Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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Julio Román, el “5” que marcó una época y enamoró a todos los hinchas de Villa Mitre

“He dejado la vida en la cancha por la camiseta tricolor; siempre me brindé al máximo como jugador y DT”, dijo Román, quien hoy vive alejado de la institución, pero atesora todos los recuerdos. Su visita al predio causó un revuelo tremendo.

Fotos: Emmanuel Briane y Archivo La Nueva.

 

Cuando terminó los estudios primarios en General Cerri (1972) ya sabía que su futuro estaba ligado al fútbol. Su padre, Leoncio, le pidió que decidiera entre los libros o el trabajo, pero su mente sólo recorría los potreros.

Un año después “Tito”, su hermano, agarró de canchero en Villa Mitre y el primer partido donde tuvo que marcar las líneas fue un Villa Mitre-Sansinena.

“Yo era hincha de Sansinena. Ayudé a mi hermano y me quedé con él. Un día me dice: ‘No querés probarte. Hablé con Oscar Comizzo, el técnico de las inferiores’. Mi repuesta fue no, porque no había jugado en Sansinena”, dijo Julio Román, quien tenía 12 años.

“La categoría en el Sansinena era para chicos más grandes. Jugaba los intercolegiales y los Torneos Evita. Tanto me insistieron que una noche me probaron con los chicos de sexta y séptima de Villa Mitre. Se ve que anduve bien porque me ficharon”, contó.

Los entrenamientos eran nocturnos, Julio solía presenciar el trabajo de los mayores porque sabía que si alguno faltaba se rellenaba con los pibes. Por allá se escuchaba: “llamen al hermano del canchero…”.

 

“Era el equipo del ’74. No importaba el puesto, sino jugar. Un año después me convocan para entrenar en Primera. Y en el ’76, Omar Sánchez me hace debutar contra Olimpo, en el Preparación. Estaba por cumplir 15 años, fue un 11 de marzo, y me dejaron patear un penal, aunque perdimos 5 a 2”, recordó.

"Jugaban Martín Capelletti, Roberto Andreocci, Rubén Atilio "Bocha" Alonso, Leandro Municoy y Oscar Alfredo "Caty" De la Canal. Me paraba a un costado del “Bocha”. El técnico me decía: “agarrás la pelota y se la das al 'Bocha' y le cubrís la espalda”. Me fue haciendo un lugar en el equipo.

 

--¿Te sentías cómodo?

--Quería comerme la cancha. "Tito" Andreocci me pedía que metiera un poco más, jajaja. Me entusiasmé tanto que los rivales me hacían entrar y los árbitros me echaban. En pocos partidos ya tenía dos rojas.


--¿Con 29 partidos en Primera, en 1979 te convocaron para jugar el Torneo Argentino de Selecciones?

--Si. Bahía jugó en Villarino y por primera vez en la historia perdió. Edgardo Paolucci me convoca para la revancha: “Pibe, lo llamé porque fuimos a Médanos y el ‘Negro’ Banegas nos mató a patadas. Quiero que haga su trabajo, porque los que fueron allá se cagaron todo”.

“Jugamos a cancha llena en Liniers. El primer cruce con Banegas cerré los ojos y le metí un planchazo a la altura de la rodilla. Le hicimos tres goles, pero se retiraron de la cancha porque dijeron que el último era en offside. A la noche, Oscar Enrique Castro, en su programa deportivo, me mata. Julio Román fue el iniciador de toda la gresca, jajaja”, dijo.

Su etapa como jugador continúa en Tres Arroyos, de la mano de Roberto Bottino, justo cuando Román estaba negociando su incorporación a Olimpo.

“Me agarró el Capitán Martínez: ‘Usted va a jugar a Huracán, toda la plata es suya. A Olimpo no va’. Me fue muy bien económicamente y deportivamente. Mi primer sueldo como jugador, porque en Villa Mitre no cobraba. Hacíamos vida de deportista, con desayuno, hoteles".

--Le fuiste tomando el gustito a jugar en la zona.

