Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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"La gente se está portando más que bien en el agua", aseguró el jefe de Guardavidas

Alejandro "Choco" Liz trazó un balance positivo de la temporada en materia de seguridad. "La clave es la prevención", contó a Bronceado.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva y "Bronceado".

   Monte Hermoso no sólo está viviendo un verano más que positivo en cuanto a la afluencia de turistas, sino también en relación con la seguridad en la zona de playa. Así lo confirmó a “Bronceado” el jefe del Cuerpo de Guardavidas, Alejandro “Choco” Liz.

   “La gente se está portando más que bien”, refirió en diálogo con Mary García y Mariano Muñoz desde el Complejo Americano.

Alejandro "Choco" Liz (centro), junto a Mary García y Mariano Muñoz.

 

   “Justo hace unos días lo hablábamos con colegas y el secretario de Turismo (Franco Gentili): los turistas se han habituado a meterse en el mar hasta una profundidad que no supera la línea del pecho”, añadió.

   El profesional mencionó que el concepto del “agua al pecho” poco a poco se está imponiendo como norma de conducta básica en el mar, incluso en zonas de playa donde no hay cobertura del servicio de guardavidas. 

   “Gracias a esto el trabajo de los guardavidas se facilita mucho. Nos permite abocarnos más a la prevención, qué consiste en evitarle al turista el disgusto de quedar atrapado en un pozo o canal. Cuando hay prevención, muchas situaciones potencialmente traumáticas se pueden resolver con un simple silbatazo y un par de indicaciones”, subrayó.

   La otra norma de prevención –dijo- es que siempre haya guardavidas en la línea de costa.

   “Eso ya tiene que ver con nuestro trabajo, pero para mí es fundamental: si contamos con cuatro guardavidas por puesto, la forma correcta de trabajar es que uno o dos estén en la torre y el resto esté en la orilla, mirando a la gente que se baña”, señaló.

   “Esta es la forma de trabajar que estamos implementando en Monte y nos ha dado muy buenos resultados, ya que no hubo que hacer tantos rescates. Con el guardavidas en la orilla se hace prevención en forma permanente y, en todo caso, se realiza una asistencia de pocos metros, que se resuelve con unas pocas brazadas”, agregó.

   “Se evita así el rescate, que implica tener que nadar 100 o 150 metros, convocar a compañeros, llamar al gomón o incluso a la ambulancia”, completó.

Hoy "Bronceado" volverá a emitirse, como cada domingo, desde el Complejo Americano de Monte Hermoso. Será de 15 a 18, por LU2 Radio Bahía Blanca.

   Para Liz, la diferencia entre una asistencia y un rescate es fundamental, dado que este último constituye una experiencia traumática para el turista. 

   “En cambio, la asistencia termina siendo muchas veces una anécdota graciosa: un simple apretón de manos con el guardavidas, un leve tironeo para salir del agua y listo. Pero para que las asistencias no se transformen en rescates hay que hacer prevención”, reiteró.

   Liz dijo que la gente cada vez consulta más a los guardavidas sobre las banderas, silbatazos o indicaciones.

   “Cuando uno explica por qué no se puede hacer algo, o por qué no se puede estar en tal o cual sector, por lo general el turista lo entiende e incluso agradece. Lamentablemente también tenemos de los otros: los que quieren hacer todo a su manera y no entienden que lo único que queremos nosotros es cuidarlos. Por suerte son minoría.

   Los puestos –describió el jefe del cuerpo- están a entre 220 a 280 metros de distancia unos de otros.

   “Donde tenemos mucha distancia entre bajadas, lo que solemos hacer es ubicar el puesto o la silla alta en un lugar intermedio para cubrir el mayor espacio posible”, indicó.

"Si contamos con cuatro guardavidas por puesto, la forma correcta de trabajar es que uno o dos estén en la torre y el resto esté en la orilla, mirando a la gente que se baña" (Alejandro "Choco" Liz).

