Promoción y prevención, las claves para una sociedad saludable
“Una trabaja con población sana, mientras que la otra con personas en riesgo de enfermar o bien enfermas. Nuestra política apunta a los dos sectores”, explicó el doctor Federico Bugatti, secretario de Salud de la comuna.
La promoción y la prevención en salud son ejes de trabajo que la actual secretaría de Salud del municipio, dependiente de la Agencia de Salud, Desarrollo Social, Ambiente y Hábitat, le otorgó una impronta fundamental.
Aunque a veces se usan indistintamente, no es lo mismo la promoción que la prevención en salud.
La primera es una estrategia establecida en la Carta de Ottawa de 1986, impulsada por la OMS, donde se entiende como: “el proceso que proporciona a los individuos y las comunidades los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre su propia salud y asi poder mejorarla”.
De esta forma, fija la promoción en salud dentro de un proceso social y político global, con el objetivo de aminorar su impacto en la salud pública.
“La principal diferencia con la prevención en salud radica en que la promoción trabaja con población sana, mientras que la prevención con personas en riesgo de enfermar o bien enfermas. Nuestra política apunta a los dos sectores”, explicó Federico Aníbal Bugatti, médico especialista en medicina familiar, docente en la Universidad Nacional del Sur y secretario de Salud desde que Federico Susbielles asumió como intendente.
En definitiva, la prevención en salud se basa en todas aquellas medidas que no solo están orientadas a prevenir una patología, sino también a reducir sus factores de riesgo o asociados, detener su avance y mitigar sus posibles consecuencias.
“La prevención en salud implica trabajar en la modificación de hábitos o conductas que contribuyen a estar sano, además de la detección precoz de enfermedades. Ese trabajo es clave para prevenir la aparición de la enfermedad, reducir los factores de riesgo, detener su avance y atenuar sus consecuencias”, amplió.
“Los distintos programas de promoción y prevención se deben al pedido del intendente y de cómo entiende la política de salud para la ciudad”, explicó Bugatti.
Cuando comenzó la gestión, la secretaría que comanda Bugatti tenía problematizadas algunas circunstancias, como la cobertura de vacunas, los controles de niños sanos menores de un año, los controles de embarazadas y los programas de enfermedades crónicas.
“Hay una serie de acciones que se hacen en el primer nivel de atención, que son centrales para tratar de minimizar el impacto que tienen las enfermedades o detectarlas a tiempo para poder tratarlas, que creíamos que había que darle una vuelta de rosca y profundizar en ese sentido. Y en ese tren, queda mucho camino por recorrer”.
En ese sentido, manifestó que en 2025 el desafío será mejorar la calidad de los indicadores.
“Nosotros estamos trabajando mucho en ese sentido para justamente ver el por qué y para qué de nuestras prácticas, para no repetir viejas recetas que no sabemos qué resultado dan. Entonces, la construcción de esos indicadores nos permite tener una hoja de ruta de que nosotros principalmente le queremos transmitir a nuestro equipo para que entienda que el trabajo que estamos haciendo tiene un sentido y un impacto práctico en indicadores de salud”.
“A mí no me sirve de nada saber que hicimos 100 o 200 más consultas que el periodo anterior, si no sé qué impacto tuvieron. Ahora, si esas 100 consultas están atadas a un indicador de que me significan mejores prestaciones o mejores indicadores de salud, sí puedo decir que es positivo que hagamos más consultas. O quizás el dispositivo sea otro para lograrlo”.
En este plan de trabajo sobre la promoción y la prevención son importantes los Centros de Atención Primaria como también las unidades sanitarias.
“Bahía tiene esa historia de un primer nivel de atención con una cantidad de sectores importantes distribuidos en toda la ciudad y con equipos de trabajo que trascienden a la disciplina médica. Por eso también este cambio de denominación, que parece menor, pero que no es menor, de dejar de llamar la sala médica a unidades sanitarias. Y los centros de atención primaria, claro”.
“Porque hoy está más que claro que con una sola disciplina no alcanza, no sirve. Es necesario contar con equipos interdisciplinarios y cada vez se suman más disciplinas al trabajo preventivo y asistencial, que es una red de contención muy importante para un montón de procesos que van más allá de situaciones específicas de salud biológica o corporal. La unidad sanitaria o los centros de salud son muchas veces los primeros lugares de escucha de un sinnúmero de problemas que terminan redundando en problemas de salud y que requieren un abordaje multidisciplinario”.
