El pedido de churros de Messi que revolucionó al local en Rosario
La encargada del comercio y el cadete terminaron envueltos en lágrimas. El tierno gesto de Mateo Messi y un emotivo mensaje.
La llegada de Lionel Messi a la Argentina causó una revolución en Rosario, como ocurre cada vez que decide descansar junto a su familia en su ciudad natal. Y con el título mundial de la Selección argentina en Qatar bajo el brazo, los fanáticos no dejan pasar las ocasiones para rendirse a los pies del astro del fútbol incluso en las situaciones más cotidianas e insólitas.
Luego de que se viralizara un video de la familia andando en bicicleta, se conoció una situación con una churrería de la localidad de Funes, en el Gran Rosario, donde el cadete y la encargada del lugar terminaron envueltos en lágrimas.
Messi y su círculo íntimo decidieron comunicarse con un local especializado en la venta de churros y encargar tres docenas y media de distintas variedades. Primero llamaron, pero el local solo atendía pedidos por WhatsApp, por lo que respondieron por ese medio. La encargada de La Churrería de Funes, Sofía, contaría después que no se imaginaba con quién había intercambiado mensajes para tomar el pedido.
Según relató al diario local La Capital, la mujer armó el paquete con 24 churros rellenos de dulce de leche, 12 de crema pastelera y 6 de crema de avellanas. “Lo que yo hago siempre es registrar el número y después escribirle, así que lo contacté. Me pidió tres docenas de churros y lo mandamos para Kentucky”, indicó Sofía al medio Info Funes.
“Estaba con tantos pedidos ese día que no relacioné que eran ellos. Ya nos pasó en otras ocasiones que nos encarguen y les enviamos nuestros productos, aunque nunca pensamos que eran para Leo, que él los comía. Ya saber que los recibía la familia del campeón era un mimo al alma, pero esto superó todo”, expresó, dejando en claro su admiración por el mejor futbolista del mundo.
Mirá también: Se agotaron las entradas ante el posible debut de Messi en Estados Unidos
Luego, relató la experiencia del repartidor: “El cadete tardó casi 45 minutos en volver, estaba casi temblando y llorando porque no podía creer lo que le había pasado. Nos dijo que Antonela fue quien lo atendió, que Mateo lo abrazó, y Leo lo saludó desde el fondo de la casa. No pudo tomarse una foto, pero se llevó ese recuerdo”.
Tras la llegada del cadete, Sofía no dudó y envió un nuevo mensaje al número de teléfono que la había contactado: “No puedo parar de llorar de la emoción de saber que están disfrutando nuestro producto, muchas gracias por confiar en nosotros. Cuando quieran disfrutar de nuestros productos estarán siempre disponibles y esperando por ustedes. Muchas gracias”.
“Estuvieron muy buenos”, contestaron, a lo que con emoticones de caritas llorando, la mujer escribió: “Así estoy desde que volvió el cadete. Muchas gracias, me cambiaron el día, el año. ¡La vida!”. En charla con Radio La Red, manifestó que suelen enviar sus productos usualmente a la casa, debido a que posee una conexión con la madre de Antonela Roccuzzo (ambas comparten el veterinario para sus mascotas). Nunca sabía si, en verdad, los traslados llegaban a manos del “campeón”.
Por su parte Juan Pablo, quien fue el encargado de llevar el pedido al barrio privado de la residencia de Messi, también relató su experiencia: "No entendía. Cuando llegué a la portería me pidieron el teléfono, me dieron un GPS y me dijeron: 'Ya sabés a dónde vas'. No me lo imaginaba. Y cuando me lo dijo no le creí. Seguí las indicaciones que me dio y cuando estaba llegando empecé a ver gente de seguridad, patrulleros y gente afuera de la casa. Ahí empecé a temblar".
"Cuando llegué me frenaron los de seguridad y les dije que iba a llevar el pedido. Toqué bocina y nada. Mientras, los vecinos me decían que me saque fotos. Yo estaba tranquilo pero al mismo tiempo nervioso. Nunca esperé que me pase algo así", continuó.
El joven añadió: "Después me acerqué y salió una persona. Ya estaba medio nervioso. Ahí vi que Messi se asomó y me empezó a temblar todo. Pedí sacarme una foto con él pero no se pudo dar. Hubiese sido lindo".
"No pude hablar porque pasó todo muy rápido. Tampoco quería molestar. Y después no caía. Cuando la gente me empezó a preguntar si lo había visto me largué a llorar", finalizó.
El gesto de Mateo Messi
Sofía, en tanto, contó un detalle de la hospitalidad de la familia del campeón. Mientras el joven de 18 años le hacía entrega del pedido en medio de un mar de lágrimas, le solicitó a Antonela sacarse una foto con Messi, algo que no pudo darse por el contexto familiar. Sin embargo, en ese momento apareció su hijo, Mateo (7) y en su inocencia le preguntó: “Tío, ¿qué pasa?”, con un claro modismo español.
“El delivery me contó que mientras entregaba el pedido estaba llorando. Y allí señala que Mateo salió corriendo y le dijo ‘pues tío, ¿qué pasa?’ y lo abraza”, dijo la encargada en diálogo con TN. (Con información de NA)