Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Estrés térmico: ¿se viene otra secuencia de mal descanso y desgano?

“Por fortuna, en Bahía Blanca no tenemos días de tanta humedad, pero la situación por las altas temperaturas es compleja”, dijo el Dr. Juan José Rayer, especialista en neurología.

El estrés térmico es la desregulación de la temperatura que sufre el cuerpo humano en determinadas condiciones. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Especialmente en la primera quincena, este marzo ha sido uno de los más calurosos de las últimas décadas por la sucesión de días extremos y, además, por ser de temperaturas más altas respecto de enero y febrero.

“Por fortuna, en Bahía Blanca no tenemos días de tanta humedad, como sí sucede en CABA donde es mayor al 60 %. Pero la situación por las altas temperaturas es compleja”, dijo el Dr. Juan José Rayer, especialista en neurología.

De acuerdo con varios modelos predictivos, abril ha llegado con características calurosas, como una suerte de continuidad desde el inicio de un extenso verano en el mes de septiembre.

“El tema del impacto va por lo agresivo de la temperatura, porque el organismo, de alguna manera, se regula y a largo plazo se adapta. Eso no es tanto problema, pero sí cuando uno al cuerpo le cambia en forma brusca la temperatura y se la sostiene durante muchos días”, amplió.

Dr. Juan José Rayer, especialista en neurología.

“La idea es ir por la aclimatación, para que uno tenga tiempo para ir adaptándose y que los cambios de temperatura sean progresivos”, sostuvo.

¿De qué se trata? El estrés térmico es la desregulación de la temperatura que sufre el cuerpo humano en ciertas condiciones que, lleva, generalmente a que se esté cerca de generar un daño.

“Eso sucede cuando la temperatura corporal supera los 40 grados. La normal es hasta los 37º, desde hasta los 38º estaríamos en subfebril y, por encima de ese registro, comenzamos a tener un problema importante: la fiebre. Por encima de los 40º, el mecanismo para defendernos de la temperatura comienza a fallar y eso genera estrés en el organismo, porque ya no podría regularla adecuadamente”, explicó el Dr. Rayer, en diálogo con La Nueva.

“¿Cómo lo manifiesta el cuerpo? Cuando empezamos a manejar la temperatura con alta humedad, que nos impide la correcta evaporación, el cuerpo produce una vaso dilatación, la piel se pone más roja porque hay más fluyo sanguíneo y se estimulan las glándulas para segregar más sudor, que es el mecanismo de defensa del organismo. Pero esa pérdida de sudor implica pérdida de líquido y de electrolitos, de sodio y otras sustancias que están en la sangre”, añadió.

“Hay que tener especial cuidado en las personas vulnerables, como son los niños, las mujeres embarazadas, los obesos y los diabéticos”, dijo el Dr. Rayer.

“Si eso es excesivo y no puede ser repuesto adecuadamente, la persona comienza a tener problemas. Lo mismo si no es suficiente y la temperatura sigue ascendiendo a pesar de ese mecanismo de defensa”. indicó.

“Cuando esto es sobrepasado, porque en días de mucho calor a veces las personas no llegan a recuperarse de la reposición de líquidos y de electrolitos, falla el sistema y supera la temperatura. Obviamente que el organismo empieza a dejar de funcionar a nivel cerebral, donde empieza a sentirse aletargado, a dejar de funcionar la parte muscular y aparecen calambres, con agotamiento muscular también, sufren las riñones por deshidratación, porque necesitan estar filtrando en forma permanente el líquido y eso, si se prolonga, puede llegar a un paro cardiorrespiratorio y la muerte”, aseguró.

Respecto del estado de ánimo, el Dr. Rayer dijo que el estrés térmico produce una letargia y un desgano absoluto.

“En el caso de los ancianos hay que resaltar que ellos no tienen el mecanismo de la sed. Y se produce más letargia. Es como un círculo vicioso, porque eso hace que tomen menos líquidos”, aseguró.

Objetivo: bajar la temperatura corporal

“Para un buen descanso es necesario bajar la temperatura corporal”, aclaró el Dr. Rayer.

“Por eso es importante que la habitación donde uno esté sea más bien fresca, porque si la temperatura corporal no puede descender en la noche y persiste elevada, el descanso también será muy malo, el cerebro no tiene un sueño reparador y se termina agotado, porque posee una deuda de sueño por no haber conseguido las necesidades fisiológicas”, explicó.

“El cerebro necesita una homeostasis; es decir, cierta temperatura y frecuencia cardíaca, y otras condiciones más para que el descanso sea adecuado. Cuando uno no logra eso, obviamente el sueño es superficial, no reparador, y al otro día se paga la deuda de sueño”, aseguró.

También dijo el profesional que quienes están más expuestos son los niños, las mujeres embarazadas, los adultos, los obesos e, incluso, el consumo de ciertos fármacos que impiden una correcta regulación de la temperatura y una adecuada sudoración.

Algunos consejos

—Evitar la exposición al sol en horarios de radiación y temperaturas altas (de 11 a 16) y no se debe salir a correr o hacer ejercicios en esos momentos.

—Abundante ingesta de líquido, ya que se puede llegar a eliminar un litro y medio por hora.

—Si el líquido es con sal de rehidratación, mejor. También se pueden consumir frutas, ya que tienen todos los electrolitos necesarios.

—Como los ancianos nunca tienen sed, hay que aplicar mecanismos adecuados para que consuman líquidos.