--Sí. En el 82’ volví a Villa Mitre y un año después me ofrecen, junto con Raúl Schmidt, ir a Deportivo Roca. Teníamos todo arreglado con Olimpo. Pero un día antes nos llaman de Roca y nos ofrecen el doble de plata, una panacea.

“El martes agarré lo botines para ir a entrenar a Olimpo y Raúl me dice. ‘Pará que éstos de Roca nos van a llamar’. Lo hicieron a la noche. Arreglamos, jugamos y ascendimos al Nacional tras ganarle la final a Racing de Trelew. Primero vencimos a Deportivo Patagones y después a Alianza de Cutral Co. ¿Podés creer que no nos pagaron un peso? Trajimos algunos cheques, pero un desastre”, puntualizó.

Tras su vuelta a Bahía rechazó una propuesta de Bottino para ir a México, que pretendía adquirir su pase.

“Me gustaba el barrio, la gente amiga. ¿Ir a México? Nooo. Y tampoco a San Lorenzo de Mar del Plata, otro equipo ligado a Bottino. La volví a remar acá, jugaba aunque me ataran o me vendaran un ojo. Entrenaba, era capitán y casi dueño del club”, sostuvo.

 


--En el ’87 vivís una de las peores derrotas.

--Contra Tiro, el primer descenso (Ndr: en la foto junto al "Nocho" Fernández y el árbitro Juan Bava). Fue duro desde lo mental, teníamos un arquero de refuerzo que en ese partido tuvo una actuación muy flojita (risas). Jugaban el “Negro” Pared (foto de abajo), “Cachi” Porras, Aldo Sepúlveda, Darío Rocha. Al año siguiente, con Zapata, volvimos a Primera. "Tato" implementó el orden, lo hizo más profesional. 


--¿Por qué no lograron afirmarse en Primera?

--Porque después volvió el “Titi” Santanafessa y con él los viejos vicios. Se lo he dicho, lo sabe. Teníamos distintas maneras de penar. Igual ya es parte del pasado. En el 89’ y ’90 otra vez estuvimos zapateando para no descender.

 

--En Villa Mitre jugaste hasta 1991.

--El año de la revolución. Había asumido un ganador como Alfonso Rodríguez de presidente. Llegó Eduardo Grispo como DT y se arma el equipo con “Paquillo” Sánchez, Guillermo Dindart, Omar De Felippe, Víctor Hugo Meriggi, Migoni, además de los locales Luis Feijo, Fabián Ehulech, Mario Martínez, Pablo Gilardi y los arqueros Joel Jara y Fabricio Amaya.
“Grispo fue a ver la situación de ‘Paquillo’ y Dindart. Estaban en una pensión de mala muerte en Tres Arroyos. Y dijo: ‘Con esto me alcanza, que vengan'. Armó el equipo y salimos campeones.

 

"Llenábamos todas las canchas, dimos la vuelta Olímpica en el Carminatti. Ahí se empezó a gestar la rivalidad, porque nuestro clásico era Tiro", afirmó.

 

Como jugador Julio Román disputó 230 encuentros en la Liga del Sur y el Seleccionado. En Villa Mitre (206), Bella Vista (13) y la Selección (11). Anotó 10 goles, 15 expulsiones y 9 penales (5 convertidos). Datos: Eduardo "Cocho" López.

 

--Fuiste seis meses a Bella Vista, pero tu retiro del fútbol es en Villa Mitre.

--Es así. En Bella Vista termine peleado con el “Laucha” Recio. Teníamos un equipazo, estaba el “Cota” Álvarez, pero no le ganábamos a nadie. En una reunión le dije a Recio que no entendíamos lo que quería hacer, el equipo no estaba bien trabajado. Empecé a comer banco y un día hablé con Alonso para irme. Me pagaban 2 mil dólares por partido, una fortuna.

 

--En más de 300 partidos convertiste 10 goles. ¿El mejor?

