Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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El breaking gana terreno en el deporte y Bahía tiene motivos para ilusionarse

Julián Puhl sueña con representar a la ciudad y al país en los próximos Juegos Panamericanos en una modalidad en pleno desarrollo. Viene de competir en Río de Janeiro.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

De las 60 disciplinas que dirán presente en los próximos Juegos Panamericanos de Chile hay varios populares, otros que no lo son tanto y un puñado de rarezas.

En este último grupo se encuadra el breaking, un estilo de baile que se originó en Nueva York en la década de 1970, que poco a poco se fue ganando un lugar, y que en Santiago 2023 no solo hará su estreno panamericano sino que también será el paso previo a su desembarco olímpico.

Y Bahía Blanca no es ajena a su desarrollo, ya que será una de las ciudades representadas a nivel internacional gracias a Julián Puhl.

"Siempre hice deportes, siempre me gustó. Jugué al básquet en Estrella hasta que en un momento conflictivo de mi vida y por ver a otros chicos, le empecé a agarrar el gusto al breaking y pasó a ser un hobbie", le contó a La Nueva.

Bboy Nexty, como se lo conoce en su disciplina, participó este fin de semana del Breaking for Gold World Series en Río de Janeiro, Brasil, en uno de los certámenes más importantes y que otorga puntos para clasificar a Santiago.

El bahiense, de 26 años, estuvo acompañado por Mariano Carvajal (Bboy Broly), medallista en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018; mientras que el rubro femenino contó con Abril Nadal (Bgirl Abril) y Valeria González (Bgirl Vale Maji).

El evento se desarrolló en el Arena Carioca 2, uno de los estadios construidos especialmente para los Juegos Olímpicos de 2016, para albergar judo y lucha, y que luego pasó a formar parte del legado que los Juegos le ofrecieron a la ciudad carioca. Tiene una capacidad aproximada de 10 mil espectadores y está ubicado en Barra de Tijuca.

"Recién en 2015 empecé a proyectar un poco más y a viajar a los nacionales. En ese año como que me quise dedicar más de lleno a la actividad, ya había dejado el básquet. Y cuando empezó a ser tenido en cuenta como deporte, ya sea para los Panamericanos o mismo los Juegos Olímpicos, cambié el enfoque y la dedicación para edificar una carrera", relató.

Como todo deporte amateur, Julián, que no tiene coach personal ni sponsors, reparte sus horas entre el entrenamiento y su jornada laboral: tiene un trabajo particular, fijo, en el que afortunadamente deberán empezar a ser flexibles...

"Después de esta participación, que es la primera del año, tengo por delante otros tres certámenes continentales: Chile, Portugal y Bélgica. Los puntos que vaya sumando me pueden clasificar a los Panamericanos", relató.

Si bien no logró sortear el primer corte, al finalizar 63° con 243,3 puntos, la experiencia es invaluable para este joven bahiense.

El deporte consiste en “batallas” entre los bailarines o breakers, con rutinas que van desde los 30 a 60 segundos de duración, las que son evaluada por un jurado de expertos en base a la creatividad, fuerza, ritmo, personalidad, técnica y destreza.

Dentro del Movimiento Olímpico, el breaking es una disciplina de la Federación Internacional de Baile Deportivo (WDSF), fundada en 1957. Hizo su primera aparición en los YOG Buenos Aires 2018. Tras comprobar su popularidad, el Comité Organizador de París 2024 propuso que hiciera su estreno olímpico absoluto en la capital francesa. En junio de 2022, Santiago 2023 confirmó el breaking como uno de los deportes debutantes en los Juegos Panamericanos.

"Con la posibilidad de hacer un equipo nacional, cambió todo —explicó Julián—. El breaking era cultura y hasta el día de hoy lo ven como un hobbie. Pero ahora es un deporte y Bahía Blanca es una ciudad deportiva... ojalá que gracias a la difusión se pueda conocer la disciplina".

Bboy Nexty reguló su alimentación, administró sus actividades, acomodó los tiempos para mejorar sus entrenamientos. Ir al gimnasio y salir a correr pasaron a ser parte de su rutina. Hay mucha inversión y mucho trabajo atrás para llegar a esto.

"Me siento capaz y con chances. Siempre me preparé, no es ahora por la oportunidad de ir a un Panamericano. Las cosas que se me van dando son por dedicación propia y no siento presión por que me vaya bien; hace muchos años que hago esto. Hay cosas que me salen naturalmente. Trato de no pensar en lo grosso que es el evento, aunque vaya por primera vez; es más, es la primera vez que viajo afuera del país", detalló antes de competir en Río.

"Este es un deporte en el que se evalúa la técnica, la presencia en el escenario, la actitud, los pasos todos tienen nombre... La gente piensa que estamos improvisando todo, pero no; hay una coreografía previa. Estamos lejos de potencias como Japón, Francia o Estados Unidos, pero tenemos mucho para crecer y ganas de medirnos con los mejores", completó Julián.

Todo un hallazgo.