Bahía Blanca | Martes, 07 de mayo

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El desarme de la bomba de Leliqs: una jugada tan audaz como arriesgada

Aunque se pudo sanear el balance del BCRA, los escollos siguen agazapados. 

Archivo La Nueva.

Intrépido y fiel a su estilo a todo o nada, el gobierno pudo desactivar la bomba de Leliqs de un plumazo, con una retracción superior al 99 por ciento anual en su stock, pese a que los efectos adversos de la licuadora de Milei siguen vigentes y la mermada capacidad de "aguante" de la sociedad es el principal escollo que el libertario deberá sortear para llevar a buen puerto a la economía argentina. 

Así, desde aquel récord de Letras de Liquidez (Leliqs) de más de 15,4 billones de pesos (doce ceros después del decimal) en septiembre de 2023 a los actuales $ 5.525 millones, se logró un desplome gigantesco, tal como se desprende de la gráfica de abajo, que acompaña a esta nota.

"Las Leliqs no son otra cosa que la contracara de la emisión de pesos que hacía el BCRA para financiar el gasto público excesivo. Se buscaba que esos pesos no generaran más inflación, por eso se los absorvía a través de este instrumento. Pero, en realidad, la deuda era del Tesoro que emitía para financiar al fisco", explicó Mauro Trellini, economista y columnista en La Brújula Radio

Agregó que "la administración Milei empezó este proceso de desintoxicación del BCRA, bajando drásticamente el stock de leliqs y retornado el problema de origen del Tesoro".

"El Gobierno logró 'sanear' el balance del BCRA y pudo acumular reservas. Eso es verdad y es un avance", coincidió el economista Leandro Ziccarelli, autor del post dedicado a la economía más escuchado del país, en declaraciones al programa de Ernesto Tenembaum.

Gastón Milanesi, decano de Ciencias de la Administración (UNS) y especialista en finanzas, explicó que la estrategia del ministro Luis Caputo consiste en colocar títulos de deuda del Tesoro Nacional para canjear pasivos del BCRA (las Leliqs) por pasivos del Tesoro (bonos), uno de estos, el Bopreal (Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre), de cuyas licitaciones participan importadores con deudas en el extranjero.

Las licitaciones del Bopreal han logrado un éxito creciente desde la semana, aunque la primer serie del título, que ayer agotó el cupo de 5.000 millones de dólares, contó con algunos anabólicos, como incentivos fiscales y cambiarios para quienes los suscribieran, dado el bajo interés inicial.

Desde lo estrictamente financiero y pese a su evidente éxito para sanear el balance del BCRA, con un nivel de pasivos remunerados muy elevados y que deterioraban el capital de la entidad, el canje de deuda en pesos a dólares tiene un riesgo elevado y, de acuerdo con el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, inicia el anunciado camino hacia la dolarización, una de las principales promesas de campaña de Javier Milei.

Licuadora en mano

La drástica reducción de las existencias de Leliqs vino acompañada de una fuerte reducción de la tasa de interés que pagaban (segundo gráfico, también abajo), que hoy es del 100% anual.

Y he aquí el principal talón de Aquiles financiero del esquema: si el tenedor de pesos pierde por goleada frente a la inflación ¿para que tenerlos? Se sabe de memoria: la reacción a esa pregunta no es otra que demandar más dólares, lo que llevaría a mayores presiones devaluatorias y mayor inflación. 

El tremendo mazazo salarial ya ocurrido y que incluso podría acrecentarse, aventura una ineludible recesión (el FMI corrigió sus proyecciones de crecimiento para la economía nacional y las estimó en -2,8%) muy difícil de digerir desde lo social, sobre todo, para una población que suma meses y meses de frustraciones, herencia de la mala gestión económica del gobierno que se fue en diciembre y del (¿eterno?) reajuste de precios relativos que el actual permitió.

Sólo el tiempo dirá si la estrategia al límite del libertario rinde o no sus frutos. La audacia es una virtud que no asegura el camino al éxito.