Bahía Blanca | Domingo, 01 de octubre

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“El hambre del dragón”, el plan de China para comerse al mundo

Agustín Barletti, abogado, periodista y escritor, profundiza en su nueva obra sobre los objetivos del gigante asiático y los mecanismos que emplea para conseguirlos.

Agustín Barletti, con su flamante publicación.

En su última obra, “El hambre del dragón”, presentada en la Feria el Libro, el escritor Agustín Barletti muestra la paradoja de Xi Jinping, el líder chino que sufrió en carne propia la represión y el escarnio del aparato del Partido Comunista, pero una vez en el poder, resultó ser “más rojo que los rojos”. 

Editado por De Los Cuatro Vientos, el libro refleja que el fin último de la República Popular no es el poderío económico. Lo que persigue es la recuperación de su lugar histórico para cumplir con el mandato impuesto por un nacionalismo alimentado con las heridas del pasado y la grandeza abortada. 

“Su ambición, claramente hegemónica, busca que ningún otro país pueda emprender nada sin antes tener en cuenta los intereses chinos. Al mismo tiempo, este escenario forma parte de un apetito mucho mayor: el desafío a la supremacía mundial de Occidente, principalmente de Estados Unidos”, destaca el autor.

Barletti también refleja que “las contradicciones sobrevuelan China, una nación que procura el liderazgo mundial, pero que al mismo tiempo se aleja cada vez más de ese mundo que pretende dirigir debido a su autoritarismo y violación de los derechos humanos”.

--¿Se puede hablar de un modelo imperialista chino?

--El imperialismo es la expansión de los intereses económicos de un Estado más allá de sus fronteras. Esto viene de la mano con el sometimiento de otros territorios para asegurar el resguardo de dichos intereses y asegurar un flujo de ganancias y rentas derivadas de dicha relación. Sin embargo, esta definición tradicional, no se adapta del todo al caso chino.

--¿Podrías profundizar en este aspecto?

--Por supuesto. El fin último de la República Popular no pasaría principalmente por acrecentar su poderío económico. Este único objetivo no alcanza para explicar las millonarias inversiones realizadas en múltiples países sabiendo de antemano la imposibilidad de recuperarlas. 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) les presta a los países, y como quiere recuperar los desembolsos, muchas veces sugiere ajustes fiscales a las economías de los gobiernos. China, por el contrario, está buscando prestar dinero y que no se lo puedan devolver, para luego condicionar a sus deudores. En este escenario, no es casual que China aparezca como prestamista de emergencia para diversos países que tienen dificultad de acceso a los organismos de crédito multilaterales. Cuanto más ahogado financieramente se encuentre el país, mejor para China.

--Argentina recibió y continúa recibiendo importantes fondos provenientes de China...

--Hoy le debemos a la República Popular un monto similar al del FMI. Y los chinos ya consiguieron varios favores a cambio. Uno de ellos es la instalación y construcción de una estación espacial en la Provincia de Neuquén a menos de 100 kilómetros de Vaca Muerta.

--No pocos sostienen que este Programa crea lisa y llanamente un enclave soberano de China en Argentina.

--La base, establecida sobre un predio de 200 hectáreas cedidas gratuitamente, está exenta de tributos y cargas aduaneras incluyendo los impuestos nacionales al consumo como el IVA. por un período de cincuenta años prorrogables.

Otorga en favor de China una zona de exclusión que abarca un radio de 100 kilómetros a la redonda de la base para las bandas por debajo de 10 GHz y de 50 km para las superiores a los 20 GHz.

Si un argentino quiere ingresar, debe pedir autorización por escrito al gobierno chino como mínimo con tres meses de anticipación. Todos los trabajadores son de nacionalidad China y se rigen por las leyes laborales de aquél país a pesar de prestar servicios en Argentina.

--Pero las  autoridades chinas argumentan que sus fines son pacíficos...

--Sí, pero inquieta que la estación se encuentre bajo la órbita del Ejército Popular de Liberación. 
Su gigantesca antena lo dice todo: tiene 35 metros de diámetro, el equivalente a un edificio de 16 pisos de altura y pesa 450 toneladas. Desde allí pueden monitorear la ubicación y trayectoria de todos los satélites que recorren el hemisferio sur, interceptar comunicaciones sensibles de otros países e incluso enviar mensajes encriptados. 

--Se habla mucho de la compra de empresas por parte de China…

--En Argentina este fenómeno se viene observando con fuerza en los últimos años.  Con esta estrategia, China apunta a posicionarse en sectores estratégicos como minerales, alimentos y energía.