   Actualmente el cuerpo guardavidas de Monte Hermoso está conformado por 88 profesionales: 66 en la zona exclusiva de baño de la ciudad, otros 2 en la laguna Sauce Grande y 20 en el balneario Sauce Grande.

   “Estamos más que conformes con esta cantidad. Todos los años se van sumando más profesionales; el año pasado éramos 80, por lo que este año aumentamos un 10% el plantel”, destacó.

   “En Sauce Grande pasamos de 15 a 20 guardavidas, lo que también es un alivio porque esa zona crece año tras año”, añadió.

   “También estamos satisfechos con el equipamiento para salvatajes y la atención de emergencias, así como el estado de los puestos. Hoy sólo nos queda renovar tres, que esperamos tener listos en breve”, completó.

   Resaltó que la presencia femenina también sigue creciendo dentro del plantel.

   “El verano pasado teníamos 20 chicas, y este año son 29. Son profesionales de primera, que demuestran todos los días que tienen unas ganas tremendas de trabajar y que están a la altura de cualquier guardavidas hombre”, añadió.

   El servicio –aclaró- se mantendrá hasta el 9 de abril, cuando culmine Semana Santa. 

   “Hoy trabajamos de lunes a lunes, de 10 a 20, pero a medida que el verano avance el plantel poco a poco se irá reduciendo. No es igual la demanda de mediados de enero que la de fines de marzo, pero hasta esa fecha habrá servicio de guardavidas”, dijo.

"No me gusta mucho usar la bandera celeste"

   Liz brindó un detalle sobre las banderas que se utilizan en los puestos para indicar a los turistas qué tan peligroso es el mar.

   “La celeste es la de mar calmo, tranquilo, una pileta. Es la que menos utilizamos aquí porque a mí no me gusta mucho esa bandera. No lo voy a negar. El mar puede lucir ‘planchado’, pero uno no ve nunca lo que hay abajo. Entonces, salvo que uno tenga la certeza de que la playa es un billar en todas las bajadas, no me gusta usarla”, dijo.

   “Como esa certeza no la tenemos, se usa la bandera negra y amarilla. Esta es la más usada en Monte. Indica ‘mar dudoso’ e invita a no relajarse, porque puede haber algún canal, pozo o ‘chupón’ que uno tal vez no ve”, describió.

   La siguiente bandera –mencionó- es la negra y roja, que indica “mar peligroso”.

   “Se usa cuando hay viento cruzado del este u oeste, o bien del sur. Es para que la gente esté atenta al ingresar al mar y no se interne demasiado. La gente generalmente hace caso cuando ve esa bandera”, señaló.

   “Luego está la bandera roja, que indica ‘prohibido bañarse’ o ‘ausencia de guardavidas’. Esta bandera la utilizamos este verano durante un gran temporal que nos tomó por sorpresa. Como los guardavidas tuvimos que abocarnos a ayudar a quienes habían sufrido algún percance o a relevar la costa, debimos abandonar nuestros puestos por algunos minutos, así que izamos esa bandera. Cuando todo pasó, volvimos a la bandera de mar peligroso”, recordó.

   Otra de las banderas que se incorporó hace unos años es la blanca y negra, con el dibujo de un rayo.

   “Se implementó hace unos años tras un trágico accidente en Villa Gesell, cuando murió un chico durante una tormenta. Esa bandera nos autoriza a los guardavidas a sacar a todo el mundo del agua y evacuar la playa; y, si alguien no quiere, incluso podemos llamar a la policía para que nos ayude”, señaló.

 

¿Aguavivas? "Sólo dos días de enero"

   Liz confirmó que este verano prácticamente no hubo aguavivas en Monte Hermoso.

   “En los puestos tenemos vinagre para asistir a las personas, porque el ácito acético impide que los filamentos sigan actuando, y casi no lo usamos. Hice una sola compra antes de la temporada, repartí una botella por puesto y todavía tenemos”, dijo.

   “Casi no hubo aguavivas. Apenas dos días en enero, en la primera quincena, pero fue muy leve. Sí hubo en otras playas, como Gesell, Mar del Plata, pero aquí no”, cerró el jefe de los guardavidas.