Trabajo en equipo
En ese sentido, la Secretaría de Salud, dependiente de la Agencia de Salud, Desarrollo Social, Ambiente y Hábitat, constituyó el Consejo Municipal de Políticas de Salud Mental junto a familiares, instituciones, representantes de colegios profesionales, del Honorable Concejo Deliberante, organizaciones que trabajan la temática y gestores de salud comunales y provinciales.
“Poner en agenda el tema de la salud mental y los consumos problemáticos es muy importante. Antes se abordaba la problemática desde una forma más pasiva, con esfuerzos individuales, de equipos de trabajo o departamentos de salud mental, pero no desde una política integral e integrada al sistema, porque tampoco somos los únicos efectores en salud mental. También está el Hospital Municipal, el Hospital Penna, las clínicas privadas y varias ONG”.
“Unir todos esos esfuerzos y articularlos para que se pueda pensar en una política global, por supuesto que lleva tiempo y trabajo. Aún con todas las situaciones alineadas, tampoco te garantiza tener buenos resultados por la complejidad del tema de sí mismo. Pero sí es más fácil abordarlo, como vos decías, desde distintos lugares y en forma más encomunada. Sí tenemos plena certeza de que el sistema de salud solo no puede con el tema del consumo problemático, y mucho menos el sistema de salud municipal”.
Paralelamente, se puso en marcha el programa “Mi Mundo”, orientado a favorecer y potenciar la participación y el protagonismo de las adolescencias de la ciudad, que se concibe de manera articulada entre la Secretaría de Salud; Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, Dirección de Género y Violencia; Dirección de Derechos Humanos, Dirección de Juventudes y Región Sanitaria I.
“Lo estamos reformulando permanentemente para tener una llegada mayor a ese grupo de edad, fundamentalmente con acciones preventivas, porque en línea general el adolescente es una población sana, pero hay muchos riesgos latentes del mundo actual que debemos abordar, como son la ludopatía a edades tempranas, como también el grooming y el bullying”.
Lo que se viene
Para Bugatti, 2025 será un año para consolidar y fortalecer algunos procesos que ya se han puesto en marcha.
“Hay muchas líneas de trabajo, pero fundamentalmente salud bucal, enfermedad crónica, acceso a medicamentos, salud mental y todo lo que es infraestructura y condiciones de trabajo son los ejes que abordaremos. Hay otros programas en carpeta para poner en funcionamiento, fundamentalmente vinculados a las enfermedades crónicas”.
Además, mencionó la intención de reforzar el primer nivel de atención, tanto en cantidad como en calidad de prestaciones y de comodidad para los trabajadores.
“En función de pensar también las mejoras en los edificios de las unidades sanitarias y los centros de salud, y también en algunas condiciones de trabajo”.
La cobertura y el acceso a medicamentos será un tema muy importante, como también la articulación con los programas en provincia que se puedan implementar en Bahía Blanca.
Bugatti mencionó como muy importante el programa de salud bucal comunitaria.
“Más que nada con una impronta preventiva. Nosotros tenemos una deuda pendiente en cuanto a la política de salud bucal. Históricamente las acciones fueron más a sacar piezas dentales que estaban en mal estado y nosotros entendemos que para que eso no suceda tiene que haber una política previa. Y los que pasaron por esa situación, intentar darle continuidad con un programa de prótesis”.
De cara al verano, remarcó que desde el gobierno municipal apuesta a la cuestión educativa porque “todavía vemos que no se ha incorporado al dengue como parte de nuestra problemática”.
“Con nosotros solo no alcanza; es muy importante la participación de cada uno de los vecinos en tratar de disminuir y hacerle la reproducción al mosquito lo más difícil posible”.
Una mirada de la profesión
“La medicina es una profesión que, como todas las demás, ha ido cambiando también en función de los cambios históricos. Y en ese tren, hoy hay que entender y atender, porque estas dificultades que existen para conseguir ciertas especialidades críticas nos obliga a pensar formas nuevas de trabajo para adaptarnos a esa realidad”, señaló Bugatti.
“Nosotros no podemos repetir las mismas recetas de siempre, porque ya está comprobado en el país y en el mundo que no funcionan. Hay un corrimiento de la elección de los egresados nuevos de las especialidades clínicas a especialidades donde se hace mayor intervencionismo y hay todo un bache que se genera en el sistema de salud que es muy preocupante”, añadió.
Bugatti mencionó dos áreas críticas, que son las especialidades relacionadas con la emergencia.
“Cada vez se perciben menos médicos para cubrir las guardias hospitalarias, tanto de emergencia, terapia intensiva, neonatología, terapia intensiva infantil y especialidades clínicas en general”.