--A Esteban Fernández, contra Sporting. Siempre le hice goles, hasta en el showgol cuando vino Diego Maradona. Al equipo lo dirigía el “Facha” Sánchez, tiraban el achique al estilo Menotti. Observaba que salían en línea, amagué a tirar un pelotazo en la mitad de la cancha, se vienen para adelante y ahí la piqué y arranqué. Me fui solo, gambeta contra Esteban y gol de zurda. Hasta mi viejo, que era parco, se emocionó”, contó.

 

 

Su etapa como formador y la dirección técnica

--Julio, ¿cuándo empezás a dirigir?

--Después de jugar en Ferroviario, los seis meses que quedaron en el 92’. Ahí conocí a Mauro Gerk, un pibe de 15 años que la rompía. En la primera pelota que le puse entre líneas salió disparado, chocó con uno, casi hace un gol. Ahí pude sus condiciones, la rompía.

“En el ’93 se va Grispo y el ‘Bocha’ Alonso, que era coordinador de las menores, me da una mano. Estaba muerto, ni trabajo tenía. Me tiró un silbato, pese a que le aclaré que yo no sabía nada. Agarré la categoría ’81 y 82’ de escuelitas, donde estaban Fabio Batalla y Lucas López, entre otros. No podía encarrilarlos y le pedí al “Bocha” dirigir a los más grandes (’76 a ’79). Ahí me sentí cómodo, hicimos un gran trabajo con el profe Ralinqueo”, subrayó.

 

“Había jugadores con diez partidos de suspensión, un antecedente de querer golpear a un árbitro. Hicimos limpieza, incluso chicos con condiciones que no tenían conducta. Salimos  tricampeones en menores y en el ’96 lo hicimos con la categoría ’78: Peto Paz, Langol, Trotta, Banega, Ubeda, Ocampo. El mejor equipo que dirigí”, remarcó.

 

“El trabajo dio sus frutos. El club ganó la copa fair play cuatro años seguidos. Después vino la etapa en Primera, donde fui entrenador interino. Mi condición era el trabajo en menores, donde llegué a tener a todas las divisiones, vivía en el club jajaja”, sostuvo.

 

 

--En el 98’ lograste algo impensado como técnico.

--Tenía un plantel con más del 80 por ciento de jugadores del club. Surgían del potrero de calle Drago. Estaban muy identificados con la camiseta, el club.

“Me crucé con Alfonso en una estación de servicio y me preguntó si me animaba a dirigir en el Torneo Argentino reemplazando al ‘Mono’ Oberti, que cuando se fue me dio abrazo tremendo y me deseó suerte porque la campaña hasta ese momento era mala.

 

“Me piden salvarnos del descenso. Saqué a todos los refuerzos, se quedaron los chicos del club y después de una reunión les pedí compromiso, que podíamos pelear. Perdimos la primera chance con Independiente de Mendoza y luego ganamos los repechajes ante Huracán Corrientes, en Rosario, y Douglas Haig de Pergamino (3-1) en Tandil. Fue grandioso”, contó.

--¿Por qué volvés a dirigir menores?

--Por una nueva pelea (risas). Y lo estoy pagando hasta hoy en día. Dije en una nota en La Nueva que no estábamos preparados para nada porque no había baños en condiciones y vestuarios precarios. Molestó y un dirigente me lo hizo pagar desde entonces.

“Y otro problema surgió porque mi intención era concentrar a los jugadores la noche anterior a ese partido decisivo. Me lo negaron, renuncié y Alfonso aceptó”, señaló.

--Pero tuviste un intinerato en una recta final para evitar el descenso.

--Tuve varios, jajaja. El equipo descendía, quedaban pocos partidos. Tuvimos chances hasta la penúltima fecha, cuando perdimos con Huracán de Tres Arroyos (1-2) acá luego de ir ganando. Quedaba el partido con Independiente de Mendoza que ya había dado de baja todo el plantel.

Luego dirigí Argentino A, Liga de Sur (torneo Preparación 2002), en 2003 salimos campeones en Primera. Jugaba Schumacher, Venticinque, Hidalgo, Landeiro, Carrillo, Saavedra.

 

“La última vez fue en 2004. Luego estuve en Bella Vista y después Deportivo Madryn, en 2007/08, uno de los mejores equipos por cantidad y calidad de jugadores”, sostuvo.

