Bahía Blanca | Miércoles, 23 de julio

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El Mercosur y la Unión Europea sellaron un acuerdo de libre comercio

Se presentó como la apertura de un mercado de 700 millones de personas, con un impacto de 21,3 billones de dólares. Qué objeciones enfrenta y cuáles son los pasos a seguir.

Milei, Lacalle Pou, Da Silva y Peña. - Foto: Reuters.

El Mercosur y la Unión Europea anunciaron un histórico acuerdo de libre comercio después de 25 años de negociaciones, pero el rechazo crece entre algunos gobiernos europeos como Francia o Italia.

"Esta es una jornada histórica, un hito fundamental. Se trata de un acuerdo equilibrado y ambicioso", sostuvo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al anunciar en Montevideo junto a los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El presidente Javier Milei participó por primera vez en una reunión del pacto sudamericano y se reunió con los presidentes de Brasil, Paraguay y Uruguay y con la jefa europea, Ursula von der Leyen.

"Este acuerdo es el resultado de visiones compartidas: en 1994 mi predecesor Jacques Delors estuvo aquí en Montevideo para compartir visiones comunes. Hoy estamos transformando esta visión en realidad", afirmó Von der Leyen, al frente de las negociaciones en nombre de los 27 miembros de la UE.

"En un mundo cada vez más dividido estamos lanzando un mensaje: demostremos que las democracias pueden ponerse de acuerdo. No es solo una necesidad económica, sino política, creemos que la cooperación trae progreso y prosperidad", continuó.

La presidenta de la Comisión subrayó que con el acuerdo "creamos un mercado de 700 millones de personas. Los acuerdos comerciales van más allá de la economía, reflejan nuestros valores comunes, y el acuerdo UE-Mercosur refleja nuestro compromiso contra la deforestación y con la implementación de los acuerdos de París".

"Es un “acuerdo en el que todos ganan", insistió.

"Las inversiones estratégicas europeas se verán facilitadas e impactarán en sectores vinculados a la vida cotidiana de las personas. Y, dirigiéndome a los europeos, digo: este acuerdo es una victoria para la UE. Esta es la realidad".

Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, destacó que en la reunión previa que mantuvieron los líderes “todos han subrayado la transcendencia del día de hoy”, pese a los "matices y diferencias" que puedan existir en el grupo. Asimismo, calificó el tratado como una "oportunidad" en un mundo "tan convulsionado"."Un acuerdo de este tipo no es una solución, no hay soluciones mágicas", dijo Pou.

Ahora la UE necesitará ratificarlo a través de al menos 15 países del bloque, que representan el 65% de la población europea. Además, deberá pasar por el examen del Parlamento Europeo. En el caso del Mercosur, cada país lo aprueba y entra en vigencia por separado.

El tratado, de concretarse, crearía la mayor zona de libre comercio del mundo con 700 millones de consumidores y un PBI combinado de 21,3 billones de dólares.

El rol de Javier Milei

Por su parte, el presidente Javier Milei asumirá la presidencia pro témpore del bloque regional que pretende "flexibilizar" para que sus miembros puedan acordar tratados bilaterales con otros países.

El saludo de Milei y Lacalle Pou. - Foto: AP.

El presidente de Argentina llegó esta mañana acompañado por Karina Milei y fue recibido por el canciller Gerardo Werthein. Luego, ya dentro del recinto, saludó al mandatario Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien forma parte de la última cumbre del Mercosur al ser reemplazado por el recientemente presidente electo Yamandú Orsi.

Las objeciones a las que se enfrenta el cuerdo con el Mercorur

La Comisión Europea, y no los gobiernos, según los estatutos de la UE, es la encargada de negociar acuerdos comerciales. Pero Francia e Italia se encargaron el mismo jueves de dejar claro que aunque se acuerde un texto entre las partes, el proceso de ratificación de un TLC, que sí supone la aprobación de los países, se enfrentará con un muro de resistencia.

La cuestión central es la protección del sector agropecuario, que consideran ambos países deberá competir en inferioridad de condiciones con la poderosa agroganadería del Cono Sur.

El acuerdo se había cerrado en 2019 tras más de 20 años de dilatadas conversaciones. Pero la UE pidió añadir un anexo en el que reclama más garantías a los países sudamericanos de que se atendrán al Acuerdo de París sobre el clima y a la legislación laboral internacional. Ambas cuestiones están en el texto final.

Ahora, el tratado enfrenta la durísima oposición de Francia —que tiene la mayor industria agrícola de Europa— y las dudas de Italia y otros países de la UE, como Polonia, Austria y los Países Bajos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, reafirmó su postura este mismo jueves: consideró al tratado "inaceptable en su estado actual". "Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola", aseguró.

En la misma línea, "el gobierno italiano considera que no se dan las condiciones para apoyar el texto actual". Roma exige una "protección adecuada (...) para el sector agrícola", afirmaron fuentes oficiales del Gobierno italiano. (Con información de TN)