Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Haciendo todo para revivir al adversario

Juntos por el Cambio y el Frente de Todos se alimentan del error ajeno. En la coalición opositora, la discusión por Schiaretti ensombrece la previa del cierre de listas. Miradas desde Bahía.

Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

Desde hace años, la mayor fortaleza de las dos principales coaliciones de Argentina son los defectos del adversario. Juntos por el Cambio critica con mucha precisión los fracasos del Frente de Todos, así como este último se sirve del caos opositor para esperanzarse con una elección competitiva.

La crisis interna de ambas alianzas se manifiesta en la imposibilidad de definir candidaturas y proyectos políticos concisos a tan solo 17 días del cierre de listas. En el caso de Juntos, ni siquiera acierta a resolver qué partidos conformarán ese conglomerado opositor pese a que la fecha de inscripción de alianzas vence el próximo miércoles, 14 de junio.

La propuesta de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y Elisa Carrió de incorporar a José Luis Espert y, sobre todo, al gobernador cordobés Juan Schiaretti, provocó un nuevo tembladeral por el rechazo rotundo de Patricia Bullrich y Mauricio Macri. "Pone en crisis a todo el sistema de la coalición", definió el expresidente. Es decir, asoma el riesgo --lejano, pero riesgo al fin-- de una implosión.

Sumar a este peronista no K tiene argumentos lógicos e ilógicos. Entre los primeros, que esa provincia ha sido clave en las elecciones nacionales para Cambiemos: los cordobeses eligieron a Schiaretti en 2015 y 2019, pero a nivel presidencial se volcaron masivamente hacia los amarillos. En la última presidencial la fórmula Macri-Pichetto obtuvo 1.400.000 votos contra los 660.000 de la dupla Fernández-Fernández y, cuatro años antes, Macri-Michetti aplastaron a Scioli-Zannini por 1.500.000 a 600.000 en el ballottage. Evidentemente el schiarettismo no hizo campaña por el FdT.

Lo ilógico es que Juntos tiene un candidato a gobernador, Luis Juez, que debe enfrentar al delfín de Schiaretti, Martín Llaryora, en las elecciones que se realizarán en esa provincia el domingo 25 de junio, un día después del cierre de listas nacionales. ¿Cómo se explicaría ese doble juego de ser antagonistas y, a la vez, aliados? Raro.

Este nivel de polémica vuelve a reflejar la profunda brecha entre las dos grandes facciones de JxC, las palomas de Larreta y los halcones de Bullrich. Al día de hoy, parecen mucho más enfrascados en ver quién gana la interna que en pensar cómo llegar a la Casa Rosada con un programa común, más allá de los matices que puedan tener por una cuestión de estilos.

Y la batalla recién está entrando en sus momentos más calientes.

Mirando el panorama desde Bahía Blanca, la radical Elisa Quartucci, que no se baja de la carrera por la intendencia, fue la primera y única en manifestarse a favor de la ampliación de la coalición con Schiaretti o Florencio Randazzo. Lo hizo a partir de su alineamiento con el presidente de la UCR, Gerardo Morales, y como consecuencia quedó encolumnada en las filas larretistas.

En nuestra ciudad no sobra gente de ese lado. El senador Andrés de Leo, posible candidato a jefe comunal en esa vertiente debido al acuerdo del alcalde porteño con la Coalición Cívica, todavía se cuida mucho de inclinarse decididamente en la grieta interna. Cree que aún son posibles movimientos de fondo en la alianza y que no tiene sentido apurarse. La política actual, está claro, es para los tiempistas.

De todos modos, algunos gestos más claros podrían empezar a verse en breve. El lilito compartirá este viernes actividad con el candidato a gobernador de Larreta, Diego Santilli, en Monte Hermoso. Inevitablemente se difundirán fotos juntos, llenos de sonrisas. ¿Se hará presente alguien de la primera fila del Pro bahiense, que bancó fervientemente al "Colo" el día de su lanzamiento, luego de la resonante adhesión al bullrichismo? Por ahora no hay respuesta.

Nidia Moirano, tras asegurarse la codiciada línea de Bullrich en este distrito, se refugió en un prudente silencio. Prácticamente no hizo declaraciones desde aquella foto y no habría que esperar que su presencia inunde los medios en los próximos días, pese a que las encuestas le dan un índice todavía alto de desconocimiento. Tal vez estén esperando mayor claridad en el armado de arriba para luego trabajar en levantarle el perfil y, sobre todo, empatarla con la exministra.

Hernán Lombardi, del núcleo duro de Bullrich, expuso lo que piensan en buena parte del Pro sobre ese tándem: "Sucede una cosa muy espectacular con respecto a Nidia: tiene carácter, firmeza, no es una mujer que le vas a doblar el puño fácilmente. Tiene características muy parecidas a las de Patricia".

La construcción de Nidia candidata empezó hace más de un año y, si bien sus cualidades proselitistas fueron y siguen siendo puestas en duda por sus rivales, es cierto que el escenario se le movió a favor. Si efectivamente Bullrich se transforma en la principal figura de JxC, a la dirigente local no le costará ningún esfuerzo compartir un lenguaje común vinculado al orden y la mano férrea, así como los ataques constantes al kirchnerismo.

