorias en otras tantas presentaciones, con todo lo bueno y lo malo que eso significa.

-Si bien nunca es grato perder, ¿la única derrota en esta instancia puede sumarles?

-Creo que la derrota puede servir. Obviamente no me gusta perder a nada, pero de elegir un momento, fue mejor ahora y no en playoffs. Dice Demichelis “a veces se gana y otras se aprende”.

-¿A medida que fueron sumando triunfos lo más difícil fue motivar al equipo?

-Sí. Y también porque el rival tiene una motivación extra. Cuando le ganamos a Sportivo lo hablábamos, que ellos no solo tenían la motivación de ganarnos a nosotros, sino también de pelear por el segundo puesto.

-¿En qué hacés foco en el día a día para mantener vivo al equipo?

-Soy bastante exigente en tratar de jugar mejor, en no conformarnos con el resultado si la pelota entra o no entra. Con Barracas tranquilamente podríamos haber ganado si Ramiro (Aguirre) no metía el triple tremendo con tablero, y capaz que nos hubiese confundido un poquito más. En cambio esta derrota te deja ver todo lo mal que uno hace; si bien uno como entrenador se da cuenta, al jugador y a quien está afuera le parece que está todo bien. Y Barracas nos superó más desde el juego que por el resultado. Y hay partidos, como contra Bahía Basket o Argentino, que el rival fue mejor y nosotros, por alguna individualidad, igual lo ganamos.

-¿Marcaron más diferencias desde las individualidades o con el juego colectivo?

-Ambas cosas. Lo individual es lógico, sobre todo en uno o dos casos. Nico (Quiroga) es un jugador que excede la categoría, no tiene nada que hacer en Segunda y por suerte lo tenemos nosotros. Y después, jugadores de Primera, como Carci, Reschini o Banegas, pero que otros también los tienen, como Altense con Mallemaci o Baier, que me encanta; o la media cancha de Barracas, es decir, hay algunos jugadores que exceden la categoría, pero no tanto como Quiroga. Cuando él estuvo bien lo usufructuamos y en los que jugó poco o mal, igual el equipo respondió. De hecho, a mi criterio, el jugador más regular que tuvimos fue Nahuel Dulsan, un chico cien por ciento del club.

-A quien, tal vez si le sacás las patas en las que se afirma el equipo, le costaría rendir a ese nivel.

-Ni hablar. Hay que saber aprovechar lo que genera cada uno de ellos. Pasa también con Damián Carci que entra, no siempre juega bien, pero te genera algo distinto que otros jugadores. Esto, tanto Reschini, como Dulsan y en muchos casos Ferrari que cumple un rol defensivo pero con Barracas también fue el mejor en ofensiva, lo han sabido aprovechar.

-¿A la larga la cantidad de variantes marcará la diferencia?

-Yo soy muy cauto. Me ha tocado ganar con pocos jugadores, también con equipos más largos, y la verdad que puede pasar cualquier cosa. Sí nos considero candidatos; el traje nos lo pusimos a principios de año y sé que tenemos para dar batalla. Pero hay playoffs de por medio, localías complicadas, equipos con muchos mayores y nosotros solamente estamos jugando con cuatro. Estamos trabajando para eso, dentro de las posibilidades, porque uno no puede enseñarles a jugar un partido importante, tienen que vivirlo, pero creo que con el acompañamiento de los mayores, los chicos han demostrado en momentos importantes que no les pesa para nada.

-Si bien perdieron únicamente con Barracas, ¿es el rival más duro?

-Me gusta mucho el plantel de Barracas, porque tiene una media cancha que excede la categoría; a Seba (Martínez) lo tuve y lo conozco, Matute (Martínez) viene de ser figura en las finales de Primera, Ramiro (Aguirre) tiene ascensos encima y están bien acompañados con (Mauro) Montanaro, quien estuvo a mi lado en los tres ascensos. Pero me parece que Altense es el plantel más duro, porque tienen nueve mayores, si bien pueden utilizar ocho, y casi todos y con mucha experiencia, con finales encima, selecciones de Punta Alta en zonales muy pesados contra Bahía, entonces, me parece que cuentan con un plus para esos momentos.

-Sos más bien de jugar con equipos cortos, aunque ahora tenés uno largo, ¿llegados los momentos decisivos vas a apelar a tu receta?

-La verdad que hay partidos que jugué con muchos y otros con pocos. El hecho de jugar martes y viernes creo que, entre comillas, me va a obligar a jugar con más, porque los mayores tienen más de 35 y tengo que regularlos. Aparte, porque los chicos piden jugar, lo hacen bien cada vez que entran. Hoy realmente tengo soluciones en el banco de suplentes que en otros equipos no tenía.

-Con tres ascensos encima, ¿este es el equipo, por el armado, tenés más “presión” de subir?

-En el segundo con Barracas también nos armamos bien y éramos candidatos. Pero puede ser. La dupla de internos que tenemos (Quiroga-Banegas) hace que nos convirtamos en candidatos. Tal vez, el hecho de haber ganado 25 partidos consecutivos llevó a que la gente piense que somos más candidatos de lo que, para mí, éramos a principios de año. Pero la presión nos la ponemos nosotros.

-¿Considerás que los resultados lo hacen un rival más temible de lo que realmente pueden ser o sabés que tenés un equipo que difícilmente vaya a perder?

-Creo que siempre se puede perder, aunque considero que las victorias no fueron de casualidad, algunas jugando bien y otras no tanto. A veces tuvimos motivación importante y otras no tanto, lo cual nos hizo bajar un poquito la intensidad y hasta complicar los partidos más por detalles de actitud que de otras cuestiones, pero entiendo que en instancias decisivas son otros juegos. Si bien somos candidatos y no me saco el traje, puede pasar cualquier cosa.

-¿Qué te sugiere lo que dijo Guillermo Mallemaci, de Altense, en El Diario Deportivo: "No nos creemos menos que El Nacional"?

-Entiendo lo que dijo Guille, y con todo respeto, porque sé cómo es él. Ellos se armaron para ascender y como te decía antes, tienen más mayores de los permitidos, por lo que uno siempre tiene que estar afuera, eso le da un plus. Vienen de un año muy bueno. Todo el mundo se quedó con la duda de qué hubiese pasado si Fede Harina no volvía a jugar esa serie para Villa Mitre. Y a ese equipo le agregaron nada menos que al propio Guille, que es un pivote de Primera. También entiendo que nosotros ingresemos con un U19 y un U23 como mínimo todos los partidos, de hecho en el último con Ateneo entramos con un solo mayor en cancha, puede generar en el rival algo de duda. De todas maneras, tenemos plena confianza en los chicos. El proceso de este año más los minutos que jugaron antes de que yo llegue, les hizo muy bien. Todo suma. Van a llegar bien a las instancias decisivas.

-¿Hay algún rival contra quien no te gustaría definir el ascenso?

-Sí, pero no te lo voy a decir, ja, ja, ja... Hay uno que me cae muy mal, porque me complica, no porque me caiga mal como club ni nada. Pero que venga el que tenga que venir... No pasa nada.

-Bueno, lo deduzco: Altense.

-...

-¿Queda abierta la respuesta?

-Queda abierta...