--¿Si hoy te piden dirigir Villa Mitre lo hacés?

--Sí. No lo oculto lo hago de corazón. Pero sé que no van a venir a proponerlo. Soy el único que, en Villa Mitre, salió campeón como jugador y como técnico.

--En la zona también dirigiste.

--En Deportivo Patagones, Boca de Suárez, Deportivo Madryn y Casbas, Liga de Tres Lomas. En Casbas estuve casi dos años, era como volver a empezar para mí que ya tenía 50. Los chicos me escriben, me invitan a ver algún clásico. Quedó una linda relación.

 

--Estuviste en Sansinena, Libertad y Sporting.

--En Sansinena viví dos períodos. Una linda experiencia en lo deportivo. Lástima que la segunda vez me quedaron debiendo una cena para 30 personas que pagué de mi bolsillo. Jugamos contra Alvarado, el “Flaco” no viajó y me hice cargo.

“En la primera etapa pasó algo parecido por atrasos en los sueldos. Después el Flaco cumplió, porque yo venía con un problema familiar, lo llamé y me cumplió. Así que seguramente algún día también se saldará lo de la cena”, señaló.

 

“En Libertad (Ndr: en la foto con el 'Cachorro' Orsi) hicimos un trabajo muy bueno, una campaña tremenda, con chicos que trasladaron una idea al campo de juego con un fútbol de alto vuelo. No se dio el ascenso, pero estuvimos ahí”, dijo.

 

--¿Lo de Sporting te sorprendió?

--Fue raro, porque me buscaron para armar un proyecto. Fue muy poco tiempo de trabajo y como los resultados no se dieron nos dijeron que no convencía el sistema de juego por la calidad de jugadores que había en el plantel.

"Mejoramos el equipo, perdimos partidos que no merecíamos. Dos cotejos antes de terminar el torneo ya sabíamos que nos iban a reemplazar. Lo único que le pedí es que me tenían que despedir y aceptaron, por lo que valoro el diálogo que tuvieron conmigo", expresó.

 

--¿Cómo fueron los encuentros con Maradona y Batista?

--Jugamos el partido previo al de Diego (risas). Me río porque recuerdo la patada que le pegué a (Cristian) Breintestein un poco caliente y le dejé un mensaje: "Decile al Flaco que me pague. Más allá de eso fue muy lindo ser parte de esa fiesta"

"¿Si lo vimos a Diego? Tuvimos un acercamiento, pero Maradona estaba un poco fastidioso, no quiso que los jugadores se arrimaran mucho", contó Román.

"Sí tengo una foto con el Checho Batista en Puerto Madryn, cuando viajó con el seleccionado Sub 20. Luego compartimos una cena, hablamos de fútbol. Nos trató muy bien. También tengo recuerdos de encuentros con César Menotti, ‘Chirola’ Yazalde, Enzo Bulleri y el ‘Tata’ Martino, personas extraordinarias”, aseveró.

--¿Sos de estar pendiente de tu familia?

--Siempre. Salgo de mi casa y paso a ver a Luciano, hijo de mi actual señora que vive ahí, cerquita. Y siempre estoy en contacto con mi hija Ludmila y mi hijo Silvano. pero la debiliad son mis nietos: Valentina, la mayor, Indio y Eva.

"Ahhh..., por favor nombrá a mi hermana Elvira, que es mi fan número uno. Ella sí que me sigue a todos lados y tiene los mejores recuerdos de mi etapa de futbolista y entrenador. después están mi hermanos Leoncio, Néstor, Eduardo y Luis.

 

Como DT en la Liga del Sur, Julio dirigió a Villa Mitre (160 partidos), Bella Vista (52), Sansinena (71). Pacífico de Cabildo (18), San Francisco (59), Libertad (66) y Sporting (22). 

 

--¿A quién admirabas en tu puesto?

--El más parecido era el "Tolo" Américo Rubén Gallego, un grande. Campeón del mundo, hacía todos los relevos, entregaba bien la pelota y metía como loco, jajaja.