Un aspecto a resaltar de Juntos en nuestra ciudad es que en estos 8 años no pudo moldear un candidato a la sucesión de Héctor Gay con peso propio, que no dependa tanto de la performance de la boleta nacional. El mismo Gay, que sigue siendo el de mejores mediciones en el Pro, estuvo por debajo de los porcentajes de Macri y María Eugenia Vidal en 2015 y 2019. La meta para el oficialismo bahiense, entonces, es presentar a quien mejor retenga el voto que llega por arrastre. Será una gran prueba para Moirano.

Un problema serio, que no es suyo sino de todo Juntos por el Cambio, es que la crisis partidaria los lastime más de lo que se supone. Hoy el escenario general muestra a un Frente de Todos que representa a la centroizquierda y parte del centro; Javier Milei a la derecha dura y los indignados; y Juntos debería ocupar la centroderecha disputando la derecha "racional" con el libertario.

Pero la verdad es que con los últimos enfrentamientos no se entiende bien cuál es el perfil de la principal nave opositora. No tiene mensaje aglutinante ni épica, solo se tiran cornadas.

Los pasos en falso del principal bloque opositor a nivel nacional mantienen en pie a un Frente de Todos que se enfrenta a un desafío histórico: ganar una elección a pesar de una inflación superior al 100%. Nunca sucedió.

Si bien aún no definieron candidaturas, la opción más probable es que vaya Eduardo "Wado" de Pedro por la presidencia, Axel Kicillof a la Gobernación, Sergio Massa postulante a senador nacional por la Provincia y Máximo Kirchner cabeza de lista de diputados.

El candidato natural para la Casa Rosada debería ser Massa, pero el próximo miércoles el Indec dará a conocer un nuevo índice inflacionario y, si se cumplen las previsiones de otro número muy alto, sería muy complejo "venderlo" como el dueño de las soluciones a futuro. De todos modos, el juego está abierto e incluso no se descarta una PASO que tenga de un lado a esos apellidos y, del otro, a Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz, quienes aseguran que irán a primarias en los renglones de presidente y gobernadora.

¿Scioli --archienemigo de Massa-- y la hiper albertista Tolosa tendrán soporte suficiente para competir por fuera de las principales estructuras del peronismo? Es toda una incógnita, pero por lo pronto les costará encontrar dirigentes de primera línea que pongan la cara por esta propuesta. En la Sexta Sección, sin ir más lejos, la encargada del reclutamiento sería la pigüense Marisol Merquel, exdiputada provincial y titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, cargo que le legó Tolosa.

Si Merquel tuviera que buscar sciolistas de otros tiempos, por ejemplo, en Bahía Blanca, se encontraría con que aquellos que se mantienen más activos (Santiago Mandolesi Burgos, por dar un caso) ya fueron absorbidos hace rato por el susbiellismo, corriente local que reconoce el liderazgo de Cristina Kirchner y que defenderá a Wado-Axel-Massa.

Por supuesto que en un movimiento político tan amplio siempre habrá gente dispuesta a poner la cara, el tema es para aspirar a qué. Y las respuestas posibles son dos: ganar o debilitar al adversario, los objetivos básicos por los cuales se compite en cualquier comicio.

El peronismo bahiense, por fuerza de proximidad con las fechas de cierres, se encamina a tomar decisiones clave. ¿Habrá PASO o candidatura única? Si bien Federico Susbielles aún no se lanzó oficialmente como candidato, muchos dirigentes cercanos ya largaron la campaña en redes #FeDeBahía, su nuevo eslogan, también inscripto en objetos de merchandising. Que el presidente del Puerto va a volver a competir este año no es una duda. El interrogante es si tendrá a alguien enfrente.

En principio se mantiene la voluntad del gremialista Sebastián Mas, que cuenta con el respaldo del Frente Renovador, y permanece la incógnita sobre Marcelo Feliú, de quien no habría que esperar definiciones hasta tanto no esté ordenado el resbaladizo tablero nacional.

Algunas teorías que hoy se trabajan en el justicialismo son las siguientes: para algunos, lo ideal es una primaria donde estén Susbielles y Feliú para ensanchar la base electoral y que el ganador llegue a octubre aupado por un buen porcentaje de votos; para otros, lo apropiado no es preocuparse tanto por agosto sino pensar en octubre, lo cual implica no eliminar caciques en las PASO sino ubicarlos en lugares de la boleta que los mantenga activos hasta las generales.

En esta última opción, Feliú podría volver a ocupar un casillero en la lista de senadores provinciales, una alternativa que tiene defensores y detractores. Los primeros piden incluir al legislador en algún rol protagónico, ya que mantiene buenos niveles de imagen e intención de voto. Los segundos, en cambio, le achacan poco compromiso con el proyecto del Frente de Todos, donde el kirchnerismo seguirá siendo punta de lanza en estos comicios, y por lo tanto desean verlo afuera de todo.

Con Feliú dentro del esquema o excluido, un lugar relevante a disputar será el primer puesto en la lista de senadores bonaerenses por la Sexta Sección. Todo hace pensar que ese lugar será para alguien de Bahía Blanca, porque no resultará nada fácil para el justicialismo renovar las 3 bancas --de las 6 que hay en juego-- y necesitan un buen resultado en la ciudad más grande de la zona. Tal vez se imponga en ese puesto a alguien del riñón de Susbielles, como derecho adquirido por haberse convertido en la principal cara del FdT regional, o quizás trate de picar en punta alguien del camporismo si Wado es el 1 de toda la sábana. Ya se verá.

Por ahora, todos piden calma y el argumento es válido: hasta que no esté cerrado lo nacional, mal podría resolverse al detalle lo local y seccional. Eso sí, los teléfonos no paran de arder.