Culminó la subasta de objetos de Freddie Mercury: a cuánto se vendió el piano donde compuso sus hits
Se vendió una enorme colección de piezas del fallecido cantante: extravagantes vestuarios, obras de arte y letras escritas a mano batieron records de precio.
El legendario piano de Freddie Mercury, que utilizó para componer el histórico hit Bohemian Rhapsody y otros éxitos de Queen, se vendió por más de 2 millones de dólares como parte culminante de una subasta de la enorme colección del fallecido cantante, con extravagantes vestuarios, obras de arte y letras escritas a mano que batió récords.
Insólitamente, el piano de media cola Yamaha fue uno de los pocos artículos que se vendió por menos de su precio estimado, pero a pesar de esto se vendió por la mayor cantidad de dinero.
Se esperaba que se vendiera por hasta 3,75 millones de dólares, pero se vendió por 2,2 millones de dólares. Sotheby’s dijo que era el precio más alto pagado por el piano de un compositor, pero no proporcionó información sobre el récord anterior.
Los artículos relacionados con la icónica Rapsodia bohemia, el éxito más famoso de la banda, fueron de los más codiciados en el remate que comenzó el miércoles por la noche, cuando la letra escrita a mano de la canción fue vendida por 1,7 millones de dólares.
Mercury acumuló su ecléctica colección de objetos después de que el glam-rock de Queen produjera una avalancha de éxitos que permitieron al cantante lograr su sueño de vivir una vida victoriana “rodeado de un desorden exquisito”.
La amiga íntima de Mercury, Mary Austin, a quien dejó su casa y sus posesiones cuando murió de una neumonía relacionada con el SIDA en 1991 a los 45 años, finalmente decidió vender todo: más de 1.400 artículos.
Tan sólo 59 artículos de ese “desorden” se vendieron por 15,4 millones de dólares, incluyendo la prima del comprador, lo que superó las estimaciones en la subasta de cuatro horas y media. Postores de 61 países participaron en persona, en línea y por teléfono.
Los fans adinerados apostaron fortunas, cada vez más grandes, para hacerse con una pieza de ropa, premios y borradores originales escritos a mano del fallecido cantante, incluyendo clásicos como Killer Queen y We Are the Champions.
Las obras de arte vendidas en la subasta incluyeron grabados de Pablo Picasso (240.000 dólares), Salvador Dalí (60.900 dólares) y Marc Chagall (80.000 dólares), muebles antiguos y numerosas figuras de gatos.
Durante el último mes, los fans de Mercury que no podían permitirse ese tipo de precios (o simplemente querían ver sus zapatillas Adidas, broches de diamantes o una chaqueta de lentejuelas) pudieron apreciar las piezas gratis en las galerías de Sotheby’s. Más de 140.000 visitantes de todo el mundo hicieron fila para recorrer la exposición en la elegante casa de subastas.
Uno de los artículos más extravagantes, un peine plateado para bigote de Tiffany & Co, que se esperaba que costara al comprador entre 500 y 750 dólares, tenía una oferta de 43.750 dólares.
Otros artículos que fueron atesorados por los fans fueron los borradores de las letras de Mercury para Somebody to Love (304.000 dólares), Don’t Stop Me Now y We Are the Champions, que alcanzaron el mismo precio: 400.700 dólares.
Bohemian Rhapsody fue garabateada en una hoja de la extinta British Midland Airways. La canción originalmente se llamaba Mongolian Rhapsody.
El himno rockero termina con las palabras: “Nothing really matters to me” (Nada me importa realmente), una frase no se aplica a la forma en la que Mercury (y algunos de sus fanáticos adinerados) se sienten acerca de sus posesiones. (Clarín)