Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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9 de Julio hizo desaparecer los fantasmas y ya metió el primero

Tras perder ante Pacífico la posibilidad del ascenso directo, Nueve se recuperó y le ganó de visitante a Sportivo, por 81 a 62, en esta segunda serie que le puede permitir subir a Primera.

Emilio Boyé domina arriba ante Sastre y Pristupa. Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 

9 de Julio tenía que sacarse el fantasma que significa haber perdido la final por el ascenso directo con Pacífico y enfocarse en Sportivo Bahiense. Y lo consiguió, ganando en el inicio de la serie ascenso/permanencia/descenso, al mejor de cinco, como visitante, por 81 a 62.

No le fue sencillo al subcampeón de Segunda en el comienzo ante el penúltimo de Primera, porque dominó en los rebotes, aunque no pudo transformarlos en puntos, careciendo de fluidez ofensiva, ante una defensa de cambios permanentes y que se iba escurriendo.

Ayala se hace lugar entre Santiago Boyé y Prost.

El local atacó, rompió al cesto, se lo notaba más cómodo: 12-6 en 5m05.

Desde el banco visitante saltaron Alan Prost y Albano Costa. Con ellos el equipo renovó energías, tuvo más frescura. Con Costa, alto para defender a Rodrigo Blanco, Nueve contuvo el perímetro y el resto cortó los circuitos. Parcial de 7-0. Alivio visitante.

El juego entró en un ida y vuelta permanente, Prost y Costa la metieron de tres, mientras que Sportivo fue dependiendo cada vez más de Velázquez, que empujaba adentro.

Lorenzo contiene a Velázquez.

El primer cuarto terminó 18-18, con momentos de dominio para cada lado.

Ya en el segundo, hizo sus primeras apariciones Lucas Lucchetti -que venía en deuda- para darle 5 de luz a la visita.

Con una defensa que le dio el tiro a distancia a Sportivo, Nueve se fue escurriendo atrás, congestionando y el local chocó.

Esa firmeza defensiva le dio mayor claridad al equipo de Emiliano Roldán para correr la cancha y encontrar, a la vez, a Ramiro Lorenzo como alternativa.

Mirá las estadísticas completas

La confianza se fue multiplicando y fue el pibe Emilio Boyé quien clavó dos triples, sumado a otro de Lucchetti, para darle la máxima a Nueve, a 9 segundos de cerrar el primer tiempo: 45-32 (27-14).

Emilio Boyé busca la salida.

Con esa diferencia, más un buen inicio al regreso del vestuario, en 1m35 la visita tenía 16 de ventaja.

Sportivo utilizó la zona presión como principal recurso defensivo, aunque Nueve supo ocupar los espacios y atravesarla sin sobresaltos.

Poco a poco el equipo visitante abrió la cancha corriendo y en ataque estacionado fue agresivo, con cortes, pasándose la pelota. Se mostraba convencido, con Prost y Lucchetti como principales vías de gol: 59-40.

Ruesga (oculto) y Emilio Boyé "muerden" a Blanco.

Los locales, por su parte, empezaron a encontrar la ventaja por la línea de fondo. Ganaron seguido, ahí sacaron a relucir la debilidad de su rival y pudieron ir recortando, más allá del pobre porcentaje en libres: 4-10.

Sumado a esto, con mucha entrega, presionando, con Blanco pegado como abrojo a José Gutiérrez, todos tirándose de cabeza y mordiendo el parquet en cada pelota dividida, los dirigidos por Miuguel Loffredo inflaron el pecho, reaccionaron, corrieron y, básicamente con Yoel Asnaghi y Manuel Ayala anotando, estamparon un parcial de 14-3 en los últimos 5m40 del tercer cuarto.

Así, entraron a jugar los 10 minutos finales 62-54 arriba la visita.

Asnaghi se estira y Gutiérrez no llega.

La serie, definitivamente había entrado en clima de final.

Por el ritmo y lo que había generado la remontada en el público local parecía menor la diferencia. Mucho desgaste para aún estar a ocho. Claro, había llegado a tener 19 de desventaja Sportivo.

Entonces, a medida que corrió el tiempo, 9 de Julio tuvo más margen de error. Y en ese juego poco claro de ambos lados, el reloj empezó a ser aliado de la visita.

Para colmo, Santiago Boyé, que se fajó bastante en la pintura, terminó desgastando a Velázquez, que salió por faltas, con 5 por jugar.

Las caras de Santiago Boyé y Prost resumen todo.

Y, a cuenta gotas, con Lucchetti facturando desde la línea (completo 10-12 en libres en ese cuarto) y clavando un triple demoledor, Nueve sacó otra vez 15, con 4 minutos por delante.

A partir de ahí Sportivo tuvo dignidad para cerrar el juego, sin entregarse, y Nueve jugó con la diferencia, de la mano de Gutiérrez, abriendo la cancha, repartiéndose la pelota y esperando que se consuman los segundos, para meter el primero y volver a creer que se puede.

“Siempre afecta perder una final y más ante el clásico rival. Creo que influye, pero vamos a trabajar para que sea lo menos posible”, le había confesado Emiliano Roldán a "La Nueva".

Por ahora, parece que lo lograron.

El próximo martes se jugará el segundo en el Néstor Damiani. Se verá...