Por ejemplo, en 2014 la estatal China National Cereals, Oil & Foodstuffs (COFCO) compró el 51% de los paquetes accionarios de Nidera y de Noble Agri por USD 2.800 millones. 

La adquisición de Nidera le garantizó a COFCO el acceso a una red de abastecimiento, almacenamiento y logística en regiones productoras estratégicas además de controlar a dos de las principales empresas cerealeras que actúan en el mundo.

--Noble operaba dos puertos.

--Claro. Uno en Lima, Buenos Aires, y otro en Timbúes, Santa Fe, donde también poseía una planta de procesamiento de soja y elaboración de biodiesel. A ellas se le agregan las plantas de acopio en Piquete Cabado, Salta, y una división de fertilizantes con tres terminales: Timbúes, Santa Fe, Necochea, Buenos Aires, y Río Paraná, Santa Fe. Esta infraestructura le permite a COFCO controlar directamente el 14,5% del volumen de las exportaciones de granos y posicionarse entre las primeras exportadoras de granos, harinas y aceites de Argentina

En este rubro clave, la empresa multinacional Syngenta, originaria de Suiza y que está radicada en Argentina desde hace más de dos décadas, también fue adquirida por la colosal suma de USD 43.000 millones en 2016. La compró China National Chemical Corporation (ChemChina), que luego se fusionó con SynoChem para cotizar en la Bolsa de Shanghái.

--Ya son dueños de importantes cerealeras, ¿qué pasaría si además tomaran el control del dragado de la Vía Navegable Troncal del río Paraná por donde circula el 80% de las exportaciones argentinas?

--Si aparte de controlar la producción y el embarque de cereales, China lograra hacerse de la propia vía navegable, tendría bajo su puño a uno de sus principales proveedores. 

El interés viene de la firma dragadora Shanghai Dredging, perteneciente al mega grupo estatal Communications Construction Company (CCCC), brazo ejecutor del Partido Comunista Chino en el mundo. 

A inicios de 2022, se presentó en la licitación convocada para el mantenimiento de la Vía Navegable Troncal y por falencias de todo tipo fue descalificada. La empresa afirmó entonces que la declaración de inadmisibilidad de su propuesta podría “dar lugar a la adjudicación de las obras al contratista actual (Jan De Nul) a un precio un 40% más alto del que se podría obtener”.

--También le apuntó al río Uruguay...

--Unos meses más tarde, en otra licitación, esta vez para el dragado del río Uruguay, en lugar de ser un 40% más barato que la belga Jan De Nul, su cotización terminó siendo un 40% más cara.

Esta firma estatal china ya fracasó cuando en 2018 la Comisión Administradora del Río de la Plata le rescindió el contrato de dragado en los Canales a Martín García por incumplimiento. Lo mismos sucedió en el puerto colombiano de Barranquilla.

Sin embargo, el trabajo más preocupante de Shanghái Dredging es la recuperación de terreno en el mar de china meridional.

--¿Por?

--Porque este programa de dragado impulsado desde Pekín ya creó media docena de nuevas islas en el mar de China Meridional que incluyen puertos de aguas profundas, playas de arena y al menos una pista de aterrizaje desde donde pueden operar aviones de combate en una zona disputada con Vietnam, Malasia y Filipinas.

Por esta amenaza a la estabilidad regional, Estados Unidos le prohibió el ingreso al país a los directivos de Shanghái Dredging.

¿Y qué está sucediendo con la pesca en la milla 200?

--Son pocos los lugares del planeta que se pueden distinguir desde la Estación Espacial Internacional. Uno de ellos es Las Vegas. La famosa “ciudad del pecado” se muestra como una luminosa marca en medio del oscuro desierto de Nevada, Estados Unidos. 

Otro de los sitios visibles se encuentra en el límite del Mar Argentino, en una región donde no hay asentamientos ni plataformas petroleras. Esta “ciudad de las luces” está formada por buques extranjeros que depredan el calamar, que es el recurso pesquero más preciado que tienen las aguas del Atlántico Sur. De todos modos, también arrasarán con merluzas y abadejos, rayas y tiburones, elefantes y lobos marinos.

En esta zona próspera, uno de los caladeros más importantes del mundo, el 70% de los buques que se encuentran en el límite de las 200 millas náuticas son chinos.

Sustentada por subsidios gubernamentales, el crecimiento y actividad de esta flota no es controlada, en parte porque la propia China históricamente tuvo pocas reglas que rijan las operaciones de pesca. 

En 2022, más de 350 barcos de bandera china pescaron frente a las costas argentinas, extendiendo su permanencia mediante trasbordos no regulados, una controvertida práctica en la que se transfiere la pesca a una nave nodriza que les permite a los barcos dar apariencia legal al pescado captado.