Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

Quién es el barbero solidario que corta el pelo gratis y hoy necesita ayuda

Luciano Salazar vive en Ingeniero White donde tiene su barbería y se lo suele ver en la calle ofreciendo sus servicios sin costo a gente que no lo puede pagar o en situación de calle. Pero días atrás tuvo un accidente de tránsito y tendrá que estar 6 meses sin poder abrir su negocio.

Luciano Salazar, cortando el pelo a la gente q no lo puede pagar.

A Luciano, el "barbero solidario" lo conocimos años atrás, cuando se hizo pública la actividad solidaria que hace años practica: cortar el pelo y barba a hombres en situación de calle o que no pudieran costear un trabajo de peluquería. Todos lo felicitaban y aplaudían su accionar.

Pero, por esas vueltas de la vida el que necesita hoy un poco de ayuda es él. El pasado 16 de enero, en la intersección de las calles Undiano y Granada Luciano tuvo un grave accidente de tránsito en donde resultó seriamente dañada su cadera, que quedó rota y desplazada.

Además de tener una peluquería y barbería en su casa de Ingeniero White, Luciano trabaja como profesor de barbería en La Botica del Peinador.

Levando comida a los barrios en pandemia

"Por redes sociales le estuve comunicando a mis clientes que por un tiempo largo va a estar cerrada la barbería por el choque este que tuve semanas atrás donde se me salió de lugar la cadera, me la quebré. Así que, si Dios quiere, y todo sale bien, pronto me estarán operando para hacerme una reconstrucción de mi propia anatomía para tratar de evitar la colocación de una prótesis. Los médicos del Municipal van a tratar de hacer todo lo posible. Pero el problema es que la recuperación me demandará unos 6 meses en los que no podré abrir mi negocio, que es mi principal entrada de dinero. Alguien me sugirió que pusiera mi alias -luciano.salazar89 - por si alguien pudiera colaborar con algún dinero, algo por lo que estaré más que agradecido".

Los días transcurren con mucho dolor, pero trantando de confiar en Dios y en que pronto este mal momento pasará.

"Hay días que estoy muy dolorido, la medicación a veces es tan fuerte que me descompone, me baja la presión. Pero bueno, tratando de confiar en Dios, más que nada, en estos días difíciles. Y bueno, después juntando fuerzas para la operación, que no voy a mentir, me da un poco de miedo. Pero bueno, hay mucha gente que me está apoyando, me manda muchos mensajes. La verdad que no pensé que iba a tener tanta repercusión esta noticia, no pensé que la gente se acordara de mí, es algo que me pone muy feliz. Incluso hasta las enfermeras me conocen en el hospital porque la gente compartió mi situación y se hizo muy viral".

Dar gracias

"¿Cómo se me ocurrió salir a ofrecer mi trabajo gratis a la calle? La realidad es que yo tuve una vida bastante descarriada, en donde había tocado fondo. Y en ese transcurso conocí a Dios y cambió mi vida, todos mis hábitos, logré dar un giro bastante grande en mi vida. Entonces, una manera de estar agradecido a Dios fue ayudar a los que menos tienen, o a los que nadie mira, a los que generalmente nadie se les acercaría. Sentí que era lo que Dios me pedía. Entonces si bien resultó un desafío bastante grande meterme en un mundo que no conocía como yo pensaba a pesar de ser adicto, no sabía cómo iba a reaccionar la gente. Pero siempre me trataron re bien y me respetaron muchísimo. Es más, días atrás me escribió uno de ellos, a ver cómo estaba, que se había enterado lo que me había pasado. La verdad que gente muy buena se conoce en la calle, con muchos valores, con muchos códigos, con unas historias de vida muy fuertes y dolorosas".

Luciano describe como "una sensación de gozo completo" ofrecer un servicio a gente que lo necesita.

"Mirá que siempre digo que en mi vida probé muchísimas cosas, pero cómo me siento en ese momento resulta difícil de explicar, es de un corazón lleno, que te explota. Por eso hay una Palabra de Dios que dice que el gozo es mayor cuando das que cuando recibís. Si la gente pudiera comprobar eso, se daría cuenta de que no todo es 'recibir' porque mucho mejor es dar. Ahí está el gran secreto. Así que, muchas veces me vuelvo a mi casa llorando de felicidad, porque la gente también es muy amable, se para a darme un abrazo, a felicitarme, se queda a charlar. La verdad que son sensaciones relindas. Por ahí yo no tomo dimensión de lo que dar un poco de tu tiempo a quien lo necesita genera en la gente. Te saludan desde los colectivos, te sacan fotos, o tocan bocina para saludar. Y mis clientes me conocen y saben que puedo cortar en donde sea y más si se trata de alguien que lo necesita", cerró.