"Sensibilidades situadas", un encuentro entre el arte y la ciencia
La exhibición se inaugurará en La Casa de la Cultura (UNS) mañana a las 18. Luego estará abierta al público hasta el viernes 15.
Periodista y próxima licenciada en Comunicación en la Universidad Salesiana (UNISAL). Integra el equipo de redacción web de La Nueva.
Mañana a las 18 se inaugura “Sensibilidades situadas, creadoras al encuentro”, una exhibición que combina arte y ciencia y busca trascender los límites entre disciplinas para potenciar y enriquecer el conocimiento. Se realizarán actividades que incluyen conversatorios y talleres abiertos al público.
La exposición se enmarca en el Congreso Internacional de Nano-Tecnología que se desarrollará en Bahía Blanca y podrá visitarse en La Casa de la Cultura (UNS) a partir de este martes y hasta el 15 de septiembre, de 9.30 a 16.30.
“Sensibilidades situadas” recopila la obra de las artistas Jacqueline Martinez, Veronica Florín, Gloria Angeletti, Liliana García y Moira Buscazzo; las científicas del CONICET Mariela Agotegaray, Verónica Natalia Scheverin y Belen Perez Adauss; y la curadora Ana Larrere, quien dialogó con La Nueva. sobre las motivaciones del encuentro y el proceso creativo del mismo.
Licenciada en Economía, artista y curadora, Ana Larrere fue quien gestó el proyecto desde su inicio y acompañó a cada artista en el desarrollo de las obras. “‘Sensibilidades situadas’ es el resultado de un proyecto curatorial desarrollado durante los últimos meses donde busqué, de alguna manera, desplegar un puente entre investigadoras del CONICET y artistas visuales bahienses con la intención de abordar un trabajo conjunto y compartir saberes”, explicó.
“La propuesta apuntaba a generar un encuentro entre estas dos prácticas, motivando que se vinculen y potencien. Fue una motivación personal de vincularlas, sin saber verdaderamente si iba a derivar en una producción de obras para exponer o no”, agregó. La artista y economista señaló que, en la cultura moderna, la dicotomía entre arte y ciencia ha sido una característica destacada en la educación, la cultura y la sociedad en general, lo que ha llevado a “perder de vista la riqueza y el potencial que pueden ofrecer cuando se exploran juntas”.
Además, aseguró que las prácticas emergentes reconocen que, disciplinariamente, comparten elementos fundamentales y que su integración puede enriquecer la comprensión del mundo y fomentar un enfoque más completo y humano en la exploración del conocimiento. “Mi intención fue motivar ese cruce y ver qué pasaba con eso".
La primera parte del proyecto consistió en gestionar un intercambio de sensibilidades y experiencias entre artistas -a quienes Ana ya conocía de la Escuela de Artes Visuales (ESAV)- e investigadoras que pudieran estar interesadas en el cruce.
“El contacto inicial con las investigadoras fue por intermedio de una de las artistas (Verónica Florin) que conocía a Mariela Agotegaray por haber trabajado previamente con ella en la ilustración científica de una publicación suya. El interés de Mariela y su equipo fue instantáneo y genuino”, aseguró la curadora del proyecto.
Larrere contó que en su primer encuentro, a través de una conversación que derivó en textos poéticos que estarán exhibidos en la muestra, pudo identificar “una zona liminar” en la que ambas podían habitar, donde la respuesta a “¿qué hago?” devenía en “¿qué soy’, ¿qué me preocupa?, ¿qué me moviliza?, ¿por qué hago lo que hago?”, ideas centrales en el proyecto.
Luego de un tiempo y con las presentaciones ya hechas, a partir de esa producción escrita se produjo el “encuentro” -entre historias personales, saberes, lenguaje- a partir del cual desarrollaron la exhibición colectiva que inaugurarán este martes.
Las obras
Veronica Florín, realizadora en Artes Visuales (ESAV), artista plástica, arteterapeuta y maestra en Reiki presenta “Agua limpia, tierra sana”, en donde “construye su imaginario creando un planeta limpio de metales pesados”. La artista despliega su obra utilizando tierra, agua y materiales usualmente empleados para la descontaminación como cáscaras de girasol y “unos coloridos polvitos que hacen magia en el laboratorio”. Su trabajo busca reproducir una metáfora que refleje “la necesidad de un reordenamiento de nuestra relación con la naturaleza”.
Gloria Angeletti, artista (ESAV) y estudiante de la tecnicatura en cerámica, en su obra “Redes”, busca homenajear a la Sarcocornia Perennis, una planta fitorremediadora que absorbe los metales pesados y los acumula en su tejido, y que además es especie nativa de Bahía Blanca. Su naturaleza purificante es representada en la obra de Angeletti a través de “significantes” como el tul “en tanto elemento que filtra, retiene y a su vez deja pasar. Los materiales trabajan mientras ella los observa y acompaña”.
En “Todo lo que me sostiene”, Liliana García, artista recibida en la ESAV y docente, utiliza arcillas extraídas de la ría de Bahía Blanca para desarrollar piezas cerámicas que logran generar analogías entre la composición de este material y el hueso. García indaga en los procesos químicos que son comunes a ambos materiales, desde el nivel molecular y sus transiciones, hasta sus formas, propiedades, volúmenes, texturas, "poniendo en evidencia que todos somos parte de la naturaleza y compartimos la misma esencia".
Moira Buscazzo, docente, artista plástica, ilustradora, muralista y fotógrafa enfocada en naturaleza, desarrolla “La vastedad de lo mínimo”, una obra a partir de imágenes de nanopartículas de sílice a escala macro, un elemento con propiedades terapéuticas para diversas dolencias. "Remite a aquello que no se ve a simple vista y sin embargo constituye la fuerza, la solidez y la capacidad de sostener la vida". En su obra, se tensiona el concepto de nanotecnología, reinterpretando digitalmente la estructura de estas nanopartículas y emplazándolas en un gran cosmos.
Jacqueline Martínez, artista y estudiante de la Tecnicatura en Cerámica, presentará “AS del agua”, una instalación "site specific" (creada especialmente para su interacción con un espacio y contexto determinado) que invita a pensar en la invisibilidad del arsénico como elemento perjudicial en el agua. Martínez apunta a la reflexión sobre "las botellas que llevamos a la mesa". Las ubica en vitrinas y bajo llave y en su interior contienen ilustraciones que remiten a las secuelas que deja el metal pesado sobre el cuerpo.
Durante el período de exposición, se llevarán a cabo una serie de actividades a las que se podrá asistir de forma libre y gratuita. El lunes 11 de septiembre, de 14 a 16, tendrá lugar un taller en el que la artista Verónica Florin, acompañada de la música en vivo de Pablo Martín, realizará una meditación guiada, seguida de una actividad de abordaje intuitivo del mandala.
El jueves 14, artistas y curadora del proyecto harán un conversatorio y un recorrido dialogado de la muestra.
Y el viernes 15 Mariela Agotegaray brindará una charla referida a sus actividades y el vínculo arte-ciencia que estará seguida por un brindis y cierre de la muestra.