Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Violencia de género: por qué las denuncias siguen en alza

Se presentaron, en lo que va del año, 18 denuncias por día, tres más que el promedio de 2023. El foco en la falta de políticas públicas para tratar a los acusados y la necesidad de un cambio sociocultural profundo.

En lo que va de 2024 en Bahía se denunciaron 1.277 casos de violencia de género y/o familiar. (Fotos: Pablo Presti-LN.)

Una tendencia creciente registró durante los primeros meses de 2024 la cantidad de denuncias por casos de violencia de género y violencia familiar en Bahía Blanca, en comparación con el año pasado.

Según estadísticas oficiales, entre el 1 de enero y el 12 de marzo pasados se hicieron en promedio 18 presentaciones por día de estas características en el Departamento Judicial bahiense, mientras que en 2023 esa media diaria fue de 15 denuncias, de un total de 5.553 causas.

En 2020, por ejemplo, se denunciaban 8 hechos por día vinculados con el Registro Penal de Violencia Familiar y Género (ReViFaG), dependiente de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

Durante los primeros dos meses y medio de este año, el Ministerio Público Fiscal local inició 1.277 procesos penales de esta índole, con un total de 39 imputaciones formales, según se informó desde fiscalía.

 

 

Entre los múltiples factores que originan este incremento se puede destacar la “falta de políticas públicas” que aborden a los agresores, de acuerdo con el análisis realizado por la jueza Natalia Giombi.

A criterio de Giombi, no se trata de “borrar” lo que hizo el acusado de un delito, sino de transformarlo con las herramientas adecuadas para intentar ayudarlo. “De lo contrario, estaríamos ‘aniquilando’ a esa persona”, dijo.

Al mismo tiempo hizo hincapié en que los distintos actores judiciales e instituciones especializadas en el tratamiento de la problemática deben garantizar la protección de las víctimas de delitos y de sus derechos.

La jueza del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil remarcó la importancia de consolidar la implementación de “prácticas restaurativas" y también se refirió a la necesidad de erradicar los discursos de “odio y falta de empatía” en la sociedad, para combatir la violencia en todas sus modalidades.

 

 

“Hay profesionales, sobre todo de la Psicología, que no creen en el restablecimiento de esa persona que cometió tal aberración”.

En tal sentido Giombi agregó que todos los operadores del sistema deberían llevar a cabo de manera cotidiana el “ejercicio de instar a la paz social”.

El mayor incremento -explicó- se originó a raíz de la acordada 4099, firmada por la Corte provincial, que establece que la totalidad de denuncias por violencia familiar debe ingresar por sede policial y luego se envía a fiscalía para su investigación, como también a la justicia de Garantías para que eventualmente ordene medidas cautelares.

“En este caso solo resuelve el juez de Garantías, a pedido de la denuncia en comisaría. Desde el 15 de diciembre de 2023 hasta el 15 de enero pasado ingresaron 500 denuncias únicamente relacionadas con la 4099”, precisó Giombi.

“Es difícil distinguir entre estas denuncias porque no toda la violencia familiar es de género. Pero se incrementaron mucho las causas por violencia en general, como peleas entre vecinos de distinto sexo”, amplió.

“El nivel de violencia en general va en aumento y, sobre todo, la violencia de género que, la mayoría de las veces, se produce en el ámbito doméstico con la relación marido-mujer”, completó.

 

 

Sobre la justicia restaurativa, la profesional del Derecho opinó que para modificar la realidad es fundamental cambiar nuestras conductas y discursos violentos “insertos en el común de la gente”, en su gran mayoría con problemas económicos y cuya situación sociocultural “no es la misma que la de alguien con acceso a otros derechos”.

La clave -reflexionó- es transformar en diálogo los mensajes que generan violencia. “Es decir, trabajar con una perspectiva diferente aquello que te hizo reaccionar violentamente sin entender la dignidad del otro”.

“Como operadores debemos trabajar esto tanto con las víctimas de violencia de género como con los victimarios. Me preocupa mucho no tener políticas públicas para trabajar con el victimario, quien vuelve a la sociedad y suele reincidir, salvo que lamentablemente haya matado a su mujer”, resaltó Giombi.

Y enfatizó que es elevada la cantidad de denuncias “cruzadas” entre hombres y mujeres unidos en matrimonio, con graves perjuicios a sus hijos.

Entre adolescentes

Giombi, que hasta septiembre pasado subrogó en el juzgado de Garantías Nº 1 de esta ciudad, abordó asimismo el problema de la violencia entre adolescentes.

“Está todo concatenado y una de las cuestiones a observar es que hubo un aumento de las violencias de género y familiar, motivado por la crisis socioeconómica, entre otros factores. Pero me preocupa mucho la imposibilidad de abordar al victimario; cómo trabajamos con esa persona”, planteó.

“Ni que hablar nosotros (en referencia a los jueces de menores) con adolescentes, que no podemos imponer una medida perpetua ni una pena (privativa de la libertad) prolongada en el tiempo.

