A 20 años del crimen de Luciana Moretti: “Quedó toda una familia destrozada”
La abogada Viviana Lozano se refirió al caso de la joven asesinada el 16 de octubre de 2004 por Pablo Víctor Cuchán."La reinserción social fracasó", consideró.

Audionota: Danilo Belloni
Uno de los crímenes más conmocionantes registrados en nuestra ciudad fue el de la adolescente Luciana Moretti, por las características del hecho y la conducta del responsable.
Pablo Víctor Cuchán cumplió la condena impuesta por la Justicia por el homicidio de la joven whitense, ocurrido el 16 de octubre de 2004, pero el tiempo que siguió lo transcurrió entre escraches, incidentes y una nueva detención por un caso de violencia de género.
Casi tres años después del horrendo crimen, la Justicia bahiense lo encontró culpable de la muerte de la chica, cometida en su vivienda de Juan José Valle al 3.600, del barrio 26 de Septiembre, donde quemó el cuerpo de la víctima en la parrilla y posteriormente lo descartó.
La Policía halló algunos restos en la casa, mientras que otros fueron encontrados en un descampado frente al frigorífico San Martín, en cercanías de la estación Spurr y en un terreno de Avenente al 4.000. El cráneo apareció el 24 de octubre.
“Parece que fuera ayer que esa joven de 15 años desapareció. Si bien hemos evolucionado muchísimo en lo que hace a la investigaciones penales, aún estamos lejos de brindar la justicia que la gente realmente necesita”, consideró la abogada Viviana Lozano, quien asesoró legalmente a la familia Moretti.
La pena impuesta a Cuchán por el Tribunal en lo Criminal Nº 1 fue de 18 años de prisión (por homicidio simple, ya que todavía no existía la figura del femicidio, que le hubiera asegurado una sanción de perpetua), aunque el Tribunal de Casación Bonaerense la redujo a 17.
Producto de apelaciones y decisiones demoradas, la sentencia recién adquirió firmeza en 2014.
“Se aceleraron los plazos en relación a cuando ocurrió esto. Cuando se le otorgó una libertad fue porque había cumplido dos tercios de una condena aún no firme. En las apelaciones, Casación demoró tres años en resolver, el mismo plazo la Corte y luego regresó otros tres a Casación. Pasaron nueve años y como no había una declaración de firmeza le dieron la libertad”, recordó Lozano.
En 2019 regresó a prisión por desobedecer las reglas de conducta impuestas y dos años después dejó la cárcel de Saavedra tras cumplir la sentencia.
“Se lucho mucho para lograr esa revocación que se dio por un incidente de tránsito en el que se negó a un control de alcoholemia, hasta que finalmente cumplió la condena”, agregó.
Más de una víctima
“Acá quedó toda una familia destrozada. No fue solo Luciana Moretti, fueron también Julio (su padre), Liliana (su madre), su abuela Angelita, su hermana y sus amigos. Toda la gente que la quería bien fueron víctimas indirectas”, dijo Lozano.
Describió que el paso del tiempo y el reclamo de justicia los golpeó.
“Su familia bregó durante muchísimo para tener una condena firme. Fueron muchos años de lucha y un desgaste absoluto”.
“Fueron muchas apelaciones. Siempre estaba pidiendo beneficios. El padre de Luciana no llegó a verlo libre (falleció en 2015), pero su madre (murió durante la pandemia) lo vio en esa condición y fue un dolor muy grande. Mientras él (por Cuchán) disfrutaba de esa libertad, 'Lili' seguía llevando flores al cementerio”, continuó.
Nueva condena
En febrero pasado, el Juzgado en lo Correccional Nº 1 condenó a Cuchán a tres años de prisión por lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género (dos hechos) y amenazas en perjuicio de una expareja.
El hombre permanece actualmente detenido en la cárcel saavedrense y recientemente la Justicia le negó un pedido de salidas transitorias.
“Siempre dijimos que la reinserción social fracasó. Soy una convencida de que se les debe brindar el tratamiento desde que quedan detenidos y no esperar a una condena firme. En este caso, para cuando el fallo adquirió firmeza no le quedaba nada para estar detenido. Meses o un año de tratamiento no borran los 16 previos durante los cuales no lo hizo. Él no modificó su postura, por lo que el sistema falló y sigue fallando”, finalizó Lozano.
"Fue un gran desafío"
Escenario. “El caso fue un gran desafío. Cuando lo tomamos el caso con el doctor Gustavo Giorgiani no nos imaginamos las dificultades que había. Teníamos un cráneo y fragmentos de huesos chamuscados y debíamos probar que la mató y cómo lo hizo, que no se había muerto sola”, dijo la abogada Viviana Lozano, acerca de la trascendencia de la causa en la que le tocó intervenir.
Versión. Durante el debate oral realizado por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, Cuchán declaró y negó haber matada a Luciana. Sostuvo que la joven falleció a causa de una sobredosis.
Papel. La letrada agregó que “en aquel momento la figura del particular damnificado era como resistida y teníamos muchos menos derechos y facultades que las que tenemos hoy. En ese sentido se avanzó mucho”.
Investigación. “También se trabajó mucho con el doctor Ignacio Vitalini en la causa paralela, aunque lamentablemente no se pudo avanzar mucho”, agregó Lozano. En esas actuaciones se investigó el presunto encubrimiento por parte de Rosa Julia Oses, tía de Cuchán. La mujer fue citada a declarar, aunque a partir de su deceso se produjo el archivo de las actuaciones.