“Tengo (a disposición) adolescentes que cometieron delitos contra la integridad sexual o violencia de género, y cumplen condenas de no más de 5/8 años en contexto de encierro. Después vuelven a la sociedad y probablemente reincidan en el delito”, continuó.

Para la jueza aún se carece de educación en perspectiva de género en todas las esferas sociales, no sólo en el Estado mediante la ley Micaela.

“Cada vez notamos más la necesidad de esta capacitación para derribar estereotipos de discriminación contra las mujeres.Trabajo en esto y estoy convencida de que algo tenemos que cambiar para mejorar, empezando por uno mismo”, sostuvo.

 

 

“A mí también me cuesta trabajar todo esto que estoy diciendo porque hay momentos en que uno apuesta a ese sujeto, para tratar de que la violencia no continúe, pero muchas veces no se logra.

“Es importante que la sociedad tome conciencia de que este es un problema de todos. El juez puede disponer, privar de libertad al imputado y sancionar, pero si no tenemos otras herramientas y el operador no está convencido de esta transformación que necesitamos como sociedad, no vamos a resolver nada”, finalizó Giombi, quien actualmente subroga en el fuero penal juvenil de Mar del Plata.

Sin igualdad “real”

Para Letizia Tamborindeguy, licenciada en Trabajo Social, el número de denuncias de este tipo continuará en ascenso si no se produce un cambio sociocultural “profundo”.

Según su evaluación, la violencia es “multicausal” y se seguirá ejerciendo hasta que haya “igualdad real” entre ambos sexos, por lo tanto recalcó la necesidad de “desnaturalizar” los episodios violentos en cualquiera de sus formas.

“Hay micromachismos que se reproducen permanentemente porque la violencia es el patriarcado mismo”, aseguró la exfuncionaria municipal.

“Desnaturalizar la violencia implica deslegitimar las relaciones de poder asimétricas. Lamentablemente estos casos se ven cada vez más por el agravamiento de la situación económica y la falta de empleo, muchas veces vinculados con consumos problemáticos de alcohol y estupefacientes”, señaló Tamborindeguy.

 

 

“Por qué no disminuyen la violencia ni las denuncias a pesar de que instituciones y organismos atienden estos incidentes. Porque atravesamos una crisis socioeconómica y cultural; cambios que todavía no suceden.

“Muchas familias se venían sosteniendo con la intervención estatal, pero el hecho de quedarse sin trabajo y que el dinero no alcance para comer, hace que la gente esté más irascible. El presente que vivimos genera el descontrol de situaciones que estaban equilibradas”, continuó.

“Vemos los casos de violencia física o abuso sexual que cubren los medios y las lesiones por los golpes a una mujer nos llaman la atención, pero en realidad también hay violencia psicológica y económica contra ellas, que posiblemente se prolongó en el tiempo”, completó.

La especialista ponderó la difusión de información sobre violencia de género a través de medios periodísticos, porque -explicó- así las damnificadas se “animan” a denunciar a sus agresores y recibir asistencia por parte de las organizaciones del Estado.

La entrevistada dijo que desde la pandemia se crearon canales de comunicación “permanente” y destacó el esfuerzo de la Justicia para otorgar medidas cautelares en 24 horas, aunque reconoció que las víctimas requieren una respuesta “inmediata”.

También elogió el desempeño de las fiscalías temáticas, la comisaría de la Mujer local y del resto de las entidades abocadas a la “contención” de las afectadas, después de cada denuncia.

Tres fiscales especializados en violencia de género y delitos sexuales, 12 abogados y ocho empleados investigan el cúmulo de estas denuncias en el Ministerio Público de nuestra jurisdicción.

 

Giombi y Tamborindeguy opinaron sobre el aumento de los casos de violencia.

 

“Hay mucho para mejorar, pero vamos por buen camino, lo que hace que estos hechos de vieja data se visibilicen y denuncien”, concluyó la integrante del equipo interdisciplinario de la comisaría de la Mujer.

Los gráficos publicados corresponden al informe 2023 del ReViFaG.

Datos oficiales

Procesos. En 2023, en la provincia de Buenos Aires, se iniciaron 141.909 procesos penales por violencia familiar y/o de género, total que incluye las causas tramitadas en los fueros de Responsabilidad Penal Juvenil y Criminal y Correccional.

13 por ciento. Esta cifra representa el 13,4% de las más de un millón de investigaciones iniciadas el año pasado en el territorio bonaerense.

ReViFaG. Según el ReViFaG, del total de las víctimas de violencia de género registradas (141.001), el 75,1% son mujeres mayores de edad y en el 88,2% de los expedientes con víctimas femeninas, los imputados/sindicados son varones.

Amenazas. Los delitos más denunciados son amenazas (28,6%), lesiones (25,4), desobediencia (12,5), abuso sexual (7,9) y daño (5,3%).

Femicidios. Durante el período analizado se tramitaron 92 causas por femicidios, con un total de 95 víctimas fatales que representa el 71,4% de todas las mujeres asesinadas en 2023 en el ámbito provincial.

Motivo. El principal móvil de los homicidios contra mujeres es